“Somos un país minero desde mucho antes de la llegada de los conquistadores, desde antes del nacimiento de Cristo. Es así y seguirá siendo así por mucho tiempo”, fueron unas de las declaraciones más contundentes del ministro de Minería Baldo Prokuriça, en la presentación de su Cuenta Pública 2017, que aunque no le correspondía a él, ya que era de una gestión de gobierno anterior, lo hizo con mucho respeto y orgullo “por el carácter republicano” de la actividad.
Esta primera cuenta pública del ministro de Minería se realizó en el Teatro Municipal de Ovalle como una señal de descentralización, contando con una amplia participación de empresarios y trabajadores de la pequeña y mediana minería; la intendenta Lucía Pinto; el gobernador de Limarí, Darío Molina, parlamentarios de la Región de Coquimbo y el alcalde de Ovalle, Claudio Rentería, entre otras autoridades.
Momentos antes de su presentación, y en entrevista con El Ovallino, el ministro explicó algunos de los ejes de la gestión que apenas comienza.
Uno de los primeros puntos es el contacto directo con los ciudadanos. “Necesitamos un contacto temprano con las comunidades, y no que se enteren que va a venir un proyecto minero cuando ya comienzan a sentirse los efectos que pueden generar malestar. Cuando se parte anticipadamente conversando con las comunidades, cuando sienten que el proyecto les beneficia y no que ellos van a quedar con los efectos negativos, entonces la respuesta es diferente.
Explicó que los contactos deben ser previos, para que las empresas se comprometan con el lugar donde están instaladas, primero informando claramente lo que son los proyectos, con estudios y cumpliendo con la legislación vigente en materia de Medio Ambiente y en todas las áreas que hay que respetar. “Este gobierno hará un esfuerzo especial para que cada proyecto que se instale tenga un compromiso con la región, su gente y trabajadores”.
CAMBIOS EN EL REGLAMENTO
-¿Hay que cambiar algunas reglas del juego?
“La actual legislación tiene fórmulas que hay que corregir, por el hecho que estamos frente a demasiados trámites. La burocracia en Chile ha hecho que muchos proyectos mineros hayan terminado ejecutándose en Perú, en Ecuador, y en otros países, y se han perdido esas oportunidades porque para hacer un proyecto mediano hay que sacar mil permisos. Para los mineros artesanales tienen que sacar 54 permisos, entonces estamos frente a un cuello de botella para la inversión de las actividades económicas”.
Explicó que van a reducir los números de permisos y facilitarán un acompañamiento en particiones públicas para reducir los trámites.
“Creemos que la gran minería, la mediana y también la pequeña tienen muchos espacios en la región para las familias”.
-El seremi de Minería dijo que se apoyaría desde las grandes inversiones al pirquinero
“El objetivo es traspasar ciertos puntos a la pequeña minería, por ejemplo, cuando una gran empresa entrega una parte de la mina a un pequeño productor, muchas veces si ocurre un accidente se termina demandando a la empresa y no a quien la producía”.
TECNOLOGÍA AL ALCANCE DE TODOS
Sobre el apoyo a los pirquineros, el ministro explicó que están trabajando en incorporar tecnología a la pequeña minería, ya que no debe estar ajena a lo que es la innovación tecnológica. “La idea es tener plantas móviles de tratamiento de óxidos de cobre que se instalen en el lugar donde hay un distrito minero, evitando los traslados de hasta cien kilómetros para las plantas de Enami. Este proyecto se está validando en este minuto, con una planta piloto que está en Calama, lo que será un salto exponencial en la pequeña minería.