Las banderas negras en sus casas y restos de neumáticos quemados en las esquinas se alzan como la principal señal del descontento de un gran porcentaje de los pobladores de La Higuera por el revés que sufrió el proyecto de la minera Dominga. Así lo palpó un equipo de diario El Día que llegó al lugar cuatro días después que la iniciativa se rechazará en la intendencia.
Los mayores cuestionamientos de los vecinos fue para los seremis que votaron en contra y, sobre todo, para el intendente Claudio Ibañez. Esta vez, la voz oficial no fueron las autoridades o ejecutivos de la empresa, si no que el ciudadano común y corriente.
Una de las habitantes que mostró su descontento fue Estefanía Zambra (22). Su planteamiento fue categórico. Admitió que gracias a la minera Dominga, “se podría avanzar en la comuna, era una gran fuente de trabajo, aparte es uno de los proyectos mineros que incluyó a la comunidad, se firmó un acuerdo marco. Ellos iban a capacitar, entregar becas a la personas. Cuando llegaron muchas personas se beneficiaron con becas o proyectos, tengo dos primos que se beneficiaron con becas y les ayudó harto”.
Respecto a las oportunidades que ofrece la comuna la joven fue enfática al señalar que “sí o sí se tienen que ir porque acá no hay liceo, entonces tienen que pagar las pensiones, locomoción, fue una gran ayuda para ello”.
Continua Estefanía “Otros vecinos también están enojados con el intendente (Claudio Ibáñez) que fue quien decidió con su voto la suerte del proyecto. ¿Por qué el seremi de medio ambiente votó que sí y él no? Por qué él no vio que la comuna si necesitaba a Dominga, no es solo por la minera que la gente está enojada con el intendente, son varios los proyectos que están parados como el alcantarillado, el consultorio nuevo está equipado hace más de un año y todavía no se puede inaugurar.” finalizó.
Otro de los entrevistados es Bernardo Zamorano (50) quien también se encuentra a favor de Dominga en donde dijo que “la mayoría de los jóvenes se va a trabajar fuera de la comuna, abandonan obligados a sus familias. Es más político el rechazo, ese proyecto era muy bueno para gente de aquí para la comuna”.
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Una residente de La Higuera quien no quiso dar su nombre, señaló “a mí me gustaría que saliera el proyecto de Dominga porque es esencial para todos, sobre todo para nuestros hijos que están en el norte, allá está sumamente malo. Tengo dos hijos profesionales que salieron del liceo industrial pero no pueden trabajar porque no hay trabajo en La Higuera”.
“La gente de Punta de Choros y Chungungo les perjudica porque dicen que van a contaminar. La protesta que hicieron en La Serena, eran puros turistas, en cambio acá protestamos la gente del pueblo, no afuerinos, nosotros no somos turistas” señaló.
Fresia Guerrero (30) quien también vive en La Higuera igualmente coincidió que el rechazo fue malo, “porque toda la comuna necesita trabajo, nosotros queremos que salga Dominga para que el pueblo surja” señaló.
Otro vecino de La Higuera quien prefirió guardar su identidad, señaló que “el rechazo es demasiado malo, nosotros tenemos que darnos con una piedra en el pecho que tenemos trabajo, pero hay tanta gente que no lo posee”.
Un sentimiento en común que se sentía en el ambiente es el cuestionamiento del voto del intendente de la región, Claudio Ibáñez, “el señor intendente dijo que no y dejó a la gente de manos cruzadas. Nosotros somos un pueblo de sacrificio. Lo que afecta harto a la comuna es el alcantarillado, el señor intendente ha cerrado varias veces las puertas, vamos a seguir nosotros peleando, en la calle y en la carretera para que él nos escuche, porque de otra manera no estamos siendo escuchados” señaló con efervescencia el vecino.
De todos los entrevistados, la voz disidente fue Nelson Ávalos (62) quien es miembro de la junta de vecinos y del comité de agua potable rural, “no estoy de acuerdo con Dominga, viví muchos años en el Salvador que contaminó tanto a Chañaral, cuando todavía no se tomaba conciencia que las empresas ocupaban agua dulce”.
“En este momento La Higuera como todos los pueblos necesitan trabajo, pero de otra índole como turismo u otra alternativa, pero no mineras, soy nacido y criado aquí y sé el problema del agua”, señaló el dirigente.
Otra vecina, Adriana Pizarro (56) señaló que “está todo mal lo que hicieron, el rechazo afecta por las oportunidades de trabajo, los que rechazaron fue más por un tema político”.
Carmen Castillo (51) quien en su domicilio tenía una bandera negra al ser consultada señaló que “es muy malo que hayan rechazado, que el intendente haya hecho eso, viendo que la cesantía tan grande que hay en la comuna completa, nosotros tenemos un ejemplo vivo porque mi hermano trabaja en Calama. Todos trabajan lejos y no están viendo crecer a sus hijos. Es muy malo lo que hizo el intendente de haber rechazado el proyecto porque la gente estaba esperanzada con Dominga”.
“Estamos molestos y vamos a seguir protestando hasta que el intendente nos dé la cara y diga porque rechazó el proyecto, viendo porque el seremi de medio ambiente aprobó, al igual que el seremi de minería, pero porque él rechazó. Toda la gente de la comuna está con el proyecto Dominga y vamos a seguir luchando” finalizó.
Esta percepción de rechazo se advierte mayoritariamente en el centro neurálgico de la comuna, pero el panorama cambia en el área costera donde se acentuó con fuerza el rechazo hacia la minera Dominga. De hecho, es en localidades como Caleta los Hornos y Los Choros donde existe la mayor cantidad de rayados contrarios al arribo de la minera. Además, un grupo de pescadores también se mostraron disidentes al proyecto.