• Jaime Ramírez, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Elqui.
  • Sergio Zúñiga, académico de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte.
  • Camilo Cornejo, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello.
Crédito fotografía: 
LAUTARO CARMONA
Mientras que desde la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, valoran la propuesta hecha por la parlamentaria Camila Vallejos, académicos y economistas ven con ojos de preocupación la reducción de la jornada de trabajo, principalmente por la merma que tendría en la productividad.

El proyecto que disminuye las horas laborales semanales, de 45 a 40, impulsado por la parlamentaria Camila Vallejo, ha generado polémica tanto de quienes apoyan, por ejemplo, el Ministro del Interior Mario Fernández como aquellos que desaprueban, entre los que se encuentra el Ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.

Según explicó Camilo Cornejo, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello (UNAB), los factores que llevan a discrepar con el proyecto son variados, entre los que se encuentra la disminución de producción nacional, efecto localizado sobre sistemas deprimidos económicamente, desempleo, incremento en los trabajadores a honorarios, incremento en la automatización, entre otros.

En este sentido, el experto hace una reflexión en torno a la productividad del país. “Si consideramos la tendencia mundial y el dinamismo económico de la OCDE, estamos bajo los estándares internacionales. Desde el PIB per cápita, distribución de la riqueza, índice de felicidad y desarrollo familiar, entre otros indicadores que ponen en manifiesto que Chile, con su sistema actual, no llega al objetivo de una economía: el bienestar de la población”, explicó.

Bajo esta mirada, el experto valoró la medida propuesta, ya que “en este minuto, una disminución en el trabajo semanal llevará a liberar cinco horas improductivas, incrementando el bienestar personal y familiar, lo que generará trabajadores más felices".

El académico aseguró sin embargo que el "hacer un trabajador más feliz" no sólo se enfoca en reducir las horas trabajadas, sino que además se deben destinar las horas de trabajo a trabajar, mejorar la comunicación interna de la organización, fomentar la vida fuera del ámbito laboral y la posibilidad de compaginar la paternidad y maternidad con el trabajo. Por lo cual, la reducción de horas laborales es sólo un paso en esta mejora, la cual nos llevará, sin duda, al objetivo tan esperado, el bienestar social.

LA MIRADA CRÍTICA

Una mirada distinta es la que tiene Sergio Zúñiga, académico de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte, quien aseguró que la idea no es buena. “Si a las empresas por ley se les obliga reducir la jornada de trabajo, ellas van a tener una pérdida respecto del tiempo de trabajo con el que cuentan por parte de sus empleados y por lo tanto, habrá una merma en la productividad”, opina.

Además, agrega que la calidad de los empleos tenderá a mermar, ya que las personas que ya están contratadas, no van a obtener incremento de remuneraciones hasta que las empresas recuperen el nivel de productividad. “Por lo tanto, no hay ningún beneficio para los trabajadores, pues los sueldos obedecen a la productividad, y con esta medida esta se vería reducida”, dice.

Por otro lado, indica, de aprobarse esta medida el empleo tendería a ser más precario, porque para una empresa será mucho más caro contratar a un empleado que no le otorgará ningún beneficio por 40 horas, pero que sí lo hacía por 45. Por lo tanto, habría una tendencia al aumento de los trabajos informales, o contratos de media jornada, para lograr así la productividad que necesita una empresa.

“Creo que, en el contexto económico que se encuentra el país, con más de 120 empleos con contrato destruidos en el último año y un Imacec negativo, esta medida no tiene ninguna relación con la realidad”, comentó.

LA CUT VALORA LA INICIATIVA

Jaime Ramírez, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Elqui, explicó que desde la CUT están totalmente de acuerdo con el proyecto que busca reducir la jornada de trabajo a 40 horas. “Creemos que es un importante avance, en pos de lograr condiciones de trabajo decentes, más aun considerando la importante cantidad de tiempo que los trabajadores debemos perder por efecto de los traslados de ida y regreso, en ciudades colapsadas, sistemas de transporte público deficientes y las largas distancias”, dijo.

El dirigente agregó que si este proyecto se transforma en ley, sin duda, redundará en mayor bienestar para los trabajadores y sus familias lo que es una mejorara significativa en la calidad del empleo que, a su vez, implica mayor motivación de los trabajadores y, por ende, ello ayudaría a elevar la productividad laboral.

Respecto a una posible merma en la productividad, Ramírez señala que “desde luego, no se puede esperar que este sólo hecho eleve los índices de la productividad. Está demostrado científica y estadísticamente que los índices de productividad suben cuando se dan una serie de factores, como una mayor calificación de la fuerza laboral, mejores condiciones de trabajo, salarios decentes, etc.”, señaló.

 

RECORTES DE JORNADA LABORAL EN EL MUNDO

Chile es uno de los países en que más horas se trabaja en el mundo (más de 2.000 horas por año) y es uno de los menos productivos, explica Ramírez de la CUT, justamente, por la ausencia de una buena parte de los factores antes mencionados.

Asimismo, en la década de los 80´, varios países de Europa redujeron su jornada hasta las 35 horas semanales, con el objetivo de paliar la desatada cesantía que produjo la "recesión económica" de esos años y la productividad no bajó, sino todo lo contrario, señalan desde la Central Unitaria de Trabajadores. “Considerando este antecedente, el reducir la jornada hoy en Chile, además, podría ayudar a absorber una gran cantidad de cesantes escondidos en las estadísticas del INE o de aquellos desempleados por la baja en la actividad minera, entre otras”, dicen.

 

MINISTRO DE HACIENDA RECHAZA EL PROYECTO

El 8 de marzo, la diputada Camila Vallejo (PC), ingresó a la Cámara Baja un proyecto de ley que pretende modificar el Código del Trabajo para reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los trabajadores chilenos y aumentar la productividad del país. Este miércoles, la iniciativa fue declarada admisible, abriendo formalmente la discusión pública sobre el tema.

En ese contexto, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, expresó su rechazo hacia el texto impulsado por la legisladora comunista. "Este proyecto específico yo no lo apoyo si es que no involucra un cambio paralelo de los salarios, porque lo que no podemos hacer es ponerle más carga a la economía en un momento en que requerimos más empleo", dijo el jefe de las finanzas públicas, dando un portazo a la idea de Vallejo. Su posición fue refrendada más tarde por la ministra Secretaria General de Gobierno, Paula Narváez, quien aseveró que “no está dentro de nuestras prioridades este tema (…) Respetamos las atribuciones de los parlamentarios para llevar adelante sus mociones, pero el Ejecutivo en esta iniciativa no ha planteado su patrocinio".

 

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