Desde Coquimbo, La Serena, Ovalle, Andacollo, Salamanca y Los Vilos provienen los nueve emprendedores de la región que ganaron el concurso “Impulso Chileno”, iniciativa de la Fundación Luksic que premió por primera vez a 200 postulantes de todo el país y entre quienes se repartirá un fondo de 1.000 millones de pesos.
Los emprendedores regionales obtuvieron los mayores puntajes de la IV versión de este concurso con proyectos que abarcan desde el reciclado de muebles pasando por escuelas de buceo recreativas hasta la elaboración de Kombucha para fortalecer el sistema inmunológico.
En esta edición participaron más de 14 mil emprendedores. El 55% de los ganadores son mujeres y el 62% proviene de regiones.
“¡Queremos decir con fuerza que creemos en los emprendedores de Chile! Con esta nueva edición ya sumamos 420 ganadores de Impulso Chileno y estamos orgullosos del trabajo que hacen cada uno de ellos. Esperamos que puedan seguir creciendo, generando puestos de trabajo y cumpliendo sueños en todo el país”, dijo Andrónico Luksic, fundador del programa Impulso Chileno.
Uno de los emprendimientos ganadores es el de Yessica Guerrero con su proyecto “Rolan” ubicado en Coquimbo. Ella se dedica a la elaboración de la kombucha, una bebida creada a partir de la fermentación del té y que tiene por objetivo mejorar el sistema inmunológico de las personas de una manera saludable y natural.
Yessica Guerrero empezó a experimentar con la preparación de kombucha en 2017, pero lo hacía solo para consumo familiar hasta que en 2019 empezó a comercializarla.
“Nosotros bebíamos Kombucha cuando viajábamos a Santiago y notamos que nos hacía muy bien. De ahí partió el interés de investigar sobre esta bebida milenaria y todos los beneficios que tiene”, comenta.
Dice que se presentó “Impulso Chileno” porque tenía ganas de seguir creciendo: “Postulé con toda la fe y la esperanza de que podía ganar. Impulso Chileno apareció en el mejor momento de mi vida y estoy muy agradecida por eso”. Además, confiesa estar feliz porque es la primera vez que gana un premio.
Con el dinero del concurso comprará una fermentadora y un climatizador “que son cosas muy necesarias para todo aquel que trabaja con fermentos. Así que mejorará la calidad del producto, tendré más litraje y el producto se hará más conocido aquí en Coquimbo. Lo que es muy bueno porque nuestra idea es posicionar la marca”, cuenta.
Otro de los emprendimientos regionales que triunfó fue el Luka Mendiola, de Los Vilos, con su proyecto “Cinco Océanos Pichidangui”. Una escuela de buceo recreativo PADI, buceo técnico y de desarrollo de profesionales del buceo.
Oriundo de Santiago desde hace cinco años visita frecuentemente con sus alumnos la caleta de Pichidangui. Pero fue en 2019 que partió con su negocio.
“A pesar de ser de Santiago, toda la vida sentí que pertenecía al mar. Estudié y trabajé fuera de Chile por muchos años y en una visita a mi familia redescubrí toda la vida submarina que había en nuestro propio país. Fue ahí que me di cuenta de que tenía el deber de promocionar, dar a conocer y por sobre todas las cosas cuidar nuestro propio mar”, recalca.
Luka asegura que postuló a “Impulso Chileno” principalmente “por el apoyo que dan en cuanto a los conocimientos profesionales en ámbitos que un emprendedor muchas veces no sabe, que en mi caso me permitió crecer, aprender y poder tener aún más conocimientos para poder llevar el centro de buceo”.
En lo económico, dice que el premio representa una gran ayuda, ya que desde hace más de dos años tenía planes de renovar el motor de su bote de buceo, pero el estallido social y la pandemia frustró ese proyecto. Ahora podrá concretar la compra “y así poder ofrecer un mejor servicio a nuestros clientes, pero por sobre todas las cosas ofrecer seguridad”.
“Siento que aún hay gente que confía y cree en mi sueño, luego de haber participado en otros concursos, siento ahora que no estoy solo en ese camino tan difícil que es emprender en Chile”, confiesa.
Los 200 ganadores recibirán financiamiento, de entre 3 y 5 millones de pesos; acompañamiento académico con clases dictadas por la Escuela de Administración de la Pontificia Universidad Católica de Chile y mentorías personalizadas, a cargo de Simón de Cirene.