Escasez de mano de obra: el dilema que preocupa a los rubros productivos

Los gremios agrícolas fueron los primeros que encendieron la luz de alarma sobre las grandes dificultades que tenían para cubrir sus puestos laborales durante la época de cosecha. 

A este gremio se le suman otros sectores productivos como el comercio, el sector gastronómico y la construcción, quienes también han tenido problemas para cubrir sus vacantes. 

Una paradoja puede parecerle algunos esta situación, más cuando en medio de la crisis sanitaria, el desempleo aún se mantiene con tasas relativamente altas. No obstante, el impacto que la pandemia ha generado al mercado laboral ha dejado en evidencia un proceso de cambio estructural que hoy tiene su máximo exponente en aquella fuerza de trabajo inactiva potencialmente activa. Es decir, que pudiendo trabajar, no salen a buscar empleo por diferentes razones. 

Según el INE, a nivel país, hay 1,2 millones de personas en esta situación, mientras que en la Región de Coquimbo, dicha cifra llega a las 51.270 personas. 

Es más, si uno compara la realidad actual respecto a la cantidad de inactivos en el año 2019 en la región, éstos han aumentado de 237 mil a 323 mil. Es decir, hubo un alza de 87 mil personas que hoy no buscan trabajo.  Pero, ¿cuáles son las razones que explican esta situación?

Pandemia y empleo femenino 

En primera instancia, el aumento de los inactivos se explica por los efectos directos de la crisis sanitaria en las familias, y en especial en la mujer. 

El director de la Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte, Pablo Pinto, señala que “se observa un cambio muy significativo en las realidades de la gente, las cuales condicionan las posibilidades que tienen las personas de poder trabajar, ya sea por temas sanitarios y/o la logística, relacionada a hijos e hijas en la escuela, entre otros temas familiares”. 

Eso, dice, conlleva a asumir predominantemente por parte de éstas, la mayor parte de las labores domésticas, condición que no permite dejar un espacio para buscar empleo. 

Emprendimientos y salarios 

Otras de las razones que explicarían la disminución de las postulaciones laborales podría estar relacionada con el aumento de ayuda económica gubernamental para los desempleados o afectados por la pandemia (Bono Clase Media e IFE) además de los retiros de las AFP. Pero además, parte de esos recursos la gente los podría estar derivando a desarrollar sus propios emprendimientos o negocios y así contar con un mecanismo propio de generación de recursos. 

En ese caso, dice el profesor Pinto, “ya no habría disposición a cualquier trabajo en el contexto actual. Los empleados quieren que las empresas mantengan las opciones flexibles de trabajo remoto y eso puede contrastar con las opciones disponibles en los sectores económicos prevalentes en la región (agricultura, minería, construcción, turismo)”.

Ahora, en caso de no ser así, el académico de la UCN explica que otras personas “han encontrado empleos tipo Uber o shopper de aplicaciones de delivery. En ciertos sectores, se traspasaron al mercado informal”.

Sin embargo advierte, también existe la percepción muy extendida por parte de las personas, de perder los beneficios que está entregando el Estado, a propósito del problema económico que se ha generado, en caso de obtener un empleo (ver recuadro). 

Otros motivos   

A estas razones antes descritas se suman otras que explican la falta de mano de obra en estos momentos. 

Una de ellas tiene que ver con la forma de cómo están buscando empleo algunos trabajadores. “Por ejemplo, algunos lo están haciendo a través de medios electrónicos, y otros que no saben hacerlo y que siguen caminando dejando currículums, o van a alguna entrevista o a contactarse con personas de su red”, dice Pablo Pinto. “Estos trabajadores que hoy no pueden buscar empleo lo harán cuando la pandemia esté controlada”, agrega.

Pero a juicio del académico además, el actual sistema de reclutamiento laboral presenta fallas al momento de demandar cupos laborales, en particular en sectores de la actividad económica que requieren trabajadores no calificados y/o que enfrentan otras competencias.

En ese sentido dice, “se requiere mayor articulación con el sector educacional, en los niveles de educación básica y media -en especial, considerando que un alto porcentaje de los trabajadores provienen de dicho segmento- y técnico-profesional”, con el fin de incentivar el ingreso de jóvenes y mujeres al mercado laboral. 

Por último señala, no se debe dejar de lado el factor migrante, quienes desde hace algún tiempo comenzaban a cubrir ciertos trabajos dejados de lado por los chilenos. 

“Con el cierre de las fronteras ese flujo ha disminuido sustantivamente. A eso suma que otros grupos de migrantes tuvieron que salir del país producto de la pandemia al no tener empleo. Entonces en aquellos sectores, cuyos trabajos estaban siendo ocupados por extranjeros, ha sido muy difícil cubrirlos por el cierre de fronteras”, explica.