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Leonel Fritis
Aprobada por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados este miércoles, la iniciativa contempla un pago de 185 mil pesos mensuales para todas las personas sobre los 65 años que pertenezcan al 90% de los adultos mayores más vulnerables. Expertos sostienen que si bien el proyecto va en la línea correcta para aumentar las pensiones, no basta para asegurar jubilaciones suficientes, pues las cotizaciones promedio en Chile por ejemplo, se encuentran bajo el promedio de la OCDE.

Este miércoles, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó de manera unánime el proyecto de Pensión Garantizada Universal (PGU), tanto en general como en particular.

Cabe recordar que el gobierno había anunciado hace un par de semanas la presentación del proyecto que reemplazaría al Pilar Solidario a partir de una entrega de una pensión universal de 185 mil pesos para las personas mayores de 65 años que estén en el 80% de la población más vulnerable, extendiendo también parte del beneficio a quienes se encuentren entre el 81% y 90% de vulnerabilidad. Quedará excluido sólo el 10% más rico.

El objetivo por supuesto, es mejorar las pensiones de los actuales y futuros pensionados, beneficiando a un total de 2,3 millones de personas. En ese sentido, cabe recordar que el monto de la pensión se entregará de forma escalonada e irá disminuyendo progresivamente a medida que el pensionado se acerque al 90% hasta llegar a 0.

Así por ejemplo, aquellos jubilados con base autofinanciada hasta los 630.000 pesos, recibirán 185.000 pesos; los con base autofinanciada hasta los 700.000, recibirán 150.000; aquellos con base autofinanciada hasta los 800.000, recibirán 100.000, y  los jubilados con base autofinanciada hasta los 900.000 pesos, recibirán 50 mil pesos.

 

En la línea correcta

El proyecto presentado por el Ejecutivo propone la instauración de una pensión de carácter no contributiva (no paga impuestos), beneficio que –como se explicaba al inicio de la nota- sustituye a los actuales del Pilar Solidario, tanto a la Pensión Básica Solidaria de Vejez como al Aporte Previsional Solidario de Vejez.

Además, es complementario al ahorro previsional individual y la recibirán los pensionados bajo cualquier modalidad y adultos mayores que se encuentren laboralmente activos inclusive. Además, no será necesario pensionarse o estar afiliado a algún régimen previsional.

Respecto a su administración, la Pensión Garantizada Universal será administrada y entregada por el Instituto de Previsión Social, IPS, sin participación de las AFP y su aplicación sería supervisada por la Superintendencia de Pensiones.

En ese sentido, el director de la Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte, Pablo Pinto, destacó la medida del gobierno, señalando que la PGU, al partir del principio de la universalidad, “las personas independiente de lo que estén percibiendo o de lo que hayan logrado cotizar, van a recibir un monto fijo, y eso es una noticia extraordinariamente buena, porque las pensiones en Chile son en promedio relativamente bajas y muy inferiores por ejemplo, en las mujeres respecto a los hombres”.

 

Avanzar más

Eso sí, el académico de la UCN manifestó que dada la situación de las pensiones en Chile, una medida como Pensión Garantizada Universal no resulta suficiente para mejorar las pensiones. Y en ese sentido, apunta directamente a los bajos niveles de cotización que hay en Chile.

“No se debe olvidar que la actual cotización del 10% no es suficiente. Chile está bajo el promedio de la OCDE, que es de 18,9%”, señala Pinto, y por eso asegura, no basta sólo con esta pensión para mejorar las jubilaciones.

“Vamos a tener que aumentar las cotizaciones. Ahora el actual Presidente electo (Gabriel Boric), como al igual que el ex candidato no electo (José Antonio Kast), proponían un aumento de la cotización del orden de 16 puntos, que es más de lo que tenemos ahora. Con esas dos medidas en el largo plazo creo yo, vamos a tener un sistema de pensiones un poquito más robusto”, afirma el académico de la UCN.

 

Gasto permanente

En todo caso, uno de los grandes debates será el sustento financiero de la iniciativa, ello porque se debe recordar que la Pensión Garantizada Universal pasará a ser un ítem permanente que, obviamente, requerirá de financiamiento por parte del Fisco.

Al respecto, el académico de la UCN, Pablo Pinto, explicó que el proyecto de la PGU representa un costo relevante para el Estado, cercano al 2,6% del PIB. Es decir, entre 6.500 y 7.000 millones de dólares cada año. “Es un monto que no es menor, sobre todo cuando nuestro crecimiento se puede ralentizar este próximo año y ahí probablemente se va tener que buscar un mecanismo de financiamiento”, señala.

Ante tal desafío pues, el camino más razonable en el mediano plazo para sostener la medida en el tiempo, no sería otra que aumentar la recaudación fiscal.

“Hay que buscar un mecanismo eficiente que nos permita generar esos ingresos y ahora, lo que hace sentido sería pensar en alguna reforma tributaria”, sostiene Pablo Pinto.

En esa línea, el Ejecutivo ya presentó de forma paralela el proyecto, una serie de medidas que van en línea de eliminar o reducir exenciones tributarias y aumentar el impuesto a operaciones bursátiles por ejemplo, para financiar la PGU.

De todas formas, el debate continuará el próximo 4 de enero, pues después de Navidad habrá un receso legislativo en el Congreso.

 

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