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Aunque en teoría está prevista para el 8 de julio, la entrega de la carretera que conecta con Coquimbo debería ser postergada –a juicio del gobernador local- por las distintas fallas que presenta.

A pocas semanas de la tan esperada entrega e inauguración –en teoría- de la Ruta que une e Ovalle con Coquimbo y La Serena, ya es casi impensable que tal acto se vaya a dar como estaba previsto desde un inicio, que sería el 8 de julio de 2018.

Aunque los trabajos en la carretera han avanzado mucho y literalmente se ven muy bien desde la superficie, al ponerle la lupa a los detalles de seguridad y conectividad que tendrían los vecinos de la vía, comienzan a verse las grietas y las fallas de diversos tipos. 

Paraderos ubicados a más de 500 metros de los lugares habitados, pasos bajo nivel en el que tienen que coincidir obligatoriamente los peatones y el agua de la lluvia que recojan las quebradas, la falta de entre tres y cinco pasarelas, y hasta una pasarela construida, pero que no tendrá usuarios, ya que las 15 casas cercanas serán retiradas por medidas de seguridad.

Las fallas, según indican los vecinos, pudieron ser solucionadas desde un primer momento, si se hubiesen escuchado sus propuestas. Pero acusan que no fueron tomados en cuenta y que las medidas fueron impuestas desde otros niveles.

EL FANTASMA DE LA POSTERGACIÓN

En un nuevo recorrido en terreno, se pudo constatar junto al gobernador de la provincia del Limarí, Darío Molina, que no hay que ser muy imaginativo para saber lo que ocurrirá en los bordes de la autopista una vez que comience a llover.

Con apenas un fin de semana de lluvias –de suaves a moderadas-, algunas de las veredas ya se han tapado por la arena que se desliza por efectos de la erosión. Los pasos peatonales muestran la marca de la corriente de agua y en algunas partes se empieza a ver cómo se socavan las bases de la misma carretera.

Esa situación hace que el fantasma de la postergación ronde sobre la cabeza del calendario de entrega. 

- Viendo lo que falta y las fallas estructurales que hay ¿Es posible recibir la obra de parte de la constructora? 

“Como Gobernación estamos preocupados por la seguridad y la dignidad de las personas, esta no es sólo una carretera para unir a dos ciudades, como Coquimbo y Ovalle, sino que es una carretera que tiene que dar mejor calidad de vida a todos los habitantes que viven en estas ciudades, pero también a los que viven aledaños a la carretera, por esa razón es que yo he ido generando conciencia y tengo el respaldo de la intendenta Lucía Pinto, en orden a que nuestro deber es preocuparnos de estos dos hitos centrales, seguridad y dignidad, es por eso que hemos ido sumando voluntades para lograr, por ejemplo, la reunión del 18 de junio con Concesiones junto al seremi Pablo Herman en Santiago, para presentar todos estos puntos que hemos visto como problemas, y una vez levantada esta información con Concesiones, se estudie la posibilidad de suspender la entrega de la carretera hasta terminar con una ampliación de obras todos aquellos puntos que hoy día deben ser reparados, este es un proyecto que viene del Gobierno anterior donde lamentablemente no se cuidaron esos detalles, no se escuchó a los vecinos”

- ¿Y la posición oficial cuál será?

“En mi opinión debiera suspenderse la entrega e inauguración de la carretera, para terminar en el plazo que se establezca de acuerdo a los informes técnicos para completar todas las obras que faltan y una vez que esté eso así, inaugurarla como corresponde”.

- ¿En cuanto tiempo estaría listo el informe técnico?

-”Suponemos que en una semana porque el 18 debe estar listo para ser presentado en Concesiones en Santiago.

ES ALGO INHUMANO

El presidente de la junta de vecinos de Higueritas Unidos, Pedro Almunate, se quejó de los detalles que ha dejado la obra en su comunidad y lo incómodo que es para los vecinos atravesar la autopista o esperar la locomoción.

“En estos momentos lo que la concesionaria nos está dejando es algo inhumano, porque nos están dejando los pasos peatonales donde están los cruces de agua o los pasos de quebradas, y esto cuando bajen las quebradas no se va a poder cruzar de un lado al otro, es imposible si no es por los pasos donde ellos nos están dejando, siendo que nos prometieron que eran pasos peatonales exclusivos para las personas.

Lo que pasa es que usaron las mismas alcantarillas o pasos de agua para hacer los pasos peatonales y ahora, con la lluvia que cayó, ya hay daños”.

- ¿Y con respecto a los paraderos?

“Teníamos cuatro paraderos y dejaron uno solo, y el que dejaron quedó a más de 500 metros de la servidumbre, y hay que llegar caminando por la carretera, porque no hay una berma para peatones, hasta tomar la locomoción”.

 

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