La crisis sanitaria que se vive por el coronavirus ha traído consigo diversas consecuencias a nivel financiero y en la remuneración de la población en la región y el país, que ya venía golpeado económicamente desde el estallido social.
Esto queda demostrado en las cifras entregadas por el informe “Panorama económico y laboral Región de Coquimbo - Abril 2020”, que realizó el Observatorio Laboral en el que se detalla que una de las actividades más golpeadas de la región es el sector de hoteles y restaurantes, el cual registra el mayor aumento anual en la tasa de cesantía, equivalente a un 19,2%.
A esto se suma la caída en el número de ocupados durante el último año, en los sectores Comercio (-9.568), Industria Manufacturera (-5.308), Transporte y Comunicaciones (-3.384), y Servicios de Hogares (-4.213). Si bien estas cifras no son positivas, sobre todo en sectores que son tradicionales en la economía regional, encuentran alivio en otras áreas, como la minería.
Al respecto, Pablo Pinto, director del Observatorio Laboral de la Región de Coquimbo, “respecto del año pasado, tenemos el caso de la minería, que ha logrado contener en parte la caída de los empleos, algo que nos hace ver con algo de optimismo lo que está ocurriendo”.
El informe agrega que la crisis sanitaria provocada por el coronavirus en la zona ha provocado, en promedio, la disminución de la actividad económica en más de un 50% en la mayoría de las actividades económicas y podría ir en aumento debido a la incertidumbre que existe en la logística y en los mercados en general, afectando directamente a rubros tradicionales en la región, que hoy emplean a más de 150 mil personas, número equivalente al 40% del total de los ocupados. Otros sectores, como la construcción, que emplea en la región a más de 30 mil personas, registran caídas en sus ventas, y varias empresas han retrasado sus planes de inversión.
Una situación económica, que según se señala en el informe, venía precedida de una desaceleración severa, producto del estallido social, lo que pone a la zona en un escenario de mayor fragilidad para la mayoría de sus rubros. De hecho, el Indicador Mensual de Actividad Económica, IMACEC estimado (-3,5% en marzo) fue de similar magnitud al impacto del estallido social en la actividad económica de octubre 2019 (-3,4%), y se espera una mayor caída en abril.
El seremi del Trabajo y Previsión Social de la Región de Coquimbo, Matías Villalobos, manifestó que “el compromiso es continuar generando oportunidades que permitan enfrentar los efectos negativos que trae esta crisis sanitaria en el plano económico y laboral. Las medidas han apuntado a proteger los puestos de trabajo y mantener fuentes de ingreso para las familias en el marco de esta pandemia, apoyo a las Pymes del país y que sin dudas demanda de un esfuerzo, tanto público como privado, para enfrentar la actual situación”.
Villalobos destacó medidas como la Ley de Protección de Empleo que ha permitido amortiguar el aumento de las cifras de desempleo.
Desde el Observatorio Laboral indican que las nuevas cifras durante las próximas semanas evidenciarán con mayor detalle la intensidad de la contracción económica en la región.
Adaptarse a la crisis
Pablo Pinto indica que en el marco de la pandemia y las medidas de “distanciamiento físico” requeridas, muchas empresas han adaptado sus formas de ventas y entrega de servicios, con el objetivo de generar liquidez en este contexto.
“Las compras por internet han aumentado y en este sentido, el uso de redes sociales y medios tecnológicos se ha transformado en una necesidad”, indicó.
Así también, otros sectores productivos se han adaptado, realizando esfuerzos por ofrecer sus productos y servicios a distancia o a través de plataformas on line. Es el caso de las clases de deportes, capacitaciones y venta de productos a domicilio, por ejemplo.
Por otro lado, distintos servicios sociales se desarrollan en modalidad de tele trabajo, teniendo que adaptar al formato no presencial con el uso intensivo de plataformas virtuales para reuniones, clases y coordinaciones.