El intenso debate que se ha abierto en torno a la iniciativa que le abre la puerta a los afiliados de las AFP para acudir al 10% de sus ahorros de sus cuentas de capitalización individual, se ha tomado la agenda noticiosa, en especial, respecto a los probables efectos que esta medida generaría, tanto en lo inmediato como a futuro.
Luego de que la propuesta, iniciada a partir de mociones refundidas, fuera aprobada en su idea de legislar por 95 votos a favor, 25 en contra y 31 abstenciones, debió ser enviada nuevamente a la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados para un segundo trámite al ser objeto de indicaciones, con el fin de que la iniciativa se vote en particular la próxima semana para pasar de ahí al Senado.
Se entiende pues, que la votación de este miércoles fue sólo el inicio de un camino legislativo que aún falta por completar, ante lo cual, los resultados finales – si es que es finalmente la iniciativa podrá convertirse o no en ley – aún es una incógnita.
Mientras, crece el debate en torno al proyecto, tanto por parte de aquellos que lo han defendido como una ayuda para aquellas familias que han visto gravemente disminuidos sus ingresos monetarios a raíz de la crisis sanitaria que azota al país, como por quienes consideran que una medida como la planteada pone en peligro las pensiones de los cotizantes e incluso, según algunas voces -sobre todo de la política - al mismo sistema de las AFP.
Una breve síntesis
Pero en definitiva, ¿qué es lo se aprobó este miércoles en la Cámara de Diputados?
Básicamente, la iniciativa permite que por única vez, -y debido a la emergencia sanitaria- los afiliados al sistema de pensiones puedan retirar hasta el 10% de los ahorros previsionales de sus cuentas en las AFP. Para ello, el proyecto establece un monto mínimo y máximo a retirar: desde 35 UF (1 millón de pesos aproximadamente) hasta 150 UF (4,3 millones de pesos)
En el caso de que el 10% corresponda a un monto menor a las 35 UF, los afiliados podrán retirar hasta dicho monto y, en el caso de que el monto total acumulado en sus cuentas sea menor a las 35 UF, se podrá retirar la totalidad de los fondos (el 100%).
Ahora bien, el retiro de los fondos considera una primera entrega que será del 50%, en un plazo máximo de 10 días hábiles luego de presentada la solicitud ante la AFP correspondiente. La segunda entrega en tanto, será del 50% restante en un plazo máximo de 30 días hábiles a contar del desembolso anterior.
La iniciativa incluye además la creación de una instancia para restituir los ahorros solicitados: el Fondo Colectivo Solidario de Pensiones, que se financiará con aportes de empleadores y del Estado, y su objetivo será el financiamiento progresivo de los complementos de pensiones que se necesiten en virtud de los retiros desde las cuentas.
Por ello, se solicita al Presidente de la República – quien tiene la iniciativa exclusiva – de enviar un proyecto de ley al Congreso Nacional, en el plazo de un año desde publicada la ley, que proponga la forma y el financiamiento del fondo colectivo, el que se propone sea administrado por una entidad pública y autónoma.
Efectos del retiro anticipado
En conversación con diario El Día, el economista y académico dela Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte, Sergio Zúñiga, lo deja claro desde el principio: sin duda que, en la eventualidad de que este proyecto se convierta en ley y se permita sacar el 10% de los ahorros previsionales, “habrá un efecto en las pensiones futuras”. Pero al mismo tiempo aclara que dicho impacto “dependerá de varios factores”.
“En primer lugar, de la edad de la persona que hace el retiro, y de la proporción del fondo acumulado que va a retirar, fundamentalmente. Pero el verdadero impacto final, al momento de pensionarse dependerá de cuál será el aporte que hará el Estado en las pensiones que no lleguen a un cierto mínimo, lo que hoy llamamos Pensión Solidaria”, señaló Zúñiga.
En ese sentido, advierte que para aquellos trabajadores de rentas medias y altas, “simplemente habrá una reducción menor en sus pensiones. Pero el gran problema es para quienes tienen rentas bajas”, sostiene. “En el caso de quienes tienen rentas bajas, que son casi la mitad de los cotizantes actuales, eso se trasforma en un gran problema para el Fisco, efectivamente”, añade.
Por su parte, el investigador de la Fundación Sol, Benjamín Sáez, señala que el impacto final del proyecto, dependerá más bien, de la forma en que se llevaría a cabo y los tiempos de la iniciativa, más considerando que las personas tienen sus cuentas en distintos fondos que se invierten en distintos destinos. “Por lo tanto, dependiendo de quienes saquen sus ahorros y en que fondos los tengan invertidos va a ser el impacto que esto pueda tener a nivel nacional”.
Bajas pensiones
Ahora bien, el investigador de la Fundación Sol señala que, ante los temores de una eventual regresividad de la propuesta, se debe recordar desde ya, que “la mayoría de las personas tienen un ahorro que es bastante bajo en su cuenta de AFP, debido a las condiciones que existen actualmente en el sistema”.
Así, tomando un promedio de las personas que hoy tienen un ahorro, el 91% de las mujeres que están a punto de jubilar, -entre 56 y 60 años - tienen ahorrado menos de 50 millones de pesos en su cuenta de AFP. Por su parte, el 77% de los hombres que está a punto de jubilar -entre 61 y 65 años- tiene menos de 50 millones en su cuenta de ahorro individual. “Por lo tanto, la gran mayoría de las personas, el máximo de pensión al que podrían optar con su ahorro, es una que está en torno a los 200 mil pesos o menos”.
Y en este contexto asegura, el impacto del retiro de los fondos para la pensión final, es un impacto que puede ir entre los 7 mil y los 20 mil pesos, “dependiendo del tipo de fondo y el tipo de pensión que tiene la persona, si es retiro programado, o renta vitalicia. En este caso, el retiro podría disminuir su pensión final entre un 1,2 y un 9,5 % aproximadamente”, sostiene, lo que sería un impacto bastante acotado.
Sáez insiste en que un fuerte daño en las pensiones podría tener asidero si se contara con un sistema de pensiones “que esté pagando pensiones suficientes”, es decir, un monto sobre la línea de la pobreza. Pero “lo que observamos” asegura, “es que los montos que está entregando este sistema de pensiones son muy bajos”, lo que para el experto, es el verdadero problema a enfrentar.
Por su parte, para el académico de la UCN, Sergio Zúñiga, el problema con los cotizantes de rentas bajas, es un tema que “siempre se resuelve con mayores impuestos a las rentas medias y altas”.
De todas maneras, para el economista la medida no es regresiva. “Por el contrario, implicará un alivio temporal a quienes ganan menos hoy, a cambio de mayores impuestos en el futuro a quienes ganan algo más, para financiar esas pensiones”, subrayó, aunque de igual forma, no descartó otros efectos económicos a futuro.
Incluso, ante un eventual perjuicio para el mercado de capitales, Zúñiga sostiene que sería un “daño menor, ya que la propuesta es de retiros bastante acotados. Me parece que en esta coyuntura la medida es razonable”.
¿Chilenos sin ahorro?
Una vez que se conoció la aprobación en general del proyecto, varias AFP, como Hábitat, enviaron cartas a sus afiliados, en donde se aseguraba que, el proyecto, al contemplar mínimos y máximos de retiro, permitiría que la mayoría de los afiliados puedan retirar montos superiores a ese límite, incluso hasta el 100% de sus ahorros, para 3 millones de personas, lo que equivaldría al 30% de los cotizantes.
De hecho, según datos de la Corporación Ciedess, ligada a la Cámara Chilena de la Construcción, un 70% de los afiliados al sistema podría girar el piso mínimo de 35 UF que propone la iniciativa. Respecto a quienes podrían acceder al monto máximo, sólo un 6% de los cotizantes podría aspirar a girar los 4,3 millones de pesos previsto, lo que a juicio de la entidad, ratifica lo “regresivo” del proyecto.
Para el académico Sergio Zúñiga, es un hecho “que el sistema de AFP no resuelven los problemas de la gente de menores recursos. Es un sistema muy bien hecho, aunque se requieren modificaciones, para las rentas medias y altas”.
En ese sentido, considera como “un error insistir en que las AFP van a dar pensiones razonables a los pobres. Al final, es el Estado a través de mayores impuestos quienes lo harán, y no serán las AFP”.
Precariedad
Por ello, para el economista de la UCN, se debe entender que el sistema previsional chileno se divide en dos partes: las AFP, en donde “quienes ahorran lo suficiente en las AFP obtienen pensiones suficientes”. Y la segunda parte, son aquellos cotizantes de rentas bajas, que son la mitad de los trabajadores chilenos. “Y las AFP no se hacen cargo de ellos, porque no fueron diseñadas para eso. El problema es que mucha gente cree que sí”, ante lo cual sólo quedaría el traspaso de recursos fiscales.
Por lo mismo, para Zúñiga es vital “una gran reforma que priorice el apoyo a los pensionados de menores recursos, obteniendo el dinero a través de una gran reforma fiscal, que optimice el uso de los dineros del Estado como se hace en los países desarrollados”.
Por el contrario, para Benjamín Sáez, de la Fundación Sol, el hecho de que haya chilenos que incluso tengan en sus cuentas un ahorro inferior al monto mínimo de 35 UF que establece el proyecto para retirar, “da cuenta de la precariedad de este sistema de cuentas individuales”, pues el 27% de las personas que están afiliadas al sistema tienen menos de un millón de pesos en sus cuentas.
Sin embargo afirmó, “las mismas AFP promovieron esto hasta cierto punto, cuando se debatía la reforma anterior, pues es una opción para mejorar sus estadísticas, porque se saca a la parte más débil de las pensiones contributivas, las cuales, pasan a ser pensiones básicas solidarias, por lo tanto el Estado se hace cargo de ellas”.
No se cobrará comisión
Durante la última sesión de la Comisión de Constitución en la Cámara de Diputados realizada este jueves, se avanzó con la discusión de las indicaciones a la que fue sometido el proyecto tras la aprobación en general de este miércoles.
Una de las indicaciones aprobadas por 7 votos a favor contra 4 y una abstención, fue que no se podrá cobrar una comisión por los fondos retirados, es decir, que no cuente como renta ni cobro de impuestos por parte de las AFP al momento de retirar parte de los ahorros de las cuentas individuales.
Por su parte, la indicación que proponía eliminar el piso mínimo que se puede retirar de 35 UF (1 millón de pesos) fue finalmente rechazada.
Ahora el proyecto deberá volver a la sala de la Cámara de Diputados, donde se votará en particular la próxima semana.