Una preocupante situación viven actualmente las mujeres en materia de empleabilidad, ya que según un informe de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) la tasa de participación laboral se situó en 46% en 2020, mientras que la de los hombres en 69%.
De acuerdo al documento, en 2019, previo a la pandemia, el 11,1 por ciento de las mujeres ocupadas se dedicaba al trabajo doméstico remunerado, pero tras la crisis los niveles de ocupación en el sector cayeron en un 46,3% en el país.
La realidad en la región de Coquimbo no es alentadora. Según el último informe del INE, la tasa de desocupación de las mujeres fue de 15% y la de los hombres de 10,8%, duplicando la cifra femenina respecto al mismo trimestre del 2019 (7%) y posicionándose como la tasa más alta desde que se mide en la región (año 2010).
Pablo Pinto, director del Observatorio Laboral para la Región de Coquimbo, que es promovido por Sence y ejecutado a través del convenio entre la OTIC de la CChC y la Universidad Católica del Norte, explicó que existían dos fenómenos que influían en las cifras de participación femenina en la zona.
“Comenzó disminuyendo en el estallido social, pero se agudizó con la crisis de la pandemia, es decir, muchas mujeres salieron del mercado laboral, ya sea formal o informal, y eso significó que en términos de participación retrocedimos casi una década”, explicó.
En el último trimestre móvil del 2019, la participación femenina era cercana al 51%, bajando a 43% en mismo periodo del 2020, disminuyendo casi en 8 puntos.
Según expresó Pinto, más de un 25% de mujeres que no están participando del mercado laboral es por razones relacionadas a la familia.
“El segundo fenómeno que se produce, es que conforme la economía empieza a recuperar el empleo, más mujeres están dispuestas a entrar al mercado laboral, no obstante, no hay capacidad suficiente en la economía para absorber el empleo femenino y por eso se produce una tasa de desocupación mayor. Esa es una noticia que era previsible en la medida que más mujeres están entrando al mercado laboral”, precisó.
Asimismo, los rubros donde más se concentra el empleo femenino han sido los más afectados por la pandemia, como el sector comercio, enseñanza, hotelería y gastronomía y labores domésticas.
Al respecto, la seremi de la Mujer y Equidad de Género, Ivón Guerra, sostuvo que la peor parte de la crisis se la estaba llevando el género femenino y que 3 de cada 5 mujeres no estaban ni trabajando ni buscando empleo, muchas de ellas jefas de hogar y también el único sustento de familias monoparentales.
“En la región de Coquimbo esta realidad nos afecta fuertemente, por lo mismo, desde la secretaría regional que represento, estamos liderando gestiones con privados e instituciones públicas para abordar esta situación y generar que la región avance con perspectiva y equidad de género. Por ejemplo, estamos armando una relación estratégica con la Cámara Chilena de la Construcción para que haya más inserción laboral femenina en esta área”, adelantó.
Lo mismo indicó están haciendo en el rubro de la minería, además de apoyar a las pymes de mujeres a través del Ministerio de Economía, así como capacitaciones a jefas del hogar, aportando para su desarrollo emprendedor.