“La pesca artesanal está dormida en la IV Región y frente a nuestras narices perdemos la disponibilidad de los recursos ante los industriales”. Con esta frase el vicepresidente de la Federación de Trabajadores del Mar Elqui (FETRAMAR) Pascual Aguilera, resumió el difícil momento que atraviesa el gremio ante la certificación de sustentabilidad obtenida por la industria crustacera en la zona, que realiza su actividad dentro de las 5 millas extractivas e impacta en la cantidad de recursos disponibles, según afirmó en entrevista con El Día.
Desde la FETRAMAR, que reúne a 18 caletas pesqueras a nivel regional, aseguran no haber sido consultados respecto al citado proceso, tal como lo exige la ley. Por ello, catalogan el logro de la actividad rastrera como viciado y exigen transparentar a la Asociación de Industriales Pesqueros de Coquimbo esta situación.
Por otra parte, los pescadores artesanales de la región están expectantes ante las modificaciones que se exigen al gobierno realizar a la Ley de Pesca durante el año 2017, considerando que la principal demanda local radica en eliminar la “perforación industrial de las 5 millas extractivas, que son de exclusividad de los artesanales”, según sostuvo Aguilera.
Ante ello, la FETRAMAR asegura no sentirse representada por la Confederación Nacional de Federaciones de Pescadores Artesanales de Chile (CONFEPACH) y sus similares, y proponen conformar la Confederación de Pesca Artesanal del Norte que reunirá a las federaciones de las comunas de La Higuera, Coquimbo y Los Vilos, plataforma desde la cual buscarán hacer sentir las demandas locales al gobierno, pero para ello se requiere del compromiso de los hombres de mar.
-¿Cuál es la realidad de la pesca artesanal a nivel regional?
“Difusa y compleja. Existe una falta de compromiso de los pescadores y una visión más amplia de qué es la pesca artesanal. En otras regiones, las organizaciones pesqueras hacen valer sus derechos, mientras que nuestra pasividad permite que los industriales avancen y prolonguen la perforación de las 5 millas extractivas. Hay que salir de la pasividad y la inercia, de lo contrario podemos desaparecer”.
-¿Qué impacto genera en la zona la perforación de las 5 millas extractivas por la pesca industrial?
“La pesca industrial de arrastre es nociva y está autorizada para extraer recursos en una zona que es de uso exclusivo de los artesanales. Esto nos perjudica desde hace ya 25 años, pero hoy la situación es crítica y el subsecretario de Pesca Raúl Súnico autorizó esto para la pesca rastrera y crustacera, que es la de mayor impacto al afectar directamente la disponibilidad de recursos con la extracción de fauna acompañante. Somos casi la única zona de Chile en esta situación”.
-Hace unas semanas la pesca rastrera de crustáceos certificó la sustentabilidad de su actividad en la IV Región, ¿fue consultada la FETRAMAR respecto a este proceso?
“La certificación de la pesca industrial en la zona es macabra, y como FETRAMAR no fuimos consultados, menos tuvimos idea de los supuestos encuentros ciudadanos y gremiales que se deben hacer durante este proceso. Derechamente no participamos y la pesca industrial miente al decir que fuimos consultados, ya que los artesanales no vemos como legítima la calificación obtenida de mala forma. Hay intereses creados y estas prácticas de la industria ya no sorprenden”.
-Ante la falta de cohesión de los gremios de la pesca artesanal a nivel regional, ¿cómo se abordará esto de cara a discutir posibles modificaciones a la Ley de Pesca?
“Desde la FETRAMAR, que reúne a 18 caletas, no nos sentimos representados por las grandes cúpulas de la pesca artesanal como son las confederaciones CONFEPACH, CONAPACH Y CONDEP. Por ello, Coquimbo junto a Los Vilos y La Higuera conformaremos una confederación de la pesca norte, ya que nadie habla de nuestra demanda principal que es terminar con la perforación de los industriales a las 5 millas. No concebimos que gente de la zona sur tome decisiones por la zona norte, donde la realidad es diferente”.