Preocupación por elevado aumento de quiebras tanto personales como de pequeñas empresas

Una de las principales inquietudes que tienen las personas naturales y las pymes pasa por el endeudamiento, que los puede llevar a una quiebra cuando esta se hace insostenible.

Las cifras de liquidaciones de empresas y personas individuales ha tenido un aumento significativo de acuerdo a lo señalado por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, ya que han aumentado en forma significativa y son diversas las causas que han influido en esta realidad.

En efecto, en la Región de Coquimbo durante el primer trimestre de 2019, las personas en quiebra llegaron a 61, que es prácticamente el doble respecto a igual período de 2018, cuando se llegó a 31. En tanto, sólo 15 personas renegociaron sus deudas, mismo nivel que 2018. En cuanto a empresas, hubo 11 quiebras y cero reorganizaciones.

Al respecto, entidades responsables de apoyar ante estas situaciones límite realizan su propio análisis. Mario Espinoza, gerente general de Defensa Deudores, en conversación con El Día Radio, se refirió a esta compleja realidad, lo que pudo palpar en un encuentro Pro-Pymes en La Serena, donde pudo conocer de primera fuente la forma de enfrentar eventos de insolvencia económica, que es complicada sobre todo a nivel de pymes.

“La ley de insolvencia de emprendimiento va a cumplir en octubre de este año cinco años de vigencia, y se ha dado un fenómeno bastante lamentable, porque en una primera fase habían más renegociaciones que liquidaciones, recurriendo a un requerimiento administrativo que es gratuito, donde el deudor lograba nuevos acuerdos de pago con sus acreedores, lo que era beneficioso para ambas partes. Lamentablemente, este fenómeno durante los últimos años ha ido a la inversa”, indicó.

A su juicio, esto se debe a un empobrecimiento de los hogares en Chile y a un endeudamiento de los hogares, donde el 73,3% de los ingresos se destina para esos fines, por lo que el nivel de ahorro ha disminuido, y creció la necesidad de financiamiento. “Por ende quedamos con hogares con menos dinero para poder repactar”, señaló Espinoza.

Un diagnóstico

Un aspecto importante es que las personas y las mismas pymes se están demorando más en reconocer que existe alguna problemática. “En general, cuesta reconocer el fracaso. Esperamos que esto se revierta con un nuevo trabajo o aumento de sueldo, pero eso no se da. Eso hace más inviable que sea posible renegociar, y sólo reaccionamos cuando existe una demanda. Esto no se da solo a nivel de personas, también ocurre en cuanto a empresas. Hay pymes que pueden salvarse, pero eso está directamente relacionado con la tardanza en la decisión de poder repactar”.

“Lo que pasa es que en tiempos de bonanza, no fomentamos el ahorro y se genera un aumento en el consumo, por lo que se abren más puertas para el financiamiento”. Mario Espinoza,  gerente general de Defensa Deudores

A juicio del profesional, un aspecto muy importante por el déficit en materia de educación financiera. “Lo que pasa es que en tiempos de bonanza, no fomentamos el ahorro y se genera un aumento en el consumo, por lo que se abren más puertas para el financiamiento y eso se utiliza en créditos de corto plazo o en bienes poco durables, como son gastos para vacaciones. Por esto, como Defensa Deudores participamos en la entrega de herramientas para que el endeudamiento sea sano, responsable y sostenible en el largo plazo”, concluyó. 3801i