El presidente nacional de la Cámara Chilena de la Construcción, Antonio Errázuriz, quien hace unos meses asumió el cargo para el periodo 2020-2021, valoró que a medida que las restricciones sanitarias impuestas por el coronavirus han dado paso a un gradual proceso de apertura en algunas regiones del país, como es el caso de la Región de Coquimbo, se esté avanzando en la progresiva recuperación de empleos en el sector.
En ese sentido, Errázuriz destacó las potencialidades que, a pesar de la pandemia, aún conserva la Región de Coquimbo para el desarrollo inmobiliario, gracias a su potencial turístico, aunque de todas formas, advirtió sobre el eventual riesgo y retroceso que se puede generar debido a un eventual rebrote.
Por otro lado, manifestó la voluntad del gremio para cooperar en conjunto con el Estado con el fin de eliminar el drama de los campamentos en Chile, fenómeno que con la pandemia, se ha acrecentado más. Eso sí, señaló que para resolver el déficit habitacional en el país, se requiere de una política de Estado y con objetivos concretos.
-¿Cuál es el balance que realizan desde el sector en medio de la pandemia, teniendo en cuenta que han sido uno de los rubros más afectados?
“El balance que hacemos a partir de los 400 mil empleos que en un momento determinado en el peak de la pandemia se perdieron, vemos que poco a poco hemos ido retomando la actividad de la construcción.
Hasta la fecha, me atrevería decir que hemos recuperado del orden de 150 mil empleos y eso es a partir de este protocolo sanitario que en términos de gestión, está orientado a que nuestra actividad fuera concebida como una actividad segura.
En resumen, paso a paso estamos recuperando los puestos de trabajo. Sabemos que tenemos un camino por recorrer, y estamos dentro de ese camino muy expectantes ya que las obras han empezado a funcionar en zona de cuarentena.
Por eso, creemos que es muy importante todo el plan de licitación de proyectos que el gobierno ha entregado”.
-¿Cómo evalúa la decisión del Gobierno que la construcción privada pase a ser finalmente, una actividad esencial?
“Veníamos luchando hace mucho rato por eso, y todo ello, porque los proyectos públicos nunca se detuvieron. Pero lo más importante es que esos proyectos públicos fueron parte del plan piloto que demostró que el protocolo sanitario funcionaba, porque la tasa de contagio que nosotros obtuvimos como actividad de la construcción fue del orden de 2 por 1.000.
Felizmente llegamos a un buen entendimiento con las autoridades y nos ha permitido operar en zonas que hoy día están en cuarentena, como son algunas zonas del sur del país”.
-En ese sentido, ¿cómo ve las potencialidades de la Región de Coquimbo en relación al desarrollo del mercado inmobiliario?
“La Región de Coquimbo tiene un tremendo potencial a partir de todo el tema turístico que tiene. Sin embargo hay dos riesgos que yo veo: uno, es un rebrote, y en ese sentido, hacemos un llamado a no bajar la guardia, especialmente en nuestro sector, porque debemos mantener una actitud vigilante ante el virus.
Y el segundo, es el comportamiento de la ciudadanía y la paz social. Para que haya inversión es fundamental en que haya confianza, y la confianza se logra a partir de los hechos o ‘condiciones de borde’, como le llamo yo, que se van desarrollando en el país.
Creo que volver a reencontrarnos como chilenos en un clima de confianza va directo a la vena en los que es la creación de empleo que este país tanto lo necesita”.
-El gremio se ha planteado a nivel nacional un desafío importante como es la erradicación de los campamentos. ¿Cuál es la propuesta para dar solución habitacional a tantas familias que viven en esta situación?
“Como presidente de la cámara, yo quisiera dejar un legado, que es comenzar a resolver el tema de los campamentos del país, pero basado en hechos concretos. Nosotros no queremos quedarnos en anuncios o en proyectos. No. Queremos entregar una solución habitacional al tema de los campamentos y estamos trabajando para ello.
Y aprovecho de mencionarlo: debemos ser cuidadoso en darle una mirada a todo el tema migratorio que hay en el país.
Yo creo que la migración y el aporte de los migrantes en el país ha sido muy importante, pero debemos también, hacerlo en forma ordenada, porque hay un tema que nos preocupa como es el crecimiento exponencial que ha tenido el tema de los campamentos en el último tiempo. Nosotros estábamos hablando de 50 mil familias que vivían en campamentos, y hoy día hay cifras que se escuchan que estaríamos hablando de casi el doble.
La solución del campamento no pasa solamente por construcción de viviendas dignas para aquellos que viven en esas condiciones, sino también con una política migratoria que sea ordenada”.
-Por otro lado, ¿cómo focalizar los proyectos de vivienda social, por ejemplo, en nuestra región, donde muy pocas empresas se dedican a ello?
“Aquí tiene que haber un trabajo en conjunto con el Estado. Hay que ser muy participativo con las autoridades de gobierno, con aquellos sectores que están relacionados con el tema de vivienda, con el tema social, pues este es un proyecto país que va más allá del gobierno de turno.
Para mí esto debe ser una política de Estado. Primero hay que ponerse de acuerdo cuántas viviendas se requieren en el país. Nosotros hace un tiempo atrás dijimos que el país necesitaba 700 mil viviendas. Pero yo creo que no tenemos concordancia en ese número diría yo, y eso hay que afinarlo.
Nosotros estamos disponibles para colaborar con ello porque tal como lo dije recién, esto es para nosotros una meta: colaborar y participar en la solución de los problemas de los más necesitados”.