El Banco Central redujo este martes recién pasado la tasa de interés monetaria del 2,5% al 2%, la cifra más baja desde 2010, producto de un recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y ante el bajo crecimiento de la economía el mes pasado, alcanzando el 1,9% interanual.
Y si bien, las cifras entregadas este jueves sobre el IMACEC del mes de julio, que alcanzó un 3,2%, significó un alivio para las autoridades económicas, lo cierto es que aún nada asegura que esto sea “el camino hacia la recuperación económica” como dijo ayer el propio Presidente Sebastián Piñera, lo que fue ratificado por su ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien aseguró que “una golondrina no hace verano”.
Por lo demás, el día anterior, el Banco Central había rebajado el pronóstico de crecimiento económico a un rango de 2,25% y 2,75%.
De hecho, la decisión de rebajar las tasas de interés, se tomó ante el “empeoramiento del escenario externo”, y ante el “recrudecimiento del conflicto comercial entre Estados Unidos y China, con impacto en otras economías integradas en las cadenas de valor y los mercados financieros”, señalaron desde el instituto emisor.
Oportunidades
Sin embargo, en la práctica ¿cómo se traduce esta baja de tasas de interés en el bolsillo de las personas?
En términos simples, esta decisión implica que los costos de los créditos en general, como los de consumo y los hipotecarios se abaratan, con la finalidad de reimpulsar la actividad económica del país.
Este momento es pues, el mejor y más adecuado para obtener nuevos créditos o en caso contrario, refinanciar deudas contraídas con anterioridad.
Al respecto, el ingeniero comercial y contador auditor, Héctor Ballesta, de Ballesta Consultores, explicó este nuevo escenario económico que se abre con un ejemplo.
“Una baja de 0,5 puntos porcentuales en la tasa, teniendo un crédito de 3.000 UF a 20 años, deberia significar una caída en el dividendo de 16,3 UF mensuales a 15,48 UF. Eso significa una caída de 0,72 UF del dividendo mensual aproximadamente. En el caso de los 20 años, se observa una caída de 172 UF, que son 5 millones de pesos. Ese es el impacto”, asegura. “En promedio (la tasa) deberia caer hoy dia del 2,8 al 2,3% anual en UF” agrega.
Por ello, para el experto “este es el mejor momento para tomar créditos hipotecarios o en su defecto, reprogramar deuda que estaba con una tasa muy alta”.
En ese sentido, Ballesta aclaró que el reprogramar una deuda bajo este escenario –con tasas de interés más convenientes – “siempre va a convenir, para créditos que están recién ingresando a pagarse, sobre los cuales queda mucho capital por pagar todavía. Mientras mayor sea la deuda en capital con crédito actual, mayor va a ser el efecto”.
Cabe señalar además que este escenario es favorable para quiera comprar una propiedad aprovechando la reducción de las tasas, pues podrían bajar los precios de las viviendas.
Pero no solo para las personas, sino también para las empresas explica el ingeniero comercial, también se ve conveniente la baja de tasas de interés decretadas por el Banco Central, pues “es un buen momento para endeudarse razonablemente, y proyectar su deuda a largo plazo”.