El 12 de marzo de 2011, las fuertes marejadas generadas tras el terremoto y posterior tsunami en Japón causaron pérdidas superiores a los 3 millones de dólares a los pescadores industriales y artesanales de la caleta de Tongoy, provocando una merma en la producción de ostión del norte que bordeó el 50%.
Tras el desastroso episodio, el gremio recurrió a las autoridades y se comenzó a desarrollar un proyecto de recuperación con recursos del Fondo de Administración Pesquero, con un monto de inversión cercano a los 100 millones de pesos. Leonardo Carvajal, presidente de la Asociación Gremial de Ostioneros de Tongoy, señala que esta industria genera mucha actividad laboral, pero, sin embargo, venía en decadencia desde que irrumpió en el mercado el ostión peruano. A eso se sumó, indica, la falta de semilla y las pérdidas tras el tsunami.
De a poco, sostiene, comenzaron a remontar, y con estos recursos gubernamentales tuvieron la opción de comprar 120 mil bolsas de semillas. “Ahora podemos decir que este sector productivo fundamental para Tongoy ya se levanta”, enfatiza.
Dice que, pese a que están en una primera fase de recuperación, tienen toda la confianza de que va a repuntar de manera definitiva. “En tiempos de producción peak, nosotros llegamos a producir 3 mil toneladas de carne de ostión al año, y al 2014 creo que vamos a llegar nuevamente a esa cifra”, plantea.
Respecto de los mercados a los que esperan apuntar, sostiene que el que tiene mayor atractivo para ellos es el chileno. “También estamos enfocando nuestro esfuerzos a Francia y Brasil”, dice.
Por su parte, de visita en la localidad, el subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, destacó que estos recursos destinados por la entidad pudieron servir para recuperar, en corto plazo, esta industria. “Hoy hemos podido constatar que estos recursos que pusimos en el mar se van a multiplicar gracias al esfuerzo de los pescadores”, expresó. La autoridad enfatizó “y este año estimamos que vamos a recolectar alrededor de 50 millones de semillas, con ello tendríamos alrededor de 25 millones de ostiones que podríamos cosechar, lo que significa algo así como 5 millones de dólares. Este ejemplo deberíamos replicarlo en muchas otras actividades económicas del país”, precisó.
El seremi de Economía, Gustavo Mallat, señala que esta industria estaba con muchos inconvenientes y se pensaba que su recuperación iba a tardar al menos 3 años “se vio una caída fuerte en los niveles de exportación y en la producción”.
Ahora, asegura, seguirán enfocando sus esfuerzos en lograr el despegue definitivo del sector. “En Chile ya no se puede concebir la acuicultura como sinónimo de salmón solamente y, en ese sentido, nos jugamos por convertir la industria del ostión, para que en el futuro pueda seguir potenciando sus exportaciones y diversificando los mercados”, recalcó.
En cuanto a las proyecciones de los envíos, dice el seremi, se basarán en buscar nuevas alternativas en la zona del euro, una vez que se recupere “también queremos apuntar a los mercados asiáticos. Hay un espacio para entregar el producto con mayor valor agregado, tenemos muy buenas proyecciones a futuro”, enfatiza.
EL AÑO DE LA INNOVACIÓN. En tanto, la visita del subsecretario de Pesca tenía como objetivo también el dar inicio al Año de la Innovación en la Región de Coquimbo.
En la oportunidad, la autoridad hizo un llamado a los empresarios a embarcarse en nuevos proyectos que marquen la diferencia y a aprovechar las herramientas que entrega el Estado en este sentido.
Puso como ejemplo el trabajo que se está desarrollando a través del Programa de Difusión Tecnológica, “Acuicultura en Áreas de Manejo Región de Coquimbo”, iniciativa que tuvo un costo que bordeó los $175 millones apoyado en un 80% por Corfo y que busca sentar las bases para instalar actividades acuícolas en las áreas de manejo de la región a través de la difusión de la normativa legal.
Al respecto, destacó que “son más de 761 áreas de manejo que hay en Chile, en los 4.200 kilómetros de costa que tenemos. Hoy día la acuicultura está concentrada en grandes empresas y en una especie en particular que son los salmones y la verdad es que podemos diversificar mucho. Lo que queremos en el año de la innovación es permitir que los pescadores artesanales puedan desarrollar acuicultura en pequeña escala a lo largo de todo el país”, expresó.
Este proyecto pionero tiene por finalidad fundamental fortalecer la actividad de acuicultura del recurso ostión del norte (Argopecten pupuratus), a través del fortalecimiento de la captación de semillas y de captación natural complementada con la compra de semillas realizada por hatcheries autorizados en la región.
El director regional de Corfo, Cristian Morales, destacó la importancia de la innovación e indicó que “el Gobierno está convencido de que es el camino que permitirá a Chile avanzar hacia el desarrollo, por eso decide declarar el 2013 el Año de la Innovación”, puntualizó.