Las graves consecuencias económicas que la pandemia ha dejado a su paso en la Región de Coquimbo aún se siguen sintiendo, pese a que en los últimos meses la actividad productiva ha ido recuperándose, a medida que las restricciones han ido levantándose y los contagios disminuyendo.
No obstante, el daño está ahí y es posible cuantificarlo por ejemplo, en cómo la crisis ha influido en los ingresos de las personas y los hogares.
Así lo refleja la última Encuesta Suplementaria de Ingresos, ESI, 2021, elaborada por el INE, y que se recolecta en el trimestre móvil octubre-diciembre de cada año.
Así, con los datos disponibles de dicho trimestre del año 2020, es posible observar –al compararlo con los resultados de años anteriores– el retroceso que muestran las cifras y el devastador efecto que la crisis sanitaria ha tenido en los ingresos de la región, “retrocediendo varios años en términos de crecimiento que se ha venido dando a nivel local, retrotrayéndonos incluso a niveles de 2015”, asegura el académico y director de la Escuela de Ciencias Empresarias de la UCN, Pablo Pinto.
Así por ejemplo, en relación al ingreso promedio real en 2020 (ver recuadro 1), es decir, lo que las personas reciben descontando previsión y salud por ejemplo, alcanzó los 503.300 pesos, lo que se traduce en una reducción de un 5,2% respecto a igual periodo de 2019, cuando se alcanzó un ingreso promedio de 530.000 pesos.
Esta cifra nos deja como la tercera región del país con el ingreso promedio más bajo, sólo superando a las regiones de Maule y Ñuble.
Respecto a los ingresos promedio por hogares –que consideran los ingresos laborales de quienes integran el hogar más los de otras fuentes como rentas o arriendos- alcanzó en 2020 los 934.500 pesos (ver recuadro 2). No obstante, esta cifra, muestra una reducción de más de un 13% respecto a 2019, cuando se alcanzó un ingreso promedio por hogar de 1.083.000 pesos.
“Esta es una caída muy significativa porque en relación a los hogares nos retrotrae a al menos 5 años atrás, previo a los ingresos del año 2016. Uno puede decir por tanto, que la crisis en términos de los hogares nos significó casi 5 años de retroceso de los que son los ingresos comparados. Somos más pobres ahora”, explica el académico Pablo Pinto. “Ese es un efecto muy claro de la crisis social”, agregó.
Ahora bien, en términos de la mediana de ingresos, ésta no ha tenido grandes variaciones, y demuestra también –quizás con mayor crudeza– la precariedad de los ingresos en la región. Y es que según la encuesta, el 50% de los trabajadores de la región recibió un sueldo igual o menor a 376.500 pesos en 2020. Esto ubica a Coquimbo como la tercera región del país con la mediana de ingresos más baja del país, sólo superando a Ñuble y Araucanía.
Una economía precaria
Pero más allá de las cifras en sí y el obvio golpe de la crisis sanitaria ¿qué es lo que explica que la Región de Coquimbo esté en la parte baja de la tabla de ingresos promedio del país?
A juicio del académico Pablo Pinto, ello está directamente relacionado con la estructura productiva de la región, “en donde la mayoría de los ingresos que se generan son de sectores que tienen en promedio un nivel salarial bajo. Estamos hablando de comercio, del sector hotelería y turismo, o del sector silvoagropecuario y pesca. En general, son sectores que en promedio pagan menores remuneraciones que el promedio de otros sectores como la minería”, afirma.
Por si fuera poco agrega que “el año pasado, aquellas actividades que son fundamentales para la región, como los servicios, el comercio, y todas las actividades asociadas a la atención de público, fueron muy mermadas producto de las cuarentenas, restricciones sanitarias y otros problemas”.