El pasado 30 de enero, se cumplieron cinco años desde que el proyecto Puerto Cruz Grande de la Compañía Minera del Pacífico (CMP), obtuvo su Resolución de Calificación Ambiental (RCA).
Oportunidad que la ONG Oceana aprovechó para solicitar la caducidad del permiso, debido a que la iniciativa no habría comenzado con sus obras dentro del plazo determinado por la normativa vigente.
“Considerando que venció el plazo estipulado por el reglamento para comenzar con los trabajos, hemos solicitado la caducidad del proyecto Cruz Grande, tal como lo estipula la legislación”, indicó la abogada de la organización internacional dedicada a la conservación de los océanos, Javiera Calisto.
Complementó que “Cruz Grande es un riesgo para la conservación marina del país y una amenaza latente para uno de los ecosistemas marinos más importantes de toda la Corriente de Humboldt (…) Cruz Grande, al igual que ocurrió con minera Dominga, no presentó información básica que permitiera evaluar los impactos que tendrían las embarcaciones en esta zona”.
Asimismo, la jurista aseveró que esta acción busca poner de manifiesto la necesidad de que los desarrollos autorizados se ejecuten en condiciones similares a aquellas que se tuvieron a la vista durante la evaluación ambiental, lo cual en Cruz Grande no ocurrió considerando que ya pasaron cinco años.
De este modo, presentaron ante la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), el requerimiento para que esta solicite al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) la declaración de caducidad de la RCA de la futura instalación portuaria.
CMP aclaró
Sin embargo, consultados por El Día, desde la CMP, división minera de la Compañía de Acero del Pacífico (CAP), desmintieron a la ONG y explicaron que la iniciativa ya empezó con sus obras.
“El pasado 28 de enero de 2020, Compañía Minera del Pacífico informó a la Superintendencia del Medio Ambiente, el inicio de construcción del proyecto portuario Cruz Grande”, comunicaron.
En este sentido, desde la entidad dedicada a la producción de hierro, aseveraron que en la actualidad se encuentran ejecutando los trabajos asociados al mejoramiento vial, labores para la infraestructura de apoyo e iniciativas de compensación ambiental.
Impactos ambientales
En tanto, dando respuesta a la inquietud de Oceana acerca de los supuestos perjuicios al Medio Ambiente que causaría el desarrollo, aseguraron que en su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) se contempla un Plan de Medidas de Mitigación, Reparación y/o Compensación que considera las acciones que serán adoptadas por el proyecto para hacerse cargo de sus impactos ambientales, así como un Plan de Seguimiento Ambiental para aquellos componentes relevantes y sobre los cuales se ha evaluado algún efecto significativo por parte del futuro puerto.
“Cabe señalar que CMP tiene el propósito de mantener las mejores relaciones con las autoridades y comunidades, especialmente con aquellas más próximas a Cruz Grande para explicar el proyecto a todos quienes lo requieran. La empresa desea generar relaciones basadas en la transparencia, el respeto y la confianza. Por esa misma razón, los últimos años se ha mantenido contacto con todos los interesados en el proyecto y la disposición para el diálogo con las distintas entidades con intereses en la zona, incluidas las ONGs, ha sido constante”, finalizó la empresa.
Puerto Cruz Grande
De acuerdo a su EIA, el proyecto consiste en una instalación portuaria capaz de atender naves graneleras de hasta 300.000 DWT, cuyo propósito inicial es brindar los servicios de recepción, acopio y embarque de graneles minerales requeridos por la misma Compañía Minera del Pacífico y eventualmente, por otros desarrollos mineros interesados.