“Si me dijeran que vuelvo mañana a trabajar, yo feliz. Sería un privilegio, porque estamos pasando momentos económicos muy difíciles. Vivo solo con el seguro de cesantía y las deudas suman y siguen. Nosotros estamos preparados para regresar a la obra, porque tenemos las medidas sanitarias y todo está controlado. Me contagié de coronavirus en la calle, por eso se lo digo, estamos más seguros en nuestros trabajos”, señala el maestro de urbanización, Patricio Cortés, quien además es presidente del comité paritario del proyecto Vista de Inmobiliaria Nova, obra que se encuentra paralizada desde que se declaró la cuarentena en nuestra conurbación La Serena-Coquimbo y que al igual que muchas de este rubro, ven con desazón el no tener la posibilidad de continuar sus operaciones por no ser una actividad esencial.
Y es que liderar el desempleo nacional, con un 16,1%, muestra la cara más sensible de nuestra región y en el caso de la industria de la construcción regional, son más de 5.000 empleos afectados hasta la fecha, con un total de 56 obras de infraestructura privada y obras inmobiliarias paralizadas. Mientras los directivos de la CChC La Serena realizan un trabajo gremial en el que solicitan a las autoridades regionales, sectoriales y comunales; parlamentarios y al CORE, intercedan ante el ministro del Interior para que la construcción privada sea declarada una actividad esencial, los trabajadores suspendidos de sus labores también alzan la voz, desde sus dolores y necesidades.
“Desde marzo que trabajamos con este protocolo y no hemos tenido ningún contagio laboral... es muy duro y triste ver a tanta gente que llega acá a buscar trabajo”, Ramón Gallardo, encargado de bodega de obra de Liceo Alberto Gallardo de Punitaqui.
“Los trabajadores de la construcción estamos acostumbrados a que si una obra se termina debamos esperar a que se inicie una nueva, o bien, emigrar a otra empresa, pero no a que nos finiquiten y lo que es peor, no tengamos donde buscar trabajo y esto es muy complejo porque con la cuarentena el escenario es otro, todo cambió”, afirma el trazador de la obra Boulevard de San Joaquín de Constructora Rencoret, Luis Godoy, quien continúa trabajando, pero que empatiza con sus compañeros que hace un mes y medio, están suspendidos.
Plena confianza en protocolos
Para la CChC La Serena y para las empresas que la integran, la primera condición y argumento para aperturar las obras paralizadas es el compromiso sanitario y para proteger la salud y dar las garantías de ello, desde marzo que se ha implementado el Protocolo Sanitario de la CChC, un modelo de gestión con eficientes resultados, prueba de ello, es la bajísima positividad de contagios laborales en las empresas regionales del sector, es decir, 1 caso en más de 9 mil trabajadores. En su versión 4.0, los colaboradores de esta industria, confían plenamente en esta herramienta, razón principal que los motiva a retomar sus labores.
“No es justo que algunas obras estén funcionando y otras no, porque nos rige el mismo protocolo y tenemos que cumplir con las mismas medidas y exigencias. Las respetamos al pie de la letra y, sin duda, nos sentimos más seguros dentro de la obra. El peligro está afuera, yo me contagié de coronavirus cuando visité a mi madre que fue a hacer un trámite al centro y terminamos ocho integrantes de la familia hospitalizados. Lo mío no fue un contagio laboral”, enfatiza el jornal de Constructora Elqui, Patricio Ardiles, quien agrega “con mis compañeros queremos que se reactiven las obras, necesitamos recuperar el sueldo porque estamos viviendo con un 75% menos y las deudas aumentan”.
El ayudante trazador de Inmobiliaria Serena, Felipe Contreras, agrega al respecto “si me preguntan, estoy dispuesto a volver mañana a la obra, porque confío en las medidas sanitarias de la empresa. Creo que hoy, se ha convertido en un hábito y todos tomamos los resguardos de higiene porque somos más conscientes, por eso no es justo que algunos nos tengamos que quedar en casa viendo cómo se resiente nuestra economía”.
Rafael Ledezma, presidente del comité paritario de la obra supermercado Alvi a cargo de Constructora CGC, proyecto que se encuentra paralizado, coincide en que las obras deben continuar con sus operaciones “las autoridades debieran otorgar los permisos para reabrir las construcciones y que nos fiscalicen, porque somos responsables y tomamos las medidas. Todos queremos volver, la situación económica está complicada, tengo compañeros que ni siquiera pudieron acceder a los beneficios del gobierno porque llevaban poco tiempo trabajando, esto ha sido muy duro para todos”.
Por su parte, Ramón Gallardo, encargado de bodega de la obra Liceo Alberto Gallardo de Punitaqui, a cargo de Constructora HIKZA, que continúa sus operaciones por ser obra de construcción pública esencial, señala que no ve la diferencia que se hace en el sector, ya que el funcionamiento del protocolo Sanitario es igual para todos.