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Lautaro Carmona
Al respecto, el presidente de la CChC La Serena, Daniel Mas, explicó que la complejidad del momento económico actual han obstaculizado aún más el acceso a una casa propia. No obstante advirtió, los precios de los inmuebles en la conurbación siguen siendo los más bajos entre las grandes áreas urbanas del territorio nacional.

Fue en el contexto de tercera versión del Week Inmobiliario, celebrado el pasado mes de octubre, en donde el gerente de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción, Javier Hurtado, dio a conocer las conclusiones del informe “Mercado Inmobiliario de Chile: Situación actual, perspectivas y principales riesgos”, el cual abarcó a las principales áreas urbanas del país, entre ellas la conurbación La Serena-Coquimbo.

En ella se dieron a conocer una serie de oportunidades y desafíos que hoy enfrenta la industria, tradicionalmente, uno de los sectores económicos más dinámicos del país, pero que hoy debe hacer frente a la compleja coyuntura económica por la que atraviesa la economía nacional y mundial producto de la pandemia.

En primer lugar, el aumento de las tasas de interés y la inflación, y en segundo lugar, el acceso al crédito, hoy mucho más restrictivo que antes, que han reducido los plazos máximos de 30 o 25 años a 20, o incluso, 15 años.

“Nos vemos enfrentados a un complejo momento en el que diversas razones coyunturales dificultan y obstaculizan aún más el acceso a la vivienda, afectando con ello a muchas familias de sectores medios y, especialmente a las de menores ingresos de nuestra región y del país”, afirma al respecto, el presidente de la CChC La Serena, Daniel Mas.

Para el empresario, el aumento de inflación, producto del exceso de liquidez y del mayor consumo de las personas, sumado a las altas tasas de interés de los créditos hipotecarios, “hacen que el sueño de la casa propia se vea más lejano, porque, evidentemente, el impacto se verá en los montos de los dividendos que deberán pagar las familias”.

De hecho, en su último Informe de Estabilidad Financiera, el Banco Central, alerta que los plazos de los créditos hipotecarios han retrocedido a niveles de hace 20 años, producto de las mayores restricciones en el mercado financiero, lo que a su vez, ha llevado a políticas más restrictivas para los créditos de largo plazo para las personas y empresas.

En el mismo informe además, se reconoce a los retiros de las AFP como las principales fuentes de inestabilidad financiera.

En esa línea, Mas agregó que como gremio “nos preocupa además, el tenso clima de incertidumbre que está generando el debate político, el aumento de plazo en toda la cadena de compra de una vivienda y, por otro lado, que la banca esté limitando los créditos hipotecarios con plazo máximo a 20 años”.

 

Encarecimiento

Pero por si fuera poco, existe otro fenómeno que viene dándose en la industria inmobiliaria, aunque éste es de más largo plazo: el aumento del precio de las viviendas.

En efecto, el encarecimiento de los inmuebles nuevos es un fenómeno que se visualiza desde el 2010 en adelante, y algo más acelerado desde 2017.

Según los datos de la CChC, en promedio, las viviendas se han encarecido un 60% en la última década, con alzas de 38% para departamentos y de 131% para casas, siendo ésta una situación generalizada en las principales ciudades del país.

No obstante, el área urbana del país que ha visto crecer con más fuerza el precio de sus viviendas durante los últimos 10 años, es la conurbación La Serena-Coquimbo, alcanzando un alza de hasta un 90%, muy por encima de otras ciudades áreas metropolitanas, como el Gran Santiago (64%), Gran Valparaíso (30%), Gran Concepción (63%), y Temuco-Padre Las Casas (78%).

 

Conveniente

Pese a este aumento, al comparar el precio promedio de las viviendas nuevas de cada ciudad, la conurbación La Serena-Coquimbo sigue siendo el lugar con los precios de inmuebles más bajos entre las grandes ciudades de Chile.

Así lo señala Juan Pablo Traistain, presidente del Comité Inmobiliario y Vivienda de la CChC La Serena, quien subraya que se debe considerar, a pesar del aumento del 90%, que “la base de comparación es baja, ya que el valor promedio de las viviendas era de UF 1.500 y hoy está cercano a las UF 2.900, pero en un escenario muy diferente, con un estándar mucho más alto en cuanto a materialidad, mejores terminaciones, equipamiento y espacios comunes, con metrajes que se concentran bajo los 70 m2 y considerando que, de igual forma se mantiene con precios más bajos que otras regiones de nuestro país”.

En ese sentido, Tristain explica que “los precios que más han aumentado son los de las casas, básicamente por la incidencia que tiene el valor del suelo, en especial en las zonas urbanas”.

 

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