Faltan pocas semanas para el retorno a las escuelas de miles de estudiantes en Chile, esto genera bastante incertidumbre y agobio en algunos padres y menores, pues en algunos casos, niños, niñas y adolescentes no han pisado las aulas desde el inicio de la emergencia sanitaria.
En parte, esta preocupación es provocada por el Covid-19, ya que existe temor por los contagios que podrían presentarse en los colegios, además del estrés por los protocolos sanitarios y las normativas de cada establecimiento.
Otra de las grandes preocupaciones, es cómo podrían verse afectados estos estudiantes, tanto por el cambio en sus rutinas como por el maltrato o acoso que podrían sufrir por parte de otros compañeros.
Recordemos que el bullying o acoso escolar es uno de los principales factores de riesgo que afecta la integridad física y mental de niños, niñas y adolescentes en etapa escolar.
De hecho, la Agencia de Calidad de la Educación, reveló cifras alarmantes que señalan que en Chile cuatro de cada 10 escolares es discriminado en su colegio, ya sea por sus características físicas, personalidad, forma de vestir o su ritmo de aprendizaje.
Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) sostiene que la tercera parte de los NNA en el mundo sufre de bullying y los casos aumentan entre quinto básico y primero medio, en donde la prevalencia de sufrir de acoso en niños es del 32%, mientras que en las niñas es del 28%.
Por lo tanto, entra en discusión, qué tan preparados o seguros están los colegios y estudiantes para un retorno a clases presenciales. Además, urge darle importancia y visibilizar el bullying como algo que afecta directamente a NNA en su vida y cómo prevenir esta situación.
Es por esto, que conversamos con Susana López, psicóloga clínica de Intervención Familiar del Hospital San Pablo de Coquimbo, quien señaló que la comunicación es fundamental en el tema del bullying, pero enfocado en el sentir de cada estudiante. “Habitualmente les preguntamos a los niños cómo se portaron, qué nota se sacaron o si se portaron bien, desde ahora tenemos que aprender a preguntarles cómo se sintieron en clases”, dijo.
La experta señala que una forma práctica para una mayor fluidez y comunicación entre padres/cuidadores y estudiantes es “preguntarles tres cosas buenas y tres cosas malas que le pasaron hoy en el colegio. De esa forma vamos a poder saber cuáles son los intereses de los niños y cuáles son sus preocupaciones”.
López comenta que otra forma de generar confianza y acercamiento con los NNA, es “conocer a los amigos y observar cómo funciona en general, tanto en la casa cuándo se enoja, o cuando se pone triste, rabioso, o cuando pelea o se frustra en ciertas situaciones, analizar y observar cómo funciona”.
“Este análisis, servirá para conocer en profundidad a cada niño, niña y adolescente y lograr preguntarle directamente si está ocurriendo algo o si está sufriendo de algún tipo de violencia y abuso”, explica López.
También es importante que cada menor se siente acogido y resguardado por sus cuidadores, así como también por el colegio, por lo tanto es indispensable mantener una comunicación constante con el profesor. “Hoy día tenemos WhatsApp y preguntarles cómo ven a nuestros hijos”, agrega la psicóloga.
Por otro lado, López comenta que es fundamental atender tanto a la víctima como al responsable en casos de bullying, “Muchas veces se cataloga como malos niños o irrespetuosos o con un tilde muy negativo a los niños que ejercen bullying, pero también tenemos que ser consciente que algo está pasando con esos niños en su casa, tal vez no saben manejar la frustración o ni siquiera entienden lo que es, por eso es importante educar a través de las emociones”.
Educar a través de las emociones
López hace hincapié en la importancia de la educación a través de las emociones, puesto que conocerlas podría evitar un caso de bullying, “es importante identificar las emociones, porque si yo sé lo que es estar triste, rabioso, frustrado e identifico eso, se lo puedo comunicar a mis padres y si yo comprendo mis emociones no las descargo sobre otro, que es lo que ocurre en la mayoría de los casos de bullying”.
Por lo tanto, es fundamental enseñar sobre las emociones, cómo identificarlas y gestionarlas, “si yo le enseño a mi hijo cuáles son las emociones y cómo gestionarlas no se irá a descargar con el compañero, porque tendrá contención en el hogar y podrá expresar su pena, frustración y desahogarse “, enfatizó López.
Del mismo modo, sostiene que conocer las emociones permite, “ser solidarios y entender mi propia emoción, me permite empatizar con la emoción del otro, y si yo veo que el otro está sufriendo no me voy a burlar de él, porque yo entiendo lo que es el sufrimiento”.
También, es esencial que tanto padres como cuidadores aprendan a manejar sus emociones frente a los niños, “no debemos ocultar ni desconocer las emociones frente a los niños, sino todo lo contrario, si tengo pena o rabia explicarles por qué pasó tal cosa, obviamente no entrando en detalles, pero eso les enseñará y les dará una referencia de cómo gestionar las suyas”.
Cómo prevenir el bullying
Una forma para prevenir el bullying según la psicóloga, es conociendo el entorno de cada niño, niña y adolescente, “es importante conocer y preguntar por las amistades de mi hijo y si fuese posible conocer a los papás de ellos, porque así se podría generar una comunicación fluida y entre padres puedan aportarse”, señaló.
Por otra parte, es importante el rol de orientadores y psicólogos dentro de los colegios, “debiesen generar espacios y talleres enfocados en las emociones y cómo gestionarlas, para saber cuándo tengan rabia y cómo actuar con ella, o conocer qué es lo normal, lo habitual o cómo manifestarla positivamente”.
Por su parte, Diego Cortés, sociólogo educacional de la Universidad Arturo Prat, hace hincapié en la importancia de generar estímulos positivos en los niños tanto en el colegio como en la familia, “estos estímulos se pueden realizar a través de talleres de fortalecimiento comunitario y compañerismo, no sólo se debe trabajar en matemáticas y lenguaje, sino que también en cuerpo, alma y espíritu, porque será fortalecedor para el aprendizaje”.
Por qué se ejerce el bullying
Según López, lo que lleva a la violencia entre compañeros puede estar relacionado con la frustración o algún problema familiar, “a veces se relaciona en cómo yo veo que los otros gestionan sus emociones, por ejemplo, cuando otro quiebra platos al estar enojado, yo entenderé que esa es la forma en que se genera y se desata la rabia, la preocupación o el miedo”.
Además, asegura que si las emociones no se expresan o si los padres no le enseñan a sus hijos de ellas, “Esa emoción que está hirviendo dentro de nosotros, si no la expresamos, la voy a terminar sacando en cualquier contexto, porque todas explotan”.
De ahí la importancia de saber gestionar las emociones desde pequeños, “Los adultos que se enojan y quiebran platos actúan así porque cuando niños no aprendieron a enojarse de una manera sana, con ellos mismos y con los demás”.
Por su parte, el saociólogo educacional, sostiene que el bullying se provoca principalmente por la carencia socio afectiva de los niños que la ejercen, “esta carencia genera que el niño reproduzca con más violencia lo que vive día a día en su hogar y atenta contra alguien que sabe que se dejará someter”.
Además, Cortés agrega que, otra de las razones es la poca empatía de la sociedad frente a los niños, sobre todo de los padres hacia sus hijos, además la falta de comunidad y el generar lazos de compañerismo provoca que los niños vean a sus compañeros con apatía y se genere el bullying”.