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El Día
Intervenciones disminuyen el tiempo de recuperación y mejoran considerablemente las condiciones para el paciente. Como son ambulatorias terminan con el principal problema para estas cirugías: la falta de camas para hospitalización.

El pasado miércoles y jueves se realizaron las primeras operaciones vía endoscópica con tecnología láser que pulverizan los cálculos renales y reducen  la próstata que obstruye la vía urinaria, convirtiendo al recinto hospitalario porteño en pionero a nivel regional en el uso del láser para estas patologías.

Mauricio Maureira, jefe del servicio de Urología del Hospital san Pablo de Coquimbo explica que esta tecnología láser que es de alto estándar y utilizada en todo el mundo tiene grandes beneficios para el paciente, el hospital y todo el sistema. Esto porque  son ambulatorias, no requieren hospitalización y disminuyen considerablemente el tiempo de recuperación. Además pueden ingresar pacientes anticoagulados.

“El paciente llega,  se opera y se va para la casa con menos molestias, con menos días de uso de  sonda y la ventaja para el hospital es  que  no se utilizan días cama. Acá nosotros tenemos pabellones para cirugías urológicas, pero no hay camas para hospitalización, por lo que esta tecnología resuelve ese problema”.

SÓLO BENEFICIOS

Maureira señala que en el año 2017 se han presentado 90 pacientes con hiperplasia prostática benigna, que es cuatro veces más frecuente que el cáncer de próstata en nuestra región.Cuando esta patología prostática no es  tratada se generan complicaciones como infección urinaria, sangramiento por la orina, formación de cálculos en la vejiga y retención de orina, pero lo más temido es que muchas de ellas, por falta de tratamiento,  terminan haciendo falla renal o insuficiencia renal, por lo cual es necesario disminuir la próstata con un procedimiento quirúrgico.

“Esta es una cirugía endoscópica, sin incisión y que si se compara con la cirugía normal de próstata la recuperación es en la mitad de tiempo,  habitualmente es un mes de licencia  y con esto esperamos reducirlo a la mitad y hasta menos  días dependiendo de cómo vamos adoptando la tecnología”, señala.

Otro beneficio para los pacientes prostáticos es que en una cirugía abierta se debe utilizar sonda por más de siete días. Con cirugía endoscópica son tres días como mínimo con sonda y con láser el uso de sonda no supera las 24 horas.  “Esto entrega más comodidad para el paciente y  menos riesgo por infección o daños por la sonda”, explica el profesional.

RÁPIDO ALIVIO

Mauricio Maureira explica que los cálculos renales  se forman en un 80% por dejar de tomar líquido y el  otro 20% por comer alimentos o enfermedades propias del organismo, “provocando los dolores más grandes que puede sentir el ser humano”.

Si antes el procedimiento para quienes presentaban cálculos era, primero, instalar un  catéter por dentro, esperar que el cuadro se enfriara y después se operaba para destruir el cálculo, ingresando dos veces el paciente a pabellón. “Ahora con esta tecnología el paciente va a consultar en urgencia ,  lo vamos  rescatar de la urgencia, lo vamos a operar y se va  a su casa”, recuperado y sin cálculos.

Así como Vanesa Pastén, de Coquimbo, quien este miércoles fue la primera en utilizar la tecnología láser para pulverizar un cálculo renal de 15 mm.

“Comencé con dolores en octubre y era terrible. Rápidamente me llamaron y  estoy ahora recuperándome, pero es muy bueno que cada día el hospital esté mejorando para atender a sus pacientes”, señala .

Se espera que esta tecnología láser, que ahora está a modo de prueba y con pacientes en lista de espera, comience a ser utilizada de forma permanente desde el mes de enero del 2018. 

 

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