• Antenas de celular: Señales de la discordia
    Antenas de celular: Señales de la discordia
Los reclamos por la falta de señal en los aparatos de telefonía móvil son frecuentes, sobre todo en los lugares de alta densidad poblacional, donde se ha levantado una gran cantidad de edificios. Desde las compañías reconocen intermitencias en el servicio y responsabilizan en parte a la estricta normativa que rige la instalación de antenas. La Subtel, en tanto, anuncia que con la incorporación de nuevas tecnologías, el sistema mejorará.

Son 454 antenas de telefonía celular las que hay en la Región de Coquimbo, pero al parecer, no estarían entregando un servicio óptimo. Ejemplos como el ocurrido en Canela el pasado 2 de octubre, cuando los clientes de una compañía estuvieron alrededor de 48 horas sin señal, constituyen un ejemplo concreto del problema.
Pero no hace falta ir tan lejos para experimentarlo. Es que en mayor o menor medida hemos sido víctimas de los vaivenes de la telefonía móvil.
Y La Serena no es la excepción. Resulta que aunque la capital regional ocupe el primer lugar en la zona en relación a la cantidad de antenas repetidoras –con 120-, igualmente, de pronto, estamos incomunicados, lo que genera la molestia de los usuarios que se ha materializado tanto en el Sernac (Servicio Nacional del Consumidor) como en la Subtel (Subsecretaría de Telecomunicaciones), donde hay reclamos formales.

Un problema común en los edificios del centro

A quién no le ha pasado. Ir caminando por La Serena un día cualquiera, con el celular entre las manos, leyendo y respondiendo mensajes que entran y salen a mil por hora. Avanzando entre la gente, idos. Así vamos por la vida hasta que entra una llamada.
Hay que contestar, claro, y para eso, un lugar más tranquilo que la selva de concreto se hace imprescindible. ¡Un edificio! El de alguna multitienda, uno público. Cualquiera sirve para poder responder aquel anhelado o inesperado llamado. Pero una vez adentro, el desastre: “Aló”, y la conversación se termina sin haber comenzado. ¿Qué sucedió? ¿Puede pasar esto en pleno centro de la capital regional, en el corazón de la urbanidad, que no haya señal? La respuesta es sí, sobre todo al interior de inmuebles. Y es que basta con hacer un recorrido por algunos emblemáticos, para constatar que en dependencias de diferentes edificios lisa y llanamente nuestros smartphones se vuelven inútiles.
En el recinto de la Corte de Apelaciones, en la esquina de Prat con Los Carrera, por ejemplo, los funcionarios cuentan que aquello es pan de cada día. “Aquí tenemos que salir al patio si queremos hacer alguna llamada, o para contestar alguna”, expresa Romina, una auxiliar. Aquello lo ratifica uno de sus compañeros, quien acota que hay veces que en el primer piso “los llamados no entran ni por si acaso”.
A un costado, en la municipalidad, predomina la intermitencia. Funcionarios de la casa edilicia comentan que en la mayoría de las veces deben salir a la calle para poder hablar. “Aunque es relativo porque en el segundo piso hay más señal, depende del día y de la hora”, cuentan.
Los edificios de retail no son la excepción. Ingresamos a uno y no hay problema. Sin embargo, al cabo de un rato, la señal se pierde. “Aquí eso pasa a veces (…) Y puede influir en el trabajo de algunos colegas que venden celulares y de pronto están con los clientes probándolos y no hay cobertura”, dice Carlos Vega, un trabajador. “Lo que pasa es que hay señal, pero es muy rara, uno nunca va a saber cómo va a estar (…) Creo que igual es un tema que las compañías de telefonía debieran solucionar”, comenta la joven.

Vaivenes en la Avenida del Mar

Pero el problema no es exclusivo del sector central de la ciudad. Acudimos a la Avenida del Mar y en algunos sectores ocurre lo mismo. Consultamos en el edificio Oceanic, y ahí Pía Vega, residente, realiza un fuerte llamado a las compañías telefónicas, ya que según ella no están cumpliendo con el servicio que se ofrece. “Es fome, porque hay que moverse a otros lados para poder hablar. Yo desde mi pieza no puedo hacerlo, o hablo en forma intermitente y se me corta, eso molesta bastante, porque cuando instalas el plan y todo eso, nadie te dice que no vas a tener cobertura en ciertos sectores”, critica Pía.
Norma Salinas, ciudadana argentina quien también vive en el sector, ha tenido una experiencia parecida. Ella, que utiliza una compañía telefónica distinta a la de Pía, efectúa prácticamente el mismo reclamo. “La señal no llega, tengo que bajar del edificio, lo que ya tú comprenderás que no es agradable, y aun así, a veces, la cobertura no es buena”, señala, molesta.

El Impacto de la Ley de torres

En la Subtel están conscientes del problema. Y es que entre los meses de abril y agosto de este año han recibido cuatro denuncias formales de clientes debido al “bajo nivel de señal”. En todas estas oportunidades, la entidad ha ido a fiscalizar. Así lo detalla el seremi de Transporte y Telecomunicaciones, Luis Alberto Stuven. “El procedimiento, no sólo cuando llegan denuncias, sino que constantemente, es ir a terreno y fiscalizar que la antena no esté sobrepasando ni bajando los niveles de potencia radiada establecidos en la denominada Ley de Torres”, señala. 

La autoridad indica que cuando han ocurrido estos inconvenientes se ha conversado con los representantes de las compañías y todo se ha solucionado. “Aquí el tema es supervisar que todo esté bajo la norma, con fuerza, pero primero evidentemente dialogando”, clarifica.
Para Stuven no es posible hacer un diagnóstico “tan apresurado”, acerca de la calidad del servicio que entregan las operadoras ya que, según afirma, “son demasiadas las variables a tener en cuenta en este sentido”. Y claro, a lo que apunta el seremi es a que hoy en día se torna cada vez más difícil abarcar todos los sectores, tomando en cuenta la alta densidad poblacional y el aumento progresivo en la cantidad de teléfonos celulares.
Resulta que según un estudio de la Subsecretaría de Telecomunicaciones dado a conocer a principios de este año, en el país hay 24,1 millones de celulares, es decir, 1,38 aparatos promedio por habitante. “Esto obviamente que satura las líneas. Yo te pongo el ejemplo de las vías de transporte, al haber más autos, más congestión existe, aquí es lo mismo, porque hay rutas específicas dentro de estos campos electromagnéticos que generan las antenas, y si varios llamados solicitan la salida al mismo tiempo, las rutas colapsan. Eso es inevitable, al haber más celulares”, indica el seremi.
Jorge Escobar, ingeniero de la Subtel, hace hincapié en que le parecen legítimos los reclamos de los clientes que puedan sentirse afectados. Sin embargo, centra la discusión en otro punto que estaría afectando la señal en los equipos. Y es que, según señala, esto se veía venir y tiene que ver con el avance inexorable del tiempo y con los costos del progreso. Asegura que las grandes edificaciones en distintos puntos de la región, sin duda han mermado la cobertura y pone el ejemplo de la Avenida del Mar. “Ahí, que es uno de los puntos desde donde han reclamado, hace un par de años había una cantidad de edificaciones mucho menor, por ende, la señal no rebotaba como ahora. Es que pasa lo mismo que cuando una persona habla con otra, frente a frente, si algo se interpone entre ellos, dejamos de escucharnos, pasa lo mismo con la telefonía celular, si hay muros, en este caso más y más edificios entre las antenas, la señal se ve interferida”, explica Escobar.
Además, hace alusión a otro motivo que, en ciertos casos, eximiría a las empresas telefónicas de responsabilidad por el mal servicio. Resulta que, según Escobar, ninguna compañía, de acuerdo a las bases de licitación que les otorgaron la concesión, estaría obligada a llegar con la señal a los sectores interiores. “O sea, ellos están obligados a que la señal sea pulcra en los ambientes libres, pero indoor no, porque eso no estaba en el antiguo marco que rige las operaciones”, indica el funcionario de Subtel.

Ley de torres: Compañías responden 

Cuando a mediados del 2012 comenzó a regir la nueva Ley de Torres que regula la colocación de antenas celulares, hubo controversia. Y es que aun cuando las empresas de telefonía manifestaron que aquello podría mermar el servicio no les quedó otra opción que acatar. Resulta que con esta normativa se restringió fuertemente la instalación de las infraestructuras y aunque se habría logrado el objetivo, ya que en el primer año se redujeron al menos 2.000 antenas, igualmente la calidad de la señal se estaría viendo afectada.
La Ley de Torres está en el promedio de las cinco normas más estrictas de la OCDE. Y, por ejemplo, establece que el límite máximo de potencia para las antenas permitido en Chile deberá ser en promedio 10 veces más bajo que lo recomendado por la OMS y hasta 100 veces más bajo que lo autorizado en países desarrollados. Además establece una serie de requisitos de altura para las torres y también de distancias en las que a partir de publicada la Ley deben ubicarse en relación a las zonas sensibles, donde la radiación provocada por las antenas podría ser perjudicial, como colegios, hospitales, etc.
Consultados, en Movistar indican que se asumió de buena manera la disposición legal. Sin embargo, creen que estaría influyendo en algunos problemas que ellos mismos han detectado y por los cuales, clientes tanto en la Región de Coquimbo como en el resto del país ahora estarían reclamando. “Efectivamente, tenemos ciertas intermitencias que hemos diagnosticado oportunamente y sobre las cuales estamos en un decidido proceso de corrección”, indica Claudio López, gerente de Gestión, Redes y Servicios de la compañía, quien agrega que, en específico, la Ley de Torres los habría perjudicado fundamentalmente en los sectores céntricos de las urbes, como sucede en La Serena. “Pero estamos haciendo, en conjunto con la comunidad, un gran esfuerzo por implementar las medidas correctivas necesarias, entre éstas la puesta en servicio de algunas radiobases (antenas) proyectadas para este 2013, las que indudablemente nos van a potenciar bastante algunas zonas de la región”, indicó el ejecutivo.
Desde Entel también indican que la Ley de Torres ha influido en la cobertura, pero aseguran haberlo tomado como un desafío. “La ley ha puesto más exigencias para la instalación, lo que ha dificultado el despliegue de infraestructura de forma más oportuna y a la velocidad que los usuarios están demandando. Pero la telefonía móvil requiere de esfuerzos, necesita antenas y espectro y en ambas cosas estamos trabajando intensamente”, sostuvo el gerente de asuntos corporativos de Entel, Manuel Araya.
Agregó, además, que en estos tiempos, los esfuerzos deben ser mayores que en épocas anteriores. “Estamos viviendo lo que se denomina un ‘tsunami digital’, debido a la creciente masificación de los teléfonos inteligentes y, por ende, un crecimiento explosivo en el tráfico de datos móviles, que se duplicará en el 2014 y crecerá más de 11 veces para 2017. Esto nos exige más”, advirtió.

Disyuntiva ética y problema médico 

Pero la estricta Ley de Torres no nació de la nada. Y es que antes de que existiera, tanto por televisión como en la misma Región de Coquimbo, vimos a ciudadanos reclamar por la instalación de antenas celulares cerca de sus casas. Aquello pareciera ser una contradicción y en aquello enfatiza el propio seremi de Transporte y Telecomunicaciones, Luis Alberto Stuven. “Lo que pasa es que por un lado, todos quieren tener celular y buena señal, pero por otro no estamos dispuestos a aceptar una antena al lado”, indica.
Y es que a raíz de que las radiaciones producidas por las antenas podrían producir algún daño para la salud, en la actual legislación chilena prima la medida precautoria.
Pero no pocos tendrían dudas acerca del eventual daño que se produciría. “Lo que pasa es que no hay nada comprobado”, señala el médico de la Universidad Católica del Norte Fernando Molt.
El facultativo explica que si bien “existe evidencia de que los campos electromagnéticos pueden producir problemas en las personas, como fatiga, estrés… estas pruebas se han hecho más bien en experimentación y no se ha podido corroborar fehacientemente que, en particular, las antenas de telefonía móvil, que generan un tipo de campo electromagnético, sean dañinas”, explica respecto de una duda que aún sigue vigente.

Nuevas tecnologías

Aunque con la actual legislación resulta difícil ampliar la cobertura de los celulares, las compañías centran sus esfuerzos en optimizar sus tecnologías para prestar un buen servicio y la solución, al menos en lo que respecta a la trasmisión de datos, tal como indica el seremi de Transporte y Telecomunicaciones, podría estar en la incorporación de la tecnología llamada 4G.
Según Luis Alberto Stuven, en las bases de licitación para las empresas que incorporen esta tecnología sobre la banda de 700 MHz, estaría contemplado que entreguen un perfecto servicio indoor, es decir dentro de los hogares y de los edificios. “Antes no se les exigió, pero ahora que las tecnologías van avanzando, es posible hacerlo”, indica.
Además, la autoridad asegura que en las nuevas bases habrá un requisito fundamental. “Se exigirá a las operadoras que además de instalar una antena en un lugar que es rentable para ellos, como sectores céntricos de grandes ciudades, además deban hacerlo en zonas que son menos rentables, como, por ejemplo, Canela. O sea, si quieren la concesión en el centro de La Serena, también tienen que brindarla en una localidad apartada”, afirma la autoridad, dando un luz de esperanza o, más bien, una buena “señal”. 

Conciencia en los clientes y llamado a las empresas 

••• Las autoridades han alertado del problema de la baja intensidad de señal, por ello, tanto desde el Sernac como desde el parlamento llaman a hacer efectivo cualquier reclamo que, ya que “Un consumidor tiene derecho a que no se le corte injustificadamente el servicio”, sostuvo la directora del Sernac Lorena Araya.
Desde el parlamento en tanto, el reelecto diputado Matías Walker, asegura que ante cualquier eventualidad, “los ciudadanos deben estar atentos y actuar con responsabilidad efectuando su reclamo las entidades pertinentes, en este caso el Sernac”, señaló el parlamentario.
Por su parte el alcalde de La Serena Roberto Jacob, además de hacer un llamado a los consumidores, también lo hizo a las empresas, sobre todo a que mejoren el servicio en una ciudad turística como La Serena. “Es de suma importancia que no existan problemas acá, sobre todo en esta fecha cuando se acerca la temporada estival, ya que no queremos que los turistas vengan y se encuentren con un problema, lo que queremos es acogerlos”, sostuvo.

 

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