La incansable lucha contra los grafitis que enfrenta La Serena

Si bien en la municipalidad de La Serena reconocen que los grafitis en el casco histórico han disminuido en un 60%, espacialmente con la puesta en marcha de una cuadrilla que los va borrando, también admiten que es un problema casi imposible de terminar con él en un cian por ciento.

Por eso, a pesar de que se ha dictado una ordenanza municipal que castiga a los autores de los rayados, hay tres juicios en curso en los tribunales, se ha creado una cuadrilla para proteger el casco histórico de La Serena y se han llevado adelante varias campañas en los últimos años, todos estos esfuerzos no han sido suficientes para disuadir a los autores de estos hechos y los grafitis siguen apareciendo en distintos sectores del centro de la ciudad.

Una de las campañas más efectiva es la denominada “La Serena sin Rayas” y que cuenta con una cuadrilla de borrados y pintado de muros.

El trabajo que realizan

La encargada de la cuadrilla de borrados de grafitis y pintado de muros del municipio, Claudia Parga, señala que ellos realizan un trabajo diario desde hace un año y medio, cr4eándose esta cuadrilla por un mandato del alcalde Roberto Jacob quien determinó que se limpiaran todos los rayados del casco histórico de la ciudad, en el marco de la campaña La Serena Sin Rayas, y hasta el momento han pintado más de 60 cuadras y en muchas de las calles deben volver a pintar, porque los grafiteros insisten en su comportamiento.

“Además sacamos las pegatinas (afiches que anuncian eventos), los letreros del tarot, de veta de autos de los gitanos y trabajamos en conjunto con los inspectores municipales”, señala Claudia Parga, quien agrega que salen todos los días a recorrer las calles del casco histórico para borras grafitis y pintar muros. “Hay días que pintamos, otros que sacamos pegatinas, de acuerdo a la cantidad de rayados que se ven diariamente o de acuerdo a las pegatinas o afiches”, señala.

“Yo diría que los rayados han disminuido como un 70% en el centro de la ciudad de La Serena”. Claudia Parga, encargada de la cuadrilla antirayados.

Referente a los afiches de eventos que se pegan en lugares no autorizados, se les aplica una multa que cursan los inspectores municipales, pero además de las multas a estas empresas de eventos no se les vuelve a permitir que realicen actividades en la comuna y se les quita cualquier tipo de apoyo que soliciten al municipio.

Sobre esto último el alcalde Roberto Jacob, precisa que se pasan los partes correspondientes. “A los gitanos les hemos pasado varios partes, a las empresas de eventos también. Además a las empresas que se les pasa parte, después no son aceptadas en la ciudad para ningún evento, porque no se lo merecen y porque vienen a ensuciar la ciudad”.

El edil reconoce que las compañías prefieren pagar las multas que no ensuciar la ciudad, pero la medida de no permitirles que vuelvan con espectáculos a La Serena, ha sido bastante efectiva.

Querellas en curso

En el municipio reconocen que en la actualidad hay tres querellas en curso en contra de personas que fueron detenidas por Carabineros tras ser sorprendidas rayando el patrimonio de la ciudad.

En los tres casos, fueron detectados con las cámaras de seguridad municipales y permitió que los funcionarios llegaran rápidamente al lugar y los pillara en un acto flagrante.

Referente a estos juicios, el alcalde de La Serena, Roberto Jacob mencionó que no habrá ningún tipo de acuerdo con los demandados y tendrán que asumir las responsabilidades legales.

De hecho, señala que uno de los detenidos manifestó arrepentimiento y fue incluso a la sesión del concejo municipal a exponer su arrepentimiento y a solicitar que se reconsiderara la acción legal, pero decidieron continuar con esta, ya que deben saber que lo que están haciendo es un perjuicio grave y es un delito.

La Ordenanza Municipal, señala en el artículo 60 que las infracciones “serán sancionadas con una multa de hasta 5UTM. En caso de reincidencia se podrá aplicar el doble de la multa”.

Notable disminución

Claudia Parga reconoce que desde que está en acción la cuadrilla de pintado de grafitis, éstos han disminuido en cerca de un 70%, pero no solo porque son pintados, sino que el trabajo es tan riguroso y constante, que muchos no vuelven a rayar.

Referente a los lugares en donde se reitera el ataque de los grafiteros, son especialmente los colegios Marta Brunet, el Javiera Carrera (Avenida Francisco de Aguirre), San Antonio de calle Balmaceda y otros muros de calle Gregorio Cordovez. También es un punto preferido de los grafiteros y de las compañías de eventos el Consultorio Emilio Schaffhauser.

Según los cálculos que se manejan en el municipio, se gastan a lo menos unas 20 tinetas de 20 litros de pintura mensuales, costos que asume la municipalidad.