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Lautaro Carmona
Microempresarios, oficinas del sector público y privado, ubicados en la “zona cero” se han visto obligados a convivir con barricadas y enfrentamientos y ser blanco de saqueos. Insisten que se debe restablecer el orden público y ven una salida real en proyecto que permite a las FF.AA. resguardar infraestructura crítica.

A cuarenta y dos días del estallido social en Chile la frase que más se repite entre los locatarios del centro de La Serena es “¿Quién pone orden aquí?”. Transeúntes y microempresarios ven con temor la llegada de la tarde ya que aseguran que no están tranquilos y que los alberga un profundo sentimiento de inseguridad.

Y es que el escenario de la capital regional no deja indiferente a nadie,  especialmente tras la jornada del martes. Si bien durante la mañana se registró una marcha pacífica  que terminó con un multitudinario acto cultural en el frontis del Liceo Gabriela Mistral, al transcurrir las horas el panorama cambió radicalmente.

Los locales comerciales, oficinas del sector público y privado, ubicados en la “zona cero” como ha sido llamado el sector de Avenida Francisco de Aguirre con Balmaceda, se han visto obligados a convivir con barricadas y enfrentamientos entre encapuchados y Fuerzas Especiales. Inmuebles que en más de una oportunidad han sido blancos de saqueos e incendios.

“Ya no damos más”

El Barrio Patrimonial ha sido uno de los sectores más afectados. Los locatarios han implementado algunas iniciativas como banderas blancas, mensajes,  lienzos en apoyo a las demandas sociales, todas y cada una han sido infructuosas. ¿Otra medida? Extremar la seguridad de sus locales, cubriendo con acero y madera ventanas e ingresos llegando incluso a organizarse y hacer rondas nocturnas para defender sus locales y fuentes de trabajo.

La locataria de la Relojería y Joyería M&J, quien decidió hablar pero resguardar su identidad, señaló que desde que se iniciaron las manifestaciones han sido víctimas de saqueos al menos tres veces.

“Hay mucho temor, pero no tenemos nada que hacer. Varias veces hemos visto que carabineros están sobrepasados”, agregó.

La comerciante tiene claro que la joyería está ubicada en un sector crítico, un punto estratégico –añade- que le ha permitido distinguir entre manifestantes y antisociales, “la gente que anda saqueando no participa en marchas, ellos vienen solo a robar, eso aquí todos lo sabemos”.

Consultada por la continuidad de las manifestaciones, la mujer dijo que las respuestas a las demandas no han sido suficientes y que efectivamente la violencia ha ido escalando, sin embargo, descartó la posibilidad que los militares regresen a las calles para apoyar la labor de las policías.

“Yo no creo que la solución sea sacar de nuevo a los militares, no porque ellos no están preparados para el orden y seguridad, ellos están para protegernos en conflictos exteriores”, concluyó.

El dueño de otra joyería, ubicada frente a la M&J, marcó distancia de su vecina y aclaró que la situación llegó a un límite y que si no se restablece el orden público se llegará a una “guerra civil”. Según su visión, es necesario que las fuerzas armadas colaboren porque teme que en algún momento se enfrenten entre ellos mismos.

“Nosotros ya no damos más, esta situación se escapó de las manos. En las noches recibimos mensajes de alertas, necesitamos que el presidente ponga orden en el país”, indicó.

Comercio de luto

La cara del casco histórico es otra. Ahora los principales afectados están impulsando la instalación de banderas negras en calle Balmaceda “estamos de luto”, consignan.

Gustavo Martins se instala todas las mañanas afuera del Cesfam Dr. Emilio Schaffhauser a vender queques. Dice que el escenario a esa hora es distinto y desolador “restos de barricadas, piedras y un olor imposible a lacrimógena de la noche anterior”.

Recuerda con emoción esa “serena” ciudad que lo recibió hace dos años cuando regresó con su esposa serenense desde Venezuela.

“En Chile hay mucha desigualdad y hoy los chilenos quieren soluciones a todas sus necesidades y, no sé si eso es posible”, expresó.

“Ejército” de locatarios

Desde que comenzaron los saqueos distintos microempresarios han aunado esfuerzos para conformar un “ejército” que defienda el comercio, especialmente en calle Balmaceda y Cordovez.

Los primeros días usaban chalecos amarillos, hoy no los usan para pasar desapercibidos aunque aseguran que siguen con la intención de resguardar lo que han construido con esfuerzo.

 La comunidad china se ha organizado a tal punto que tienen turnos para hacer rondas por las cuadras del centro. El dueño de Multimercado y quien participa del escuadrón dice -en un complicado español- que está asustado, vive “emocionado” pero que llegará hasta las últimas consecuencias con tal de parar los saqueos en el centro.

“Con otros chinos y chilenos nos juntamos para defender nuestros negocios, estamos asustados pero no permitiremos que gane la delincuencia”, aseveró.

Militares ¿una salida?

En el centro de la ciudad uno de los temas que más se repite es el estado del mobiliario y se escucha en reiteradas conversaciones la posibilidad que las Fuerzas Armadas vuelvan a salir a las calles. De hecho, hay quienes cuestionan el actuar del Presidente Sebastián Piñera y el proyecto de ley que envió al Congreso y que permitiría a los militares resguardar infraestructura crítica, ya que podría hacerlo sin iniciar un trámite legislativo.

El martes el mandatario firmó la iniciativa que le entregaría atribuciones a las FF.AA. para proteger estructura básica de electricidad, agua, telecomunicaciones y salud, sin embargo, recalcó que –de aprobarse- “no va a significar ninguna restricción a la libertad de los chilenos como consideran los Estados de excepción, no va a significar que las Fuerzas Armadas se involucren en el orden público”.

La intendenta de la región, Lucía Pinto, expresó que hay puntos críticos en todas las regiones y que son los que prestan servicios públicos a las personas.

“Necesitamos que las ciudades continúen desarrollándose, tengan electricidad, abastecimientos, que tengan lugar los edificios públicos donde se hacen distintos tipos de trámites para las personas, esos son los que se están discutiendo que son los puntos críticos. Los puntos críticos son aquellos que son necesarios para que la región y las ciudades continúen viviendo y entregando ayuda a la gente”, expresó.

 

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