Cerca de 400 mil son las cabezas de ganado caprino que hoy se distribuyen por todo el territorio de la Región de Coquimbo, siendo las provincias de Limarí y Choapa, las que concentran la mayor cantidad.
Por siglos además, ha sido la fuente de sustento tradicional de miles de familias de la región los que, alrededor de sus majadas, han forjado incluso, una cultura que hoy es reconocida como parte de la identidad regional y postal característica de la zona.
Sin embargo, esta actividad se ha visto seriamente afectada durante los últimos años a raíz de la sequía crónica que hoy amenaza incluso, con hacer desaparecer esta actividad productiva. Todo ello, inmerso en un fenómeno mayor, como es el cambio climático que hoy, a juicio de las autoridades y de una parte de los propios crianceros, hace inviable sostener el actual número de ganado que existe a nivel local.
“Se hace urgente cambiar el sistema de producción, a un sistema intensivo, estabulado, en donde con muchas menos cabezas de caprinos, podamos producir mucho más leche para hacer queso”, Antonio Walker, ministro de Agricultura
Por ello, el año pasado, el gobierno anunció la implementación del “Plan Caprino”, iniciativa cuyo objetivo es apostar a la reducción progresiva del número de animales y optar por una ganadería de tipo “intensiva”.
Así lo explicó el propio ministro de Agricultura, Antonio Walker quien, en entrevista con Diario El Día sobre dicho tema, comentó que “se hace urgente cambiar el sistema de producción, a un sistema intensivo, estabulado, en donde con muchas menos cabezas de caprinos, podamos producir mucho más leche para hacer queso, y mejorar la rentabilidad de los crianceros”.
Por otro lado aseguró, “los caprinos son muy depredadores, y desde el punto de vista ambiental no podemos seguir sosteniendo esta enorme cantidad de cabezas. Es un enorme desafío para la Región de Coquimbo avanzar hacia una ganadería estabulada.
Aún en elaboración
El secretario de Estado aclaró que dicho plan, anhelado por los crianceros de la región, aún se encuentra en pleno proceso de preparación, y una vez que esté listo, “comenzaremos con las asesorías técnicas por parte de INDAP y el financiamiento”.
Respecto a este último punto, Walker reiteró además, que se cuenta con el presupuesto para el financiamiento del programa, el cual provendrá del presupuesto regular del propio Ministerio de Agricultura.
En ese sentido además, dentro de este proceso de “modernización” que se contempla para el sector caprino, se pretende impulsar fórmulas de asociatividad para los productores caprinos. “Hay que desarrollar economías de escala que nos permitan bajar los costos de producción y mejorar así, los precios de venta”, afirmó el ministro.
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