Desalineamiento político

Uno de los problemas más grandes que sufre el gobierno del presidente Sebastián Piñera es la falta de coherencia entre su programa político y la realidad, entre sus supuestos soportes partidistas y los votos tal como se expresan en el Congreso.Es verdad que la política es muy dinámica y compleja, y no es posible predecir durante las campañas cómo será efectivamente el ejercicio del gobierno, así como en un sistema pluripartidista existen posturas muy diversas, entre los partidos y congresistas, que muchas veces optan por un camino propio y no responden necesariamente a un ideario político, a la declaración de principios de su partido o a las propuestas del gobierno. Dicho sea de paso, lo mismo ocurre con la oposición en diferentes momentos.El tema se ha vuelto a poner en la palestra, con ocasión de la discusión de un nuevo proyecto de retiro del 10% de los ahorros de los fondos de pensiones –después de la aprobación de dos retiros exclusivos y por “única vez” durante el 2020–, que ha producido contradicciones al interior del oficialismo frente a una predecible aprobación en el Congreso. El gobierno ha amenazado con llevar el tema al Tribunal Constitucional, pero desde hace algún tiempo Chile vive un “parlamentarismo de facto” y no es claro que esas advertencias puedan cambiar la conducta de los congresistas.Recientemente, Renovación Nacional ha mostrado una clara decisión de apoyar el retiro del 10%, a través de una decisión de su Comisión Política: “no solo le pedimos a nuestro Gobierno no recurrir al Tribunal Constitucional para evitar que se produzca este nuevo retiro de los fondos de las AFP, sino también le pedimos al Presidente Piñera liderar el proyecto que así lo establezca y mejorarlo”. Con ello, se produce no solo una contradicción política, sino también económica y en la forma de entender el bienestar social y los esfuerzos que debe hacer el país en los momentos de crisis.La situación ilustra no solo falta de liderazgo político gubernativo –en el año del “pato cojo”– sino también pérdida de línea y falta de formación política en el sector oficialista, en momentos en que el populismo campea en el mundo y cuando las ideas de la centroderecha están claramente a la baja.