No recuerdo haber visto alguna publicidad de alguna tienda comercial, ya sea en prensa, televisión o internet que mencione “Ofertas especiales de computadores para el adulto mayor”, siendo que nuestro país en las últimas décadas ha presentado un progresivo envejecimiento de la población, por lo tanto es un mercado muy amplio y más aún conociendo los beneficios que involucra el estar conectado.
Es más, hace poco observaba en la prensa que se estaban entregando los recursos a los proyectos adjudicados en el fondo nacional del adulto mayor, y las autoridades destacaban que la mayoría de las postulaciones se realizaron a través de Internet, aspecto que demostraba que ellos estaban mucho más cerca de las nuevas tecnologías. Concuerdo en que se ha avanzado, pero no podría asegurar que por haber postulado a través de Internet exista una reducción a la brecha digital en este grupo, por dos razones, puede que solamente los dirigentes estén familiarizados con las postulaciones vía web o bien, hayan sido apoyados por terceros para realizarla. Creo que se ha avanzado, es cierto, pero se puede hacer más, y partamos del hecho de que como explicaba al inicio, no hay una preocupación para que la tecnología llegue de una forma masiva y accesible al adulto mayor.
Para ello debe existir una trilogía: Equipos, de bajo costo y adecuados; una conexión a Internet económica y, algo fundamental, capacitación. Los equipos y la conexión lamentablemente dependen de la empresa privada, aunque algunas instituciones como Chilenter se destacan al permitir postular a organizacionales de adultos mayores en la obtención de computadores gratuitos.
En el tema de capacitaciones he visto como en las Bibliotecas Públicas, Telecentros y otros lugares se alfabetiza a Adultos Mayores, pero son ejemplos aislados que actúan en forma separada, y por lo tanto no conversan entre ellos para determinar y concluir, por ejemplo, qué porcentaje de este grupo etáreo está infoalfabetizado, y otros datos relacionados, como también cuántos de ellos poseen un computador en su casa. Y ese vacío es porque no hay una entidad que regule el tema digital en la región, no existe una preocupación de las autoridades, es más, no es un tema para las autoridades.
Hace un tiempo ví un comercial donde el personaje principal era una abuelita, que ingresaba encantada al mundo de internet, pero al parecer era de un buen nivel económico, ya que estaba familiarizada con tablet y similares, me pregunto, esta empresa que utiliza a una persona de la tercera edad para vender sus servicios y productos, alguna vez ha ofrecido a los adultos mayores alguna promoción especial, ¿Se ha preocupado de ellos?. ¿Conocerán la realidad de la inmensa mayoría que jubila? Que antes que comprarse un computador o contratar internet deben sobrevivir con la reducida jubilación que reciben, y por lo tanto el tema de estar o no conectados no es una prioridad. No, hay muchas otras prioridades, y por lo mismo se debe subvencionar para la tercera edad la compra de un computador y una conexión a internet
Para las grandes tiendas en el tema tecnológico su objetivo de mercado no son necesariamente los adultos mayores, pero para reducir la brecha digital generacional existente y para brindar la oportunidad de acceder a equipos económicos y con conexión a internet también deben hacer algo que no solamente involucre un negocio, deben ayudar.
En Mayo en Coquimbo nuevamente se celebrará el Día de Internet, como iniciativa líder a nivel latinoamericano, y precisamente el tema será Los Ciberabuelos.
Internet es una entrada a un nuevo mundo, de conocimientos, de información, de entretención y por sobretodo, de comunicación, y ello es importante para la tercera edad, pero sin un equipo, sin conexión, y sin capacitación, muchos aún siguen sin descubrir este mundo, y es tarea del Gobierno, de las empresas y de los Proveedores de Internet crear instancias inclusivas para la tercera edad.
El que una abuelita se comunique por Internet con una nieta que vive lejos, y la pueda ver por esta fría pantalla, ya es algo, y una sonrisa o unas lágrimas de alegría y emoción, son invalorables.