Este domingo se verán las caras los 7 candidatos al sillón edilicio serenense y los 83 que aspiran a sentarse a la vera del alcalde, en calidad de concejales. Una campaña poco ruidosa, menos empapelada de pancartas, palomas y otros trucos publicitarios (lo que se agradece), contrasta con ese increíble número de quienes postulan, fenómeno transversal para el país. Ello se contradice con el amenazante abandono de votantes, lo cual provocará, qué duda cabe, una lucha voto a voto.Personalmente, me parece que muchos se consideran cartas ganadoras; escasos son los ejemplos de algunos cándidos que han utilizado el símbolo partidario para escudarse con alguno. Acaso, ¿han desaparecido las ideologías que, supuestamente, banderea cada uno y cada cual? “Hacerle el quite” a la política partidista se ha convertido en una estrategia transversal. La clase política civil (léase políticos profesionales) juega este partido, calculadora en mano.Al electorado no le queda muy claro, por ejemplo, la diferencia entre RN y DC o entre PS y PPD, y el PR o Social Demócrata se contenta con declararse laico no confesional (¿?)En todo caso, los ofertones son ahora de índole individual. El yo – yo es cantinela de todos, las promesas transversales y las manos limpias o pre-lavadas, manosean todo el espectro que se imprime en la cédula de votación.Yo tengo algunas sugerencias para los ganadores del sillón o de las bancas del municipio serenense.La primera, utilizar una parte del exedificio de la CCU, hoy en manos del cabildo, para instalar allí la Biblioteca Regional. Ubicarla camino al Faro no me parece lo más adecuado. Una segunda es pedirles incentivar la actividad teatral, para que se justifique la construcción de un teatro monumental. A comienzos de 1990, cuando la dictadura militar sacaba de los municipios a sus autoridades designadas, el Teatro Nacional (el mejor para entonces, al norte de Valparaíso) era demolido por “falta de voluntad política”. Hoy, el espacio que ocupaba, convertido en un estacionamiento abandonado, podría ser el adecuado para reinstalarlo.Y, por último, denle luz al gas para al proyecto destinado a “iluminar” al maltratado Faro Monumental, por años abandonado, y que ha debido competir con otras bizarras iniciativas que también duermen entre papeles y maquetas. 

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