Actualmente se vive una recreación renovada del mito de Prometeo, un Prometeo conectado, no encadenado, que se desilusionó del poder de los Dioses para ofrecer a la humanidad el conocimiento, la razón, la libertad de pensar, la verdad, que da comienzo a la civilización, donde en forma simbólica el fuego acaba con un sistema basado en las mentiras, la corrupción y el descaro.
Un Prometeo que despierta en las redes sociales y en la información que se transparenta y recorre cada dispositivo, que se rebela ante los que son tratados como deidades, que a través del fuego: La verdad, logra remecer a los que sustentan y alimentan a los dioses, a nosotros en definitiva, y que se manifiesta como una recuperación de la conciencia y que hoy se desencadena como una reacción de los oprimidos en la búsqueda de un cambio en el poder.
Internet se está convirtiendo en la primera fuente de información, es el Prometeo que nos permitirá despertar, es el nuevo territorio donde el fuego, que en el mito permitió un desarrollo, a nosotros nos permitirá reaccionar, pues es la verdad hecha información, es conocimiento, un despertar de la conciencia colectiva, donde el pueblo asume su responsabilidad y obligación de ser agentes de cambio ante las injusticias realizadas por estos Dioses, donde la arrogancia y desgaste ético de los que alguna vez fueron elegidos se une a su nula credibilidad y autoridad moral.
El conocimiento, nos permitirá crecer, opinar, decidir, y deberá transparentar a estos Dioses para que veamos al final que son simples mortales, ni siquiera superiores a nosotros, que una vez optaron por ser los guardianes de su pueblo pero al final se transformaron en sus parásitos.