La felicidad es efímera, es un momento, minutos, horas, pero sabemos que no es eterna, por lo mismo cada uno de nosotros puede lograr el hacer feliz a otras personas, y debe ser una constante en nuestras vidas.
Sonría, haga un gesto que lo diferencie de los demás, si debe entregar algo hágalo, no estoy hablando solamente o simplemente de dar una moneda a quien lo necesita, no, es más allá, no se trata de algo monetario, de algo físico, de un bien que se entregue.
Salude, tan simple como eso, un buen día, un buenas tardes, un buenas noches, dicho no por educación, no por cortesía, dicho desde adentro, cambia las cosas, y aquí estamos para cambiar las cosas.
Es tan fácil a veces dar un momento de felicidad a las personas, a un niño, a una abuelita, a una persona que necesita levantar el ánimo.
Es tan simple y a la vez tan difícil en estos tiempos tener una actitud positiva, mirar el vaso medio lleno, nos hemos convertidos en individuos pesimistas y críticos, y no en personas optimistas y creadores de soluciones.
Otorga felicidad, haz un día diferente a otro, y no solamente para tí, haz un día diferente a otras personas. Se puede.