Señor Director:

Chile, a partir de los años 60 entró en Guerra con el Comunismo.

Una guerra que -con todas sus tragedias- finalmente, ganó el poder militar. El éxito en ese conflicto armado es el que hoy nos permite vivir en democracia y -entre muchas otras cosas- escribir y opinar libremente en los grandes espacios que les dan los principales Medios de Comunicación a algunos como, Agustín Squella o Ignacio Walker, que nada saben de guerras pero que cada cierto tiempo se adueñan de la verdad, tratando como siempre, de mantener las heridas abiertas. 

El primero con su eterno y agotador odio a las Fuerzas Armadas y el Gobierno Militar (El Mercurio A 3 viernes 7 de septiembre de 2018) y, el segundo, haciéndonos creer que el regreso a la democracia en 1990, fue producto de una derrota de la “dictadura de Pinochet”. (El Mercurio A 2 del 06 de septiembre de 2018).

Del primero mejor ni hablar, se quedó pegado en “libertad, igualdad y fraternidad”, el lema de Francia que tiene uno de los Ejércitos más poderoso del mundo (y con poder atómico). República, que entre los años 1959 y 1969 estuvo gobernada por el General Charles de Gaulle, quien llegó a la presidencia con el 78% de los votos, venciendo al comunista Gorges Marrane, que obtuvo un 13% de los votos. 

En lo que respecta a Walker, él se olvida que fue el Gobierno de las Fuerzas Armadas el que recuperó la democracia en Chile. Esa que perdieron los políticos y que vendió su partido, la Democracia Cristiana. También se olvida que ese Gobierno Militar nunca pretendió perpetuarse en el poder. Al contrario, promulgó la Constitución de 1980, llamó a un plebiscito y a elecciones presidenciales, aseguró y respetó la decisión popular, levantó el Congreso Nacional en Valparaíso, fijó los plazos para la entrega del poder y, en un acto totalmente democrático, “el dictador”, le entregó la banda presidencial a Patricio Aylwin y, junto con ello, el Gobierno más exitoso que ha tenido la historia política de Chile. Hombres y mujeres, que gracias a la democracia que ellos mismos restituyeron y la Constitución de 1980 que ellos mismos redactaron -que aún se mantiene vigente- hoy son elogiados, perseguidos o encarcelados. 

Si entregar el poder en esas condiciones, es una derrota o una dictadura, quiere decir que este señor sigue pensando como los peores políticos y no entiende nada de democracia ni de amor a la Patria. 

 

Christian Slater Escanilla.

Coronel en retiro del Ejército de Chile.

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