Durante este año, a la fecha, 104 personas han perdido la vida en la región en el marco de accidentes de tránsito.
En circunstancias similares, a fines de noviembre del 2020, apenas se llegaba a los 70 fallecidos, lo que deja de manifiesto que hay una conducción irresponsable pero también una serie de conductas que superan lo estrictamente relacionado con la práctica misma del manejo.
De acuerdo a especialistas, hay un contexto de actitud individual y también otras circunstancias ambientales que han favorecido acciones que son temerarias e irresponsables que terminan costando vidas.
Tomar conciencia
El sociólogo Pablo Caballero Jaña se refirió, en conversación con El Día, a este lamentable fenómeno. Sostiene, desde su especialidad, que si los números han aumentado se debe a que muchas personas estuvieron recluidas en sus casas y eso ha facilitado que hayan todo tipo de excesos.
“Hay que considerar la pérdida del miedo al contagio y a la muerte. Cuando estábamos mucho tiempo en nuestras casas y con una incertidumbre tremenda, estaba la sensación de que uno podía contagiarse o nuestros familiares. Eso ya no sucede, quizá en parte por la vacunación, y es cosa de ir a darse una vuelta a la avenida del Mar y ver cómo la gente sale a los pub o restaurantes. En parte eso mismo pasa en la conducción, la gente sale y el consumo del alcohol aumenta, facilitando que hayan accidentes en gran cantidad. En resumen, es una pérdida del miedo”.
Desde su punto de vista, esos “excesos” en los consumos se deben “principalmente al estrés, angustia y problemáticas psicológicas que tuvimos con el encierro, las cuarentenas y el toque de queda”.
Concentración
El psicólogo Rodrigo Torres Cisternas, en conversación con diario El Día, señaló que “las actitudes temerarias al volante surgen por muchas causas, pero la que más destaco es que existe una paradoja de la seguridad. Esto señalaría que mientras más seguros son los automóviles, con cinturones de seguridad, airbags y los vehículos estén más programados, más arriesgadas serán nuestras maniobras, dado que la posibilidad de morir parece menor”.
A su juicio, otro factor es que a la gente le gusta la velocidad. “Nos provoca un subidón de adrenalina que genera placer y nos deja aferrados a esa conducta”, acotó el psicólogo, quien sumó otros factores muy importantes como el uso del celular y la desconcentración que este puede generar. “Esto perfectamente se puede equiparar al uso del alcohol, lo que también se puede conseguir por estar mirando el WhatsApp o Instagram, que podría considerarse como ladrones de tiempo, ya que hay personas que no pueden desconectarse”.
El psicólogo de la UCN, Rodrigo Maturana, aseguró que “estos hechos, que también se repiten en países más desarrollados como Estados Unidos, responden a una conducta de excitación. Es decir, las personas buscan escenarios en los que se les acelere un poco la vida, donde encuentran esta novedad. Luego de tanto tiempo encerrados, las personas buscan salidas a este estrés, y eso también se nota en la conducción, con personas incluso peleando, agarrándose a golpes o a palos. Incluso, recordemos el caso de este motociclista que en Santiago golpeó el parabrisas del vehículo de una mujer”.
El profesional recordó, haciendo el lazo con el consumo de alcohol que “genera un efecto en la corteza prefrontal, la que se encarga de inhibir la conducta y así evita tener un juicio correcto. Cuando bebemos, por lo tanto, esas habilidades se ven perturbadas, por eso, el que maneja con alcohol finalmente lo hace a sabiendas del riesgo que corre”, aseguró.
El llamado al cuidado
Según información de Carabineros, a nivel nacional el consumo de alcohol es durante este año la segunda causa más importante de accidentes de tránsito (6.172 casos hasta noviembre). En 2019 los éstos llegaron a 6.438 y en 2020 a 5.193, aunque en esos años el consumo de alcohol fue la tercera. El jefe de la SIAT Coquimbo, capitán Eduardo Garrido, señaló que “la primera causa de accidentes siempre es la conducción no atenta a las condiciones de tránsito, aunque no por eso dejan de ser graves las cifras antes comentadas. Por esto, siempre es importante manejar en forma concentrada y responsable, respetar los límites de velocidad y señalética establecida, usar el cinturón de seguridad y los mecanismos de retención para niños. Además, nunca manejar si se bebe alcohol o que quien lo haya hecho, debe pasar las llaves”, concluyó.