Cada día las tácticas delictuales se reinventan y las bandas organizadas al interior y en torno a la cárcel no son la excepción. Un insólito hecho se produjo este fin de semana en el Centro Penitenciario de Huachalalume, en La Serena, luego de que personal de Gendarmería detectara la presencia de un dron sospecho alrededor de las instalaciones del penal.
Sin embargo, el personal especializado logró capturar el artefacto, que portaba cerca de 100 gramos de pasta base de cocaína destinada al interior de la cárcel.
Así lo confirmó el director regional de Gendarmería, coronel Rubén Pérez, quien detalló que “era un dron de cuatro hélices cuyo avalúo es aproximadamente de un millón y medio de pesos y según el estudio que realizamos al artefacto, pueden trasladar de acuerdo su modelo, la mitad de su peso. El dron portaba la cantidad de 98,8 gramos de pasta base cocaína”.
Su captura se logró a través de un arma que estabiliza y controla el aparato, haciéndolo aterrizar al interior de las instalaciones carcelarias para recuperar las sustancias que venían adosadas al dron. De acuerdo a las especificaciones técnicas estudiadas por Gendarmería, el dron capturado podría ser operado desde 8 kilómetros de distancia.
Ingresos ilícitos y la tecnología
La modalidad de ingreso de elementos al interior de la cárcel ha ido variando en los últimos, según el historial que mantiene Gendarmería en la región, pasando de los clásicos “pelotazos” a estos modernos artefactos aéreos.
La incorporación de la tecnología en este tipo de ilícitos a nivel nacional, propició que en la región se adquiriera tecnología “anti dron”, que monitorea y da caza a este tipo de aparatos que causan estragos al interior de la unidad.
El coronel Pérez indicó que se solicitó esta dotación tecnología para la región, además de la capacitación del personal para la utilización del equipamiento. “En menos de dos meses ya hemos tenido resultado (…) hemos venido estudiando y este sábado logramos la captura de este dron”, explicó la autoridad.
Respecto al consumo y el ingreso de este tipo de sustancias, Pérez explica que durante esta época del año se produce una intensificación de la actividad delictual al interior de la cárcel. “La gente concentrada en Huachalalume fluctúa entre los dos mil internos, es una población penal cautiva donde la droga se comercializa hasta tres o cuatro vez más el valor que tiene en la calle, por lo tanto es un negocio rentable para las organizaciones delictuales”, dijo.
Los peloteros
En un reciente operativo, una investigación de cerca de dos meses permitió que Carabineros especializados del OS7 de Coquimbo detuvieran a cinco personas, que fueron sorprendidas justo en el momento en que pretendían hace llegar droga al recinto.
El procedimiento permitió la incautación de más de 400 gramos de ketamina, marihuana y pasta base, avaluadas en $.3.155.000, además de una honda, cerca de $300.000 en efectivo y cuatro teléfonos celulares.
Este tipo de organizaciones buscan facilitar el ingreso de sustancias y otros elementos al penal, lo que ha llevado a redoblar los esfuerzos policiales y de Gendarmería.
Desde junio a la fecha, según Carabineros se ha evitado el ingreso de $7.588.000 en droga, equivalente a 2.502 dosis, de las cuales 1.322 corresponden a marihuana, 1.100 a pasta base, 20 a éxtasis y 60 a clonazepam.