Dos nuevas víctimas se sumaron este fin de semana al prontuario del “acosador de El Milagro”. El sujeto, que fue detenido en 2019 por abusos sexuales a seis mujeres en el sector oriente de La Serena, reapareció y, ahora en Peñuelas, volvió a atacar en la vía pública y a plena luz del día.
Los antecedentes de lo ocurrido el año pasado fueron determinantes para considerar su libertad como un peligro para la sociedad, por lo que el Juzgado de Garantía local decretó la prisión preventiva, ordenando su ingreso a la cárcel de Huachalalume.
Según los antecedentes del caso, dados a conocer recientemente por la Corte de Apelaciones de La Serena, alrededor de las 15 horas del martes 15 de septiembre, el individuo de 32 años, identificado con las iniciales R.M.C., abordó de manera sorpresiva a una mujer en calle J.J. Aguirre, realizando tocaciones sobre la ropa, para luego huir del lugar.
Solo media hora después, en calle Los Huertos, se acercó a otra de sus víctimas, tomándola por la cintura. Para evitar la agresión sexual, la mujer se lanzó al suelo y gritó por ayuda, lo que ahuyentó al individuo.
Abusos en El Milagro
Los antecedentes expuestos en la audiencia de formalización que se realizó este domingo, recuerdan a lo ocurrido hace un año. Un reportaje de El Día, publicado en agosto de 2019, recopiló los testimonios de algunas de las víctimas del llamado “acosador de El Milagro”. Las denuncias eran del mismo tenor: un sujeto solitario llegaba en su auto o a pie y, de manera sorpresiva, realizaba tocaciones a mujeres en la vía pública, para luego huir rápidamente.
09 Víctimas se cuentan al sumar los casos condenados en 2019 con los dos nuevos registrados hace solo un par de semanas.
Las investigaciones del Ministerio Público encontraron a seis víctimas ese mismo año, cuatro de las cuales habían sido atacadas el mismo día, con solo horas o minutos de diferencia. Incluso, se reveló otro grave antecedente, en el verano de 2015 realizó lo mismo con una sobrina de solo 11 años de edad.
Tras la formalización de 2019 el individuo quedó en prisión preventiva, medida cautelar que después fue revocada y reemplazada por arresto domiciliario. Luego, a través de un procedimiento abreviado, el imputado recibió una pena de dos años de presidio y otra de 541 días, entre otras sanciones. Sin embargo, las penas corporales fueron reemplazadas por libertad vigilada intensiva.
En libertad, reincidió hace dos semanas y las agravantes lo llevaron nuevamente a prisión. Además de la reincidencia, el juez de Garantía, Diego Rubí, determinó que el hecho de que los nuevos dos delitos ocurrieran en estado de excepción constitucional y, particularmente, en medio de una cuarentena, “hace más vulnerables a las víctimas, debido a que no existe en la vía pública personas que puedan auxiliarlas”.
“Serialidad”
Más allá de lo determinado por la instancia judicial, expertos en materia psiquiátrica concuerdan en un peligroso perfil psicológico del individuo. El Día abordó el problema con la comisaria Daniela Valenzuela, psicóloga y miembro del Departamento Criminológico de Investigación Forense del Instituto de Criminología, dependiente de la Jefatura Nacional Contra Delitos Sexuales de la PDI.
La profesional afirmó que la alta reincidencia en este tipo de delitos está asociada a “características de serialidad” en su conducta. “Es decir, un sujeto que comete tres o más agresiones durante un tiempo y en un sector geográfico determinado, guiado por sus fantasías propias y conducta impulsiva”, explicó.
Valenzuela afirma que para determinar la peligrosidad de un individuo es necesaria una evaluación psicológica en profundidad. Sin embargo, señaló en términos generales que “esta fuerza compulsiva”, hace que el actuar del sujeto sea planificado y se sitúe en “un plano distinto al de la conciencia, lo que explica que después de cometer el acto y aunque lo recuerde, puede señalar que no lo cometió”.
“La reincidencia en este tipo de casos es alta, comprendiendo que corresponde a un sujeto con características de serialidad en su comportamiento”, Daniela Valenzuela, psicóloga, Instituto Criminología PDI
Agresividad, ira o poder, son algunas de las motivaciones que se encuentran detrás de estos actos, según la comisario. “Las conductas llevadas a cabo por el agresor expresan estatus, agresión, control y dominancia, más que gratificación sexual en sí misma”, explicó la profesional.
Perfil psicopático
El psicólogo clínico y académico de la Universidad Central, Ricardo Bascuñán, señaló que los antecedentes hablan de un claro caso de “perfil psicópata”, que resulta ser “muy peligroso para las personas”, debido a que se podría generar una escalada en delitos más graves, llegando incluso a violaciones y homicidios, como ha ocurrido con otros hechos de connotación social.
Si bien no puede hacer un diagnóstico certero sin contacto con el sujeto, Bascuñán analizó los antecedentes y afirmó que es este perfil el que “está más orientado a realizar este tipo de acciones”. Dentro de las características que se suelen repetir, destaca que “transgreden los límites, no respetan a las personas y realizan sin consentimiento conductas de tipo sexual”, indicó.
En concordancia con la profesional de la PDI, el académico afirmó que “existe una planificación y, bajo esa lógica, resultan ser muy peligrosos para el resto de la sociedad”. El docente agregó además que la literatura asocia estos diagnósticos con conductas antisociales de la personalidad. “También hay mucha perversión: cómo yo logro satisfacer mis propias necesidades sin importante la gente, y mucha frialdad. Además falla la conducta empática”, añadió.
¿Cómo surgen y cómo tratar estas personalidades? Bascuñán sostiene que “siempre ha sido tema de controversia si los psicópatas nacen o se hacen”. El experto indicó que este tipo de delitos son transversales a niveles socioeconómicos y pese a las particularidades, hay factores “propios de la vida” que pueden aportar al desarrollo de este tipo de conductas, que pueden “ir construyendo al psicópata”.
Si bien “en Chile se han hecho muchos esfuerzos” por detectar tempranamente este tipo de personalidades, “muchas veces cuesta detectarlos, porque en general los psicópatas tienen una habilidad muy grande para manejar ciertas situaciones y no ser descubiertos”. En ese sentido aseguró que el diagnóstico se vuelve “urgente”, para no repetir casos como los ocurridos con niñas brutalmente asesinadas.