Crédito fotografía: 
Raúl Galleguillos ‏ @Comandante_Tres
El derrame de ácido clorhídrico por parte de un camión en los sectores de Las Compañías y la ruta D-43 movilizó a personal de emergencias

Un llamado de emergencias movilizó a personal de Bomberos en las ciudades de La Serena y Coquimbo. Se trató del derrame de ácido clorhídrico en polvo por parte de un camión en los sectores de Las Compañías y Peñuelas.

El primero de ellos se registró en las calles Ayacucho con Colombia, en el sector de Las Compañías. Hasta dicho lugar llegó personal de Bomberos de La Serena, quienes activaron todos los protocolos de emergencia, con las evacuaciones de casas y sectores cercanos, para trabajar en el lugar.

Mientras que el segundo de estos derrames, se registró en la ruta D43, entre las calles Avenida Los Lagos y calle Talca, dónde el mismo camión presentó la misma fuga, generando un nuevo derrame de este químico altamente peligroso.

En el lugar trabajó personal de emergencias, encabezados por Bomberos de Coquimbo, quienes han realizado las evacuaciones respectivas y activaron los protocolos de emergencia para el control de la situación. 5802

RIESGOS DEL ÁCIDO CLORHÍDRICO

Tiene acción corrosiva y tóxica sobre la piel y mucosas, produciendo quemaduras cuya gravedad dependerá de la concentración de la solución. Estas quemaduras pueden ulcerarse quedando, más tarde, cicatrices queloides y retractiles (mal formadas por aumento de fibras de cicatrización formando una prominencia redondeada). El contacto con los ojos puede provocar reducción o perdida total de la visión; cuando las quemaduras son en la cara, es posible que determinen graves cicatrices que desfiguren el rostro. El contacto frecuente con soluciones acuosas determina la aparición de dermatitis.

En tanto, los vapores producen un efecto irritante sobre el tracto respiratorio, causando faringitis, edema de glotis, bronquitis, edema agudo de pulmón (aumento exagerado de líquido en los pulmones) y muerte. También son frecuentes las necrosis dentales, donde los dientes pierden su brillo, se tornan amarillos, blandos y, finalmente, se rompen.

 

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