En los días previos a las Fiestas Patrias, dos canes que pertenecen a Carabineros fueron protagonistas de la noticia. Esto debido a exitosos procedimientos en la Ruta 5 Norte, específicamente en la Tenencia de Carreteras Elqui, a la altura del sector de Juan Soldado en La Serena. Allí, el trabajo de ambos perros permitió incautar 19 kilos de pasta base de cocaína, dentro de los permanentes controles que se hacen a los buses interurbanos, buscando frenar el tráfico de drogas.
En aquella oportunidad, una patrulla del OS-7 que integraban guías de la unidad, junto a los canes detectores de droga Floyd y Chafir, estuvieron revisando las máquinas de transporte de pasajeros y vehículos que venían de la zona norte del país. Fue así como, cerca del mediodía del lunes 9 de septiembre, le correspondió el turno a un bus interprovincial que iba con destino a Santiago, aunque pasaría primero por la terminal de La Serena. Allí los carabineros pidieron que se abriera el portaequipajes, descubriéndose sustancias ilícitas en 2 bolsos gracias al poderoso olfato de estos animalitos.
LA CIFRA
12
meses dura el entrenamiento de un perro detector de drogas y su carabinero guía.
“En una de las mochilas había 6 paquetes de cocaína base y en el bolso más grande se encontraron 13 paquetes”, explicó a la prensa el coronel Hermes Soto Isla, cuando se exhibió el decomiso. Por su parte, el intendente regional, Juan Manuel Fuenzalida, calificó el procedimiento del OS-7 como una potente señal de combate al narcotráfico. “Mediante estos controles preventivos, pretendemos que en estas fiestas los protagonistas sean las familias y no los delincuentes. Creo que es un golpe importante, estamos sacando muchas dosis, así que seguiremos trabajando en ese camino”, enfatizó.
Un binomio policial
La perrita Floyd y el can Chafir llegaron el año 2007 a la Región de Coquimbo, procedentes de la Escuela de Adiestramiento Canino, que se encuentra ubicada en el Cerro San Cristóbal de Santiago. Allí son entrenados para cumplir distintas funciones dentro de la institución. Hay más de 180 perros y el entrenamiento parte cuando tienen un año de vida. El curso dura 12 meses y al final de éstos el ejemplar está listo para prestar servicios, hasta cuando cumpla los 10 años.
La Escuela de Adiestramiento es un plantel de educación que tiene por finalidad especializar a carabineros que son de planta, que postulan a ser guías de perros policiales, así que se forma tanto al uniformado como al perro. Terminado el proceso académico de un año, el binomio presta servicio a la población. Las razas más comunes en estos cursos son pastor alemán (trabaja en operaciones policiales, como las del Gope); labrador (poseen un gran olfato); golden retriever (ayuda a labores contra el narcotráfico); y pastor belga melinois (rescate y búsqueda de personas).
En la Región de Coquimbo hay 2 perros que trabajan para el OS-7 de Carabineros, en la unidad de Peñuelas de Coquimbo. Son precisamente Floyd y Chafir. La perrita de raza labrador está a cargo del instructor sargento segundo Juan Molina Vásquez, mientras que el golden Chafir trabaja con el guía cabo primero Jorge Soto Guzmán, quien contó que “lo que fui aprendiendo lo practicaba con él. Hacemos el curso (de instructor guía) con el mismo perro, que después se queda con uno”. Surge entonces una cercanía y cariño, como el de cualquier mascota con su amo.
Chafir hoy tiene 9 años y tiene el mismo grado que su guía, es decir, cabo primero. Por lo tanto, Floyd es entonces sargento segundo. Por eso usan un pañuelo con el color verde de la institución y el escudo de Carabineros. “Si el instructor llega a suboficial mayor, el perro cambia su pañuelo de verde a blanco”, consignó el carabinero Soto Guzmán. “Están entrenados para detectar marihuana, cocaína, heroína y LSD, más todos sus derivados”. Para ello se ocupa con ellos un cebo, con el olor de la droga. Se trata de un simulador pseudo-químico para el olfato del perro, que servirá para que él después detecte las verdaderas sustancias ilícitas.
Respecto a la alimentación de los perros, ellos comen dos veces al día, a media mañana y en la tarde, bebiendo agua constantemente. “Un veterinario los revisa cada mes. Les hace un control sanitario externo e interno”, sostuvo el cabo primero.
Y aunque, en el caso de su perro Chafir, él duerme en los caniles ubicados en el cuartel de calle Andrés Bello en La Serena, igual lo ve y está con él todos los días en el OS-7 de Peñuelas, donde hay amplios espacios para seguir ejercitándose en la lucha contra la droga, utilizando, por ejemplo, las canchas de pasto disponibles.
Las dos mascotas han dado una larga batalla en este tiempo, pero ya queda poco tiempo antes que llegue la hora del retiro. Porque mientras Chafir tiene 9 años, Floyd ya cumplió los 10. “La mayoría de los procedimientos se generan en buses que vienen del norte. Y cuando (los canes) estaban nuevos, saltaban a los maleteros. Ahora ya no. Se nota la edad”, manifestó el carabinero Soto.
Sin embargo, todavía queda tarea por delante y estos animalitos no se detendrán en su esfuerzo para cumplir con su deber.
Investigando el exilio
••• En junio del año 2011, un importante operativo con la perra Floyd tuvo amplia repercusión en la prensa regional. Esa vez, personal de la Sección OS-7 Coquimbo y el can detector de droga lograron retirar del mercado ilegal 61 mil dosis de marihuana del tipo prensada. La sustancia estaba envuelta en café y pasta de dientes para impedir que saliera el olor del estimulante. El bus interprovincial revisado, que venía de la ciudad de Calama hacia Santiago, fue detenido en la carretera. Al ingresar la perra Floyd al maletero, señaló la presencia de droga en un bolso deportivo color negro. Al procederse a la revisión de los distintos boletos de cada uno de los pasajeros, se logró determinar que el bolso correspondía a un muchacho de 19 años, quien portaba una gran cantidad de cannabis sativa. Con este procedimiento se logró sacar del mercado ilícito marihuana prensada del tipo paraguaya, cuyo valor alcanzaba ese año los 61 millones de pesos.