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Alejandro Pizarro Ubilla
La imputada por el parricidio de Melissa Chávez se encuentra separada del resto de la población penal en Huchalalume. Su abogado afirma que no tiene acceso a baño ni al patio, además de no poder entrevistarse con sus representantes. Gendarmería niega vulneraciones, afirma que en el lugar en que se encuentra es difícil cumplir con todo lo solicitado y sugiere traslado a otra región como única alternativa.

El pasado lunes el Juzgado de Garantía de Coquimbo determinó mantener la prisión preventiva a Mirta Ardiles, imputada por el parricidio de su hija, Melissa Chávez (12), a quien -según la investigación de Fiscalía- habría dado muerte para luego intentar borrar las evidencias encendiendo fuego a la habitación de la niña, en Villa Talinay de Coquimbo.

La revisión de cautelares había sido solicitada por su defensa, que alegaba que Ardiles no contaba con todas las condiciones para seguir privada de libertad en la cárcel de Huachalalume. Entre ellas, acusaba la falta de acceso a un baño y a comunicación con sus representantes, según detalló su abogado en la audiencia.

El tribunal porteño no accedió a la petición, pero ordenó aplicar mejoras a fin de que Ardiles pueda cumplir con lo dictaminado y a la vez se mantenga el resguardo de su seguridad. Esto, mientras el Ministerio Público indaga el caso dentro del plazo ampliado de investigación para poder llegar a un eventual juicio.

Pero el dictamen no resolvió todos los problemas. Mientras los representantes de la imputada afirman que las condiciones no han cambiado, Gendarmería descarta vulneración de derechos. Todo se complica, además, porque se encuentra recluida en el Hospital Penal del recinto, alejada del resto de las internas y sin acceso otras instalaciones, decisión tomada para el resguardo de su integridad, debido a las características de alta connotación social del caso.

La respuesta 



El tribunal había otorgado un plazo de 72 horas para que se tomaran las medidas y Gendarmería informara sobre las acciones implementadas.

El Día tuvo acceso a la respuesta de la institución, en la que argumentaron que la imputada “no puede ser conducida al sector de estadística en donde se realizan las entrevistas virtuales de los internos con su defensa, puesto que se pone en riesgo su integridad física al encontrarse amenazada por gran parte de la población penal”.

Por otra parte, afirman que la pieza en la que permanece “cuenta con un baño las 24 horas del día”, y ante la petición de permitirle acceder al patio, mencionan que “no es posible acceder a ello, puesto que el régimen en el cual se encuentra la imputada no permite esa salida”.

Finalmente declaran que “la única solución que Gendarmería recomienda es el traslado de Unidad Penal fuera de la región”.

Presentarán recurso de amparo 



Consultado, el abogado defensor Nicolás Pavez confirmó a El Día que “esta mañana (ayer) tomamos conocimiento de la respuesta de Gendarmería”. Sin embargo, el jurista sostiene que esta “no solo es de una inhumanidad inexplicable, sino que constituye una gravísima vulneración de normativa nacional e internacional de cómo debe ser tratada toda persona privada de libertad”.

El profesional agrega que “se entiende que se tomen medidas por su propia seguridad”, pero sostiene que “estas no pueden ser atentatorias contra la propia salud mental y física de ninguna persona”.

En la misma línea, adelantó que durante la jornada de hoy sábado presentarán un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones de La Serena, “exigiendo a Gendarmería de Chile que tome las medidas necesarias para que pueda tener un baño las 24 horas del día, acceso al patio –sin que peligre su integridad- y lo más relevante, que se le permita entrevistarse con sus abogados”.

Finalmente, declara que “en el evento que estas condiciones no sean cumplidas, indudablemente que pediremos revocar la prisión preventiva”.

Gendarmería responde



En conversación con El Día, la teniente coronel Ana María Garrido, directora (S) de Gendarmería, dijo que “las condiciones que me pide la defensoría y también me pide el Tribunal, son muy malamente manejadas, porque en primer lugar el hospital penal no tiene patio. La situación es por un propio resguardo físico de ella (Mirta Ardiles) y del resto de las internas. Para poder darle patio tendría que estar en una sección y ella no está en una sección”.

Sobre la posibilidad de un traslado, reconoce que “se propuso al tribunal justamente que la única alternativa para poder cumplir con los requisitos que se solicitan sería trasladarla a otra región para que pueda tener las condiciones solicitadas por el tribunal”.

La comandante Garrido aseguró que “estamos haciendo todo lo posible como Gendarmería pero donde ella está recluida –dentro del hospital penal, vuelvo a reiterar- estas condiciones al cien por ciento no podrían darse. Sí las llamadas telefónicas o videollamadas con su familia o con su defensor”.

Finalmente descarta que la imputada no tuviese acceso al baño. “Eso nunca ha sido problema, ella en la sala que está tiene baño directo, yo no sé de dónde sacó la defensoría que ella no cuenta con baño, porque la misma sala tiene servicios higiénicos 24/7. Los tiene dentro de sus dependencias”, declaró.

 

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