Familia de bombero baleado lamenta la baja sentencia contra el responsable

Pablo Dubó (24) era un joven lleno de sueños y proyectos. Pero todos esos anhelos se vinieron abajo de la noche a la mañana, por culpa de la acción de un trío de delincuentes, que lo atacaron en su propio lugar de trabajo. Fue la noche del 31 de agosto, en el servicentro Copec ubicado a la entrada de Las Compañías, cuando la vida de este joven bombero cambió para siempre.

Premunidos de una escopeta de fabricación artesanal, los antisociales llegaron hasta donde estaba Pablo, con el fin de arrebatarle el dinero que portaba en su bolsillo. El bombero gritó para alertar a otro compañero de trabajo, quien salió del minimarket de la bencinera y fue en su ayuda, activando una alarma. Al momento de socorrer a Dubó, escuchó un disparo mientras su colega corría hacia él, que hizo que el joven cayera a mitad de camino, en el sector para cargar aire a los neumáticos.

Los agresores se dieron a la fuga, mientras al lugar llegaron los carabineros que se encontraron con el bombero ensangrentado en el piso. Una vez hospitalizado, se estableció que la víctima recibió el disparo con arma hechiza en la espalda y la nuca, por lo cual quedó con perdigones en el cerebro.
Un solo detenido hubo en este caso, reconocido por testigos.

Se trató de un menor de 14 años, que a pesar de alegar inocencia fue imputado por robo con intimidación. Sin embargo, tras haber estado Pablo Dubó en riesgo vital por las heridas, después el Ministerio Público lo reformalizó por homicidio frustrado. De los otros participantes en este ilícito nunca más se supo.

Finalmente, esta semana el Tribunal Oral de La Serena halló culpable al menor, sentenciándolo a 3 años y un día de régimen semicerrado. Algo que no fue bien recibido por la familia de Dubó, que considera que es un castigo muy bajo para este antisocial. “Estamos súper defraudados”, manifestó el tío de Pablo, Jaime Cortés, quien explicó que el condenado prácticamente salió libre, teniendo sólo que participar en un programa de reinserción social y dormir todas las noches en un recinto especial para este tipo de sentencias.

“Cuando le avisé a mi hermana (madre de Pablo), que está en Santiago, se puso a llorar”, contó Cortés. Y es que a todos les dolió mucho enterarse de un castigo tan bajo contra el agresor. Pero eso no es todo. También señalaron sentirse decepcionados de la labor del Ministerio Público, asegurando que no hicieron todas las diligencias suficientes en torno a este caso en materia investigativa.

“No entiendo por qué nunca obligaron a este muchacho (el condenado) a decir quiénes más participaron con él. Porque fueron en total 3 los delincuentes”, recordó Díaz.
Sobre el estado de Pablo, él aún se encuentra en la Región Metropolitana tratando de salir adelante. “Tiene un 70% de discapacidad”, precisó su tío, agregando, además, que ni siquiera se les ha ayudado en el tema de los costos de salud.