El domingo 25 de junio pasado comenzó una historia que aún busca rearmarse y encontrar a los responsables de un final trágico. Hablamos de la muerte de Ricardo García Muñoz (50), chofer de colectivos de la Línea 41 de Tierras Blancas, y que esa noche ya terminaba su turno cuando cerca de las 21:00 horas llamó a su mujer para terminar con un resultado fatal: su muerte y con su vehículo, su herramienta de trabajo, quemado en las cercanías de una parcela en el sector de Altavalsol, rumbo al Valle de Elqui.
Hay una serie de piezas que deben ser unidas para intentar configurar las responsabilidades que le competen a cada quien, pues se habla de la tesis de un secuestro, e incluso de otras variables, que dicen relación con la posibilidad de que alguna banda o agrupación delictual esté detrás de estos reprochables actos.
En ese contexto, siguen las elucubraciones sobre la o las personas que están detrás de todo esto. Las posibilidades son diversas, y tanto desde la PDI como en la Fiscalía son muy cautos al referirse a las variables que podrían armar este puzzle policial. Sin embargo, según fuentes reservadas a las que pudo acceder nuestro medio, existe la posibilidad cierta de que las autoridades policiales hayan encontrado a un eventual responsable de este reprochable delito, quien no habría reconocido finalmente su responsabilidad.
Sin embargo, consultando con fuentes al interior de la policía civil, indicaron que esto “no es así”, ya que para lograr detener a alguna persona “se realiza en base a pruebas criminalísticas" y “no hay pruebas para imputarle delitos a ninguna persona”, indicaron bases confiables desde al interior de la institución.
Lo cierto es que más allá de las conjeturas que puedan surgir en torno a este caso, tanto desde la Policía de Investigaciones como desde la propia Fiscalía no quieren referirse en profundidad a estas circunstancias, ya que sostienen que cualquier situación podría alterar el curso de las investigaciones, ya que se trata de un caso con variados alcances y en circunstancias muy dramáticas, puesto que incluso el cuerpo de García fue encontrado, desnudo, a pocos metros de su colectivo calcinado, sin heridas visibles. Pero, tras los exámenes realizados en el SML un día después de su muerte, se supo que había sufrido una serie de hemorragias internas en su cabeza.
LOS AVANCES, CON CAUTELA
El jefe de la prefectura Elqui de la PDI, Abel Lizama, si bien conversó con diario El Día respecto a este caso, se suma a la cautela respecto a lo sucedido, aunque reconoce que han existido conversaciones con diversos individuos que presuntamente estuvieron vinculados a este hecho de sangre.
Sin embargo, fue claro al señalar que no se revelarán mayores antecedentes ante la opinión pública en la medida que no se dé con los responsables ni tampoco en detalle de los avances de la PDI tanto en materia de entrevistas como de peritajes o empadronamientos, pero sí entregarán los antecedentes en su totalidad cuando estén a disposición.
“Lo cierto es que la investigación sigue en carácter reservado. El trabajo que ha realizado la Brigada de Homicidios de La Serena, desde el primer minuto que estos hechos fueron conocidos por la Policía de Investigaciones y por el Ministerio Público, no ha parado. Este trabajo lo estamos realizando con el fin de recapitular cronológicamente todo lo que ocurrió con este taxista”, indicó Lizama.
Fue enfático al indicar que “las investigaciones han avanzado satisfactoriamente, pero no falta individualizar a algunas personas que han sido vistas en las proximidades del vehículo, sobre todo durante los trayectos que él (García) estuvo realizando esa noche. Por lo tanto, desde el punto de vista de la investigación, preferimos no dar muchas luces con respecto a los trabajos que estamos desarrollando en conjunto con el Ministerio Público”, subrayó.
Sin embargo, el jefe de la Prefectura Elqui de la PDI indicó que hay bastantes personas individualizadas, donde se han podido verificar sus dichos respecto de lo ocurrido, pero "por razones estratégicas de la investigación y conforme con las coordinaciones que mantenemos debemos mantener muchos antecedentes de manera reservada para obtener éxito en las pesquisas”, aseveró.
La autoridad ratificó que de lograr el éxito buscado en esta investigación y si se“cierra el círculo” se le comunicará a la opinión pública y a las familias de la víctima las novedades, pero ratificó que “debemos actuar con tranquilidad y cautela para no entorpecer el trabajo investigativo. No podemos entregar plazos, pero hay que reunir elementos técnicos y científicos que den cuenta de los dichos de cada una de las personas. Hay que tener paciencia y no ser apresurados, para facilitar todas las herramientas al Ministerio Público y así comenzar con el proceso penal”, concluyó.