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Lautaro Carmona
Aunque todavía no están formalizados y alegan inocencia, la madre de la menor y el padrastro se están asesorando y dieron el primer paso con la solicitud de información respecto de las diligencias que ha realizado la Fiscalía. Por lo pronto, las indagatorias avanzan, pero lentamente y en el hermetismo luego que no se pudiera determinar la data exacta de muerte de la pequeña, y la existencia de un tercer sospechoso. Respecto al hermano de la víctima, ya se encuentra con medidas de protección dictadas por el tribunal de familia.

De manera silenciosa, y a una menor velocidad de la que se pensaba cuando se inició la investigación, avanzan las indagatorias en el caso de Melissa Chávez, que hoy cumple 20 días. La menor de 12 años falleció el pasado 26 de noviembre en Coquimbo, específicamente en el Pasaje San Anacleto, de Villa Talinay, sector de La Cantera, donde había llegado a vivir junto a su madre biológica, Mirta Ardiles, su padrastro Luis Santander y su hermano de 7 años.

En un comienzo, la principal tesis, y, de hecho, lo que se informó a los medios de comunicación, fue que la pequeña había muerto producto de la asfixia tras ocurrir un incendio en la casa que habitaba, en la que, en ese momento, sólo se encontraba ella. Esto, luego de que sus padres declararan haber salido durante la mañana, dejándola en su pieza acostada en su cama.

Pese a que las suspicacias surgieron de inmediato, debido a las características particulares del hecho, desde el Ministerio Público no podían hacer conjeturas sin tener los antecedentes científicos sobre la mesa, los que emanaron desde el Servicio Médico Legal el 1 de diciembre, y que eran concluyentes: En definitiva, la niña no había perdido la vida producto del incendio y tampoco debido al humo, sino que fue atacada por uno o más sujetos antes de iniciado el siniestro.

De acuerdo a los informes de autopsia Melissa Chávez tenía un traumatismo encefalocraneano producto de un golpe con un objeto contundente o una caída desde altura. Además, presentaba diversos cortes en su cuerpo. Fue por este motivo que ahora formalmente se investigaba un homicidio y la consecuente participación de terceras personas.

De víctimas a imputados

Todavía no está establecido que el padrastro de la menor y la madre biológica, que habían llegado hace apenas tres meses a Villa Talinay, y que llevaban poco más de 10 años de relación, tengan alguna participación en los hechos. Sin embargo, lo concreto es que se encuentran en calidad de imputados desde el principio de la historia, incluso antes de que el Ministerio Público tuviera las pruebas del SML. De hecho, en la declaración que realizaron ante la PDI, el 27 de noviembre les fueron incautados sus teléfonos celulares y se solicitó una orden de rastreo de llamadas en los días previos al delito.

Posteriormente, se han encargado más pericias al laboratorio de criminalística en Santiago, pero todavía no se obtienen resultados que sean categóricos para formalizar a los dos principales sospechosos, que continúan negando toda participación. Incluso, de acuerdo a fuentes a las que tuvo acceso este medio, muchos de los peritajes ya llegaron, pero el más importante y que serviría para determinar la data de muerte de Melissa, todavía no está listo y podría demorar meses. Con esto, la investigación podría alargarse por más tiempo del que se indicó en su momento, a menos que alguien confesara el crimen, una posibilidad que se ve cada vez más lejana.

Tomando acciones

Tanto Mirta Ardiles como Luis Santander, madre y padrastro de Melissa, solicitaron la carpeta investigativa a la Fiscalía, esto en el entendido de que como imputados en el caso, tienen el derecho a conocer las diligencias. Con esta información, que tendrían en unos 15 días más, podrían concretar finalmente la representación del abogado Carlo Silva, quien analizará las acciones que se han realizado para tomar una decisión al respecto. Claro, se tiene la tesis de que los investigadores han “cargado la mano” hacia ellos, sin tomar en cuenta las otras hipótesis. No obstante, ya se conoce la existencia de un tercer sospechoso de 28 años, quien era vecino de Melissa en Villa Talinay.

Medidas de protección hacia el otro menor

La pareja abandonó Villa Talinay junto al pequeño de 7 años. En un comienzo, habían vuelto a su hogar de la Parte Alta de Coquimbo, pero luego se trasladaron hacia otro lugar ya que señalaron, estaban siendo víctimas de amenazas. Sin embargo, nunca han estado fuera del rango del Ministerio Público, ni de los Tribunales de Familia, que se encuentran al pendiente del menor en la eventualidad de que pudiese ser vulnerado en sus derechos, al estar al cuidado de dos personas imputadas e investigadas en un delito de esta envergadura.

Desde la OPD de Coquimbo, Oficina de Protección de Derechos, dependientes del Sename, ya activaron la red tendiente a resguardar al menor, y aunque no pueden entregar detalles de la causa, sí afirman que han existido audiencias y que ya se decretaron medidas formales por parte del tribunal y el menor está siendo intervenido y con la protección correspondiente.

Eso sí, medidas “más extremas” como quitarle la custodia de manera provisoria a los padres, en esta etapa del proceso serían demasiado adelantadas y de existir se llevarían a cabo sólo en la eventualidad de que ellos sean formalizados.

Abofem desiste de querella

Cabe señalar que, a estas alturas, en la causa –totalmente reservada- existen dos querellas. La primera presentada por la Defensoría de la Niñez, que es por el delito de homicidio contra quienes resulten responsables, y la otra por el padre biológico de la menor, Denis Chávez, quien está siendo asesorado por el Centro de Protección y Apoyo a Víctimas de la Subsecretaría de Prevención del Delito.

De acuerdo a lo informado por la directora regional de Abofem, Carolina Tello, quienes en principio también presentarían una querella, prefirieron dejar todo en manos de las entidades estatales que han actuado hasta ahora, ya que, dice Tello, “es lo correcto en estos casos”, aseveró.

Respecto a la tía de Melissa, Daniza Araya, sólo se encuentran a la espera de las pericias, que podrían tener todavía para largo, y aunque se han ido enterando a través de la prensa sobre situaciones que desconocían, en la familia siguen apoyando a Mirta Ardiles y la tesis del tercer sospechoso, de quien, según antecedentes que recabó Diario El Día en el lugar, no se ha vuelto a saber desde que ocurrió el trágico episodio, y la PDI ha estado realizando preguntas respecto a él, ya que fue visto por al menos tres testigos rondando las techumbres el día en que se produjo el incendio, con un overol y una máscara antigases.

 

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