Expertos indican que el escenario es alarmante, ya que los incendios forestales en la Región de Coquimbo van en aumento durante esta temporada, por lo que auguran un periodo estival complejo. Pese a los esfuerzos en conjunto de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Bomberos y las autoridades, ya existe una gran cantidad de hectáreas dañadas por siniestros en la zona.
Esto a consecuencia de factores que influyen en su propagación, como la falta de precipitaciones y la presencia de vegetación seca, que han incrementado este riesgo en la zona, aunque las autoridades insisten en que el 99,2% de los incendios en el país se inician por el hombre, ya sea por descuidos o negligencias en la manipulación de fuentes de calor, o por prácticas agrícolas o por intencionalidad.
En este contexto, la actual temporada de incendios forestales en la región amenaza con ser una de las más devastadoras de los últimos cinco años. En el período 2020-2021 se quemaron 10, 4 hectáreas, mientras que en la actual temporada (periodo que va del 1 de julio al 30 de junio del año 2022), la cifra llega a 1092,13 hectáreas, un incremento de 10.391% de áreas afectadas, esto en los 9 incendios forestales que se registraban hasta ayer jueves.
Al respecto, el director nacional de Conaf, Rodrigo Munita, en su reciente visita a la comuna de Los Vilos, afirmó que la situación de los incendios forestales será compleja a lo largo del país. “Por esto nos hemos preparado como Gobierno y Conaf, con nuestros programas inyectando recursos para apoyos aéreos como para brigadas que están distribuidas a lo largo de todo el territorio”.
El director nacional apunta al Plan Nacional 2021-22 de Protección Contra Incendios Forestales para cuya ejecución el Gobierno aprobó un presupuesto de $68.801 millones. Estos recursos permitirán a Conaf contar con 62 aeronaves y casi 3.500 brigadistas en 270 brigadas, distribuidas entre las regiones de Atacama y Magallanes.
Munita precisamente viajó a la zona a supervisar en terreno los trabajos en el incendio que hasta ayer se encontraba activo en el “Cerro Minas Las Vacas”, el cual ha consumido una superficie de más de mil hectáreas de vegetación.
Choapa lidera áreas dañadas
Este siniestro, el segundo más importante registrado en los últimos años en la región, disparó las cifras en la provincia de Choapa, que si bien anota 3 siniestros, dos menos que la provincia de Limarí, estos han dañado una mayor cantidad de hectáreas.
Para los expertos y autoridades, la provincia sur de la región de Coquimbo reúne una serie de características que pueden generar condiciones “ideales” para estos eventos.
Así lo indica, el delegado presidencial de Choapa, Juan Pablo Gálvez quien explica que existen sectores con mucho viento, altas temperaturas y una humedad ambiental que es muy baja, “todo eso ayuda a que se propaguen los incendios”, afirmó.
A su vez, el director regional de Conaf, Eduardo Rodríguez, coincide con que las condiciones atmosféricas y un alto número de combustible fino (vegetación seca), a lo que se debe sumar un difícil acceso a estos sectores, hacen complejo el combate de las llamas.
Agrega Rodríguez que el 50% de la masa vegetal de la zona central del país se encuentra seca y eso es un gran riesgo. “Estamos hablando de árboles con copas secas. Esto hace que los incendios no sean solo del estrato herbáceo, sino que toman las copas de los árboles y se transfiere por estas. Esto pasó el año pasado en un incendio en Monte Patria donde se quemaron 30 hectáreas”, explicó el director regional de Conaf.
Rodríguez lamenta que otra circunstancia a considerar siempre en los incendios forestales de gran magnitud es la acción de terceros que reactivan las llamas.
“Cuando se producen estos incendios y la operación de los helicópteros es bastante espectacular de ver, hace que la gente vuelva encender el fuego para ver pasar o actuar a los helicópteros. Esto nos pasó en Salamanca, que encendieron varios focos muy lejanos al fuego, por lo que se debe asumir la intencionalidad”, manifestó el director de Conaf, quien condena este tipo de hechos y hace un llamado a la responsabilidad de las personas, considerando lo complejo que se avizora el panorama.
“Es tradicional que -en los últimos tres años ha sido así- los incendios forestales se inicien en nuestra región y luego en los meses de enero y febrero sean más frecuentes en la zona centro-sur”, explicó.
La otra zona de nuestra región que genera preocupación es la de Limarí, que tiene la mayor tasa de ocurrencia de incendios forestales producto de las prácticas agrícolas y el uso del fuego para la quema de desechos. El sector periurbano de Ovalle y, específicamente el sector de La Chimba son los lugares marcados con rojo por los expertos.