La labor de la Brigada de Activos de la Policía de Investigaciones dejó al descubierto un hecho que impactó a la opinión pública durante la semana pasada en el país.
Correspondió a la investigación realizada por la PDI en el marco de la conocida como “Operación Rey Midas”, cuyas acciones permitieron incautar más de $12 mil millones en efectivo y que determinó la formalización de 35 personas.
Cabe destacar que esta organización, denominada como el “Cartel del Oro” importaba el metal desde Perú y Bolivia, cuyo caudal aumentaba en Chile para así exportarlo a grandes paraísos de este preciado y lucrativo mineral.
Recordemos que los procedimientos se realizaron en diferentes ciudades del país, y cinco de los involucrados pertenecían o estaban realizando actividades ilícitas en la Región de Coquimbo.
Específicamente, en la zona estas labores por parte de la policía civil terminaron con la detención de dos personas en la comuna de Andacollo, además de otras tres entre Coquimbo y el sector de Serena Golf.
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Las formas de operar de estas organizaciones son altamente sofisticadas, mediante el uso de empresas de papel, con un complejo sistema de blanqueo del metal.
En ese contexto, el director general de la PDI, Sergio Muñoz, señaló que gracias al hallazgo se identificó, además, la utilización de casas de cambio de dinero, lo que supondría una enorme red dispuesta para esos fines.
“La verdad es que nos preocupa que Chile se esté utilizando como un país de paso de estas mercancías ilegales, donde se blanquea la trazabilidad y el origen de estos metales que son muy costosos. Estos generan una gran cantidad de bienes, dinero y ganancias para quienes se dedicaban a cometer estos delitos”, señaló la autoridad policial.
Además, cabe consignar que no se trata de entidades delictivas como las que se han instalado en otros puntos del país, que se basan en un poder de fuego y en actos violentos. Por el contrario, la discreción es la tónica.
De acuerdo a información a la que accedió diario El Día, las personas que fueron detenidas en la zona estaban desarmadas y en los allanamientos no se encontró ningún armamento.
Pero además, gozan de otras características muy especiales.
La “hebra” de un delito
El origen de esta organización, como fue señalado por las propias autoridades, quedó en evidencia cuando se dan cuenta de hechos que no corresponden al procesamiento habitual de oro, como el que se efectúa en el resto del país.
En efecto, tal como señaló a Bio-Bio el subdirector de fiscalización de Aduana, Alonso Vega, “una de las cuestiones que nos levantaron las alertas fue la alta pureza del oro, de un 99,5%, de difícil exportación y el nivel de inconsistencia que existían en los contratos comerciales, entre las empresas relacionadas y su origen, que no estaba bien claro, y también las exportaciones a nivel internacional, en especial a los Emiratos Árabes”.
Llama la atención el cuantioso botín que fue hallado en el marco de la Operación “Rey Midas”. Recordemos que tras el allanamiento de los domicilios de los 35 detenidos en diferentes regiones del país se encontraron $12 mil millones en dinero efectivo, 74 kilos de oro, $500 millones en vehículos y $150 millones en un yate incautado en Coquimbo.
Además, se encontraron 12 toneladas de explosivos, y se corroboró que a nombre de los tres clanes principales se encuentran 17 propiedades, avaluadas por $7 mil millones, todo esto según información oficial.
Sin embargo, de acuerdo a antecedentes que maneja este medio de comunicación, sólo en la vivienda allanada en Serena Golf se encontraron alrededor de $17 millones, y en el caso de dos viviendas en la comuna minera de Andacollo el botín correspondió a $38 millones.
En el caso de una de las personas detenidas, en su vivienda se encontró sólo dinero en efectivo, que incluso para el mismo involucrado se trataba de una cifra “indeterminada”, disponible en cajas fuertes, muebles, inclusive “bananos”. Cabe destacar que en este tipo de procedimientos, la policía cuenta el efectivo y realiza todo tipo de acciones frente a los imputados. Así, todo se efectúa en forma transparente y no queda espacio a las dudas.
En esa línea, en todos los hechos relacionados, se trata de personas que gozan de una buena situación económica, que distan de tener actitudes violentas y en general se trata de individuos que habitan junto a sus familias. Son profesionales, que tienen contactos y que saben operar al “filo de la ley”.
Incluso, de acuerdo a testigos, cuando muchos de ellos eran tomados detenidos, sus cercanos los despedían sin aspavientos, asegurando que los esperaban “a la vuelta”. Sin dudas, la tranquilidad económica y la fidelidad tienen su precio.
Si bien se está investigando la línea de asociación ilícita y contrabando, la figura del lavado de activos sería una de las tesis más importantes.
Pero surge una arista que tampoco puede desconocerse: en Andacollo, según datos a los que accedió El Día, una de las personas poseía medio kilo de cannabis, lo que extendería los lazos hacia un terreno complejo como es el narcotráfico, lo que también deberá investigarse.