• Esta mujer que acusa haber sido víctima de secuestro, por temor no quiso identificarse, dice que fueron varias denuncias que puso antes de este episodio en contra de su expareja. Incluso las primeras las hizo cuando vivió con él en el norte del país.
Crédito fotografía: 
Óscar Rosales
Caso se encuentra en los tribunales y abogada defensora asegura que hubo a lo menos complicidad de una segunda persona, que sería conserje de un condominio hasta donde fue llevada.

Un hecho con características de gravedad es el que denunció la abogada María Belén Rojas Pinto del estudio “Troncoso, González y Compañía”, quien dio cuenta de un caso que lleva adelante en los tribunales e involucra como víctima a una joven mujer de 24 años de edad, la que también entregó su testimonio a  El Día, pidiendo privacidad de su identidad, por el temor que siente, ya que corre riesgo su integridad física e incluso su vida.

De acuerdo a lo afirmado por la abogada  María Belén Rojas, el autor de las agresiones, además de amenazas de muerte y secuestro es la expareja de la joven, quien incluso tenía una orden de alejamiento cuando la agredió y la secuestró una noche completa, tiempo en que no dejó de agredirla.

Además, la profesional mencionó que el autor del ataque la tiene amenazada de sacarle los ojos y convertirla en un nuevo caso “Nabila Rifo”, por lo que ya ni siquiera puede andar sola. Explicó que en el último episodio de violencia incluso hubo la participación de otra persona, contra la que se querellarán también.

Los hechos ocurrieron el 22 de septiembre, oportunidad en que la mujer fue abordada en un servicentro cerca de su domicilio, donde la interceptó y le dijo que por favor lo ayudara, que se había quedado sin bencina, pero cuando le pasó el dinero la subió al vehículo, puso seguros en las puertas y salió del lugar, llevándola en una dirección desconocida y luego de deambular por varios sectores se dirigió al condominio donde vive, la encerró en la casa y  comenzó a golpearla, además de mantenerla constantemente amenazada de muerte. 

Tras un descuido, la víctima  logró tomar su celular, que se lo había quitado y le envió un mensaje de auxilio a su madre.

NARRA LA VÍCTIMA

Así narró la víctima lo ocurrido ese día, pero indica primero que lo había denunciado en los tribunales anteriormente, donde se le dio una baja condena (multa de un cuarto de UTM y prohibición de acercarse) y el mismo día la secuestró, incluso teniendo una orden de alejamiento.

“Me habló en una bomba de bencina que hay cerca de mi casa y me dijo que lo ayudara que se quedó sin bencina, yo me di cuenta que andaba bajo efectos de la droga, porque lo conozco, me senté en el asiento del copiloto, pero dejé mi pie abajo y no cerré la puerta. Al momento de pasarle el dinero y me voy a retirar, me tomó del pelo y me tiró hacia adentro del auto y cerró las puertas con seguro. De ahí me llevó a varias partes, mientras yo le hablaba para que no me hiciera nada, pero me decía miles de cosas, que me iba a sacar los ojos, que iba a ser la próxima Nabila Rifo y después me llevó al condominio donde él vive, que es cerrado y con portero (conserje)”.

La abogada sostiene que el individuo no tiene irreprochable conducta anterior, porque la mujer ya lo había demandado y había sido condenado. 

“Tiene una condena por cuasidelito de homicidio y la condena que él obtuvo por ese primer episodio denunciado en Coquimbo por la víctima, fue una orden de alejamiento y una multa consistente en un cuarto de UTM, esa fue toda la condena que tuvo. Posteriormente él la comienza a amenazar por vía whatsapp y por teléfono, por lo que presentamos una querella por amenazas condicionales, porque él le decía, ‘si tú no me pasas dinero, te voy a matar. Te voy a secuestrar, te voy a sacar los ojos, vas a ser la próxima Nabila Rifo. Te voy a encerrar en una casa sin comida, vas a estar sin ropa, te voy a meter en el maletero, te voy a incendiar el auto’. Y todos esos antecedentes fueron aportados a la fiscalía”, señala la abogada  María Belén Rojas.

La profesional agrega que después de todas esas amenazas denunciadas, el día 22 de septiembre pasado, la Fiscalía decide no perseverar, porque estimaron que no había antecedentes suficientes para poder formalizar.

“Ese día 22 de septiembre en la mañana la fiscalía decidió no perseverar y ese mismo día en la noche la secuestró y al día siguiente la soltó”, afirma.

NOCHE DE TERROR

La víctima, que pidió no ser identificada prosiguió con su relato de los hechos. “Me llevó a la casa del condominio, me golpeó, me torturó, me quitó el celular y me sacó los zapatos para que no me arrancara, siempre me golpeó. En un momento me solté, arranqué para el condominio pidiendo ayuda, el portero vio todo lo que pasaba y no hizo caso. Entonces él me arrastró del pelo nuevamente hacia la casa y adentro continuó agrediéndome, pero en un descuido tomé el celular y le envié un mensaje a mi mamá (ella es atendida en el Centro Liwén y ahí le enseñaron a mandar una palabra clave a su madre cuando estuviera en peligro) y ella avisó a Carabineros, y también me fue a buscar”, cuenta la afectada.

LA COMPLICIDAD DEL PORTERO

La abogada María Belén Rojas aporta otros datos del secuestro, indicando que Carabineros llegó al condominio, sin embargo, el conserje le habría dicho a los uniformados que la residencia -donde ella permanecía- que no vivía nadie y que nada especial había ocurrido en el lugar, por lo que Carabineros se retiró. 

“Y él sabía que estaba allí y que la estaba golpeando. Posteriormente llegó su mamá en un Uber y le dice al portero que su hija está adentro y que probablemente está en peligro, entonces el portero va a la casa a avisarle a este individuo y le dice que se vaya, porque los Carabineros van a volver, así logra  arrancar y todo gracias a la ayuda del portero del condominio, por eso también nos estamos querellando contra él, como coautor”, narra la abogada.

LO LAMENTABLE E INCOMPRENSIBLE

••• La abogada María Belén Rojas explica que tras todos estos hechos que ha narrado su defendida, corroborados por ella, la fiscalía ahora pretende formalizarlo por el delito de desacato y lesiones menos graves y no por secuestro como están solicitando. “El desacato porque él ya estaba condenado a no acercarse a ella y lo hizo, y por las lesiones menos graves en el contexto de violencia intrafamiliar”.

Consultada por qué la Fiscalía no estaría considerando el delito de secuestro señala que “eso es lo que nosotros no entendemos y esa es la razón por la que tuvimos nuevamente que intervenir como querellantes, porque los únicos que tiene la facultad para formalizar es la fiscalía y como querellantes tenemos antecedentes del secuestro, pero la Fiscalía continúa con la idea de las lesiones menos graves y el desacato. Por eso, vamos a pedir una audiencia con el fiscal para que estudie la reformalización y sea además por el delito de secuestro”.

Dice que la intención es evitar que el sujeto nuevamente tenga una pena menor y ande suelto en la calle con el riesgo que significa para su clienta. “¿Vamos a esperar que le saque los ojos definitivamente para poder hacer algo?”, termina la abogada.

 

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