Los nuevos antecedentes de puzzle policial en torno al crimen de músico serenense

Tras una intensa búsqueda por parte del personal de la Policía de Investigaciones (PDI), la tarde de este miércoles se detuvo al sujeto de iniciales C.S.A.D., segundo involucrado en el macabro crimen del músico serenense Cristian Araya (44), conocido en la escena del metal como el “Super”.

Se trata de un hombre que llegó a la Región de Coquimbo desde el sur del país hace algunos años, y quien según los antecedentes conocidos, se desempeñaba como carpintero en la zona. El individuo fue capturado alrededor de las 15:30 horas de ayer, cuando se encontraba en su lugar de trabajo.

Junto a O.A.A.O., actualmente en prisión preventiva, son investigados por el Ministerio Público como imputados por el delito de homicidio calificado, en torno a los hechos que conmocionaron a la zona hace dos semanas.

Recordemos que la víctima fue encontrada sin vida por transeúntes en la vía pública el sábado 13 de noviembre. Su cuerpo estaba en el bandejón central de la avenida Libertad, del sector Puerta del Mar de La Serena, hasta donde fue trasladado en un carro de supermercado tras haber sido brutalmente agredido.

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El relato de los hechos

Al mediodía de ayer, en la audiencia de control de detención, el fiscal a cargo, Carlos Vidal, se refirió al relato que el imputado entregó luego ser entrevistado por el ente persecutor, avalado por imágenes en video de la recepción del edificio y de un supermercado. Este segundo dato puede ser importante, ya que pocas horas después de lo sucedido, los involucrados en el caso fueron hasta ese recinto comercial cercano, donde  C.S.A.D. dio su RUT para obtener un descuento en la compra de dos pack de cervezas, lo que quedó registrado.

De acuerdo a su declaración, los hechos comenzaron el viernes 12. De acuerdo al propio imputado, éste se dirigió hasta una schopería cercana a la Recova, para luego dirigirse hasta otra ubicada en calle Balmaceda, donde compartió con algunas mujeres y gastó una enorme cantidad de dinero. Bebió mucho y no tiene muchos recuerdos de lo sucedido.

En esas circunstancias se habría encontrado con Cristian Araya y O.A.A.O., dando así forma a un crimen que deberá seguir siendo investigado.

Según lo relatado por el persecutor, C.S.A.D. recordó que apareció “sin mucha claridad” en un auto y en una botillería, para luego terminar en el departamento donde ocurrieron los hechos, en medio de una noche de alcohol y otros aditivos. 

“En un sillón del departamento estaba el Rusio y el fallecido. En ese momento, se me comenzó a pasar el efecto”, aseguró el imputado, para luego comenzar, junto al coautor del delito, a intimidar a la víctima, para que “pagara lo que había consumido”.

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Aumenta la violencia

Instantes después, comenzaron las agresiones, principalmente realizadas por el “Rusio”, el primero de los imputados en este caso,  por cuestionar lo que este formalizado aseguró en su declaración como “conductas extrañas” de parte de la víctima, al señalar su intención de invitar mujeres jóvenes al lugar y otros dichos.

Ambos sujetos le recriminaban todo tipo de situaciones al “Super”. El segundo imputado, de acuerdo a lo señalado por el fiscal Vidal, reconoció que efectivamente lo había golpeado en forma reiterada, aunque las principales vejaciones las habría realizado el “Rusio”.

“La golpiza se extendió por más de una hora, hasta que quedó inconsciente, y luego es cuando pedimos una silla de ruedas, pero como el conserje no nos la prestó, lo sacamos en el carro de supermercado”, acotó C.S.A.D., para quien el representante del Ministerio Público hubo duros términos. “Considero que hubo delito y participación, y que las declaraciones y las pruebas son claras. Por lo tanto, me parece que el imputado en esta oportunidad se puede considerar como un peligro para la sociedad. Si bien es cierto no tiene antecedentes, lo que podría constituir en atenuantes, yo solicito su prisión preventiva”.

 El defensor de C.S.A.D., Erick Astudillo, de la Defensoría Penal Pública, quien no estuvo de acuerdo con las medidas cautaleras solicitadas por el Ministerio Público, aseguró que “la mayor responsabilidad está dada por la participación del otro sujeto, quien le dio golpes de pies en la cabeza, lo que se podría relacionar con el traumatismo encéfalo craneano que le quitó la vida. Si hay dolo eventual, no aplicaría el homicidio calificado y sí el simple”.

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Sin embargo, desde la Fiscalía se solicitó formalizar por el delito de homicidio y abuso sexual. Esto fue cuestionado por el juez de la causa, señalando que esto “podría aclararse en un juicio, ya que la significación sexual es algo que debe analizarse”.

De todas maneras, el magistrado concluyó que “nos encontramos frente a un delito de homicidio porque compartían (ambos, imputado y coimputado) el dolo. No sólo hubo intención de hacer daño, pues hubo ensañamiento”.

Así, se determinó que C.S.A.D es un “peligro para la sociedad”, por lo que se ratificó su prisión preventiva, con medidas de seguridad, en la cárcel de Huachalalume, donde deberá cumplir con una cuarentena preventiva de 10 días a razón de la pandemia. Además, se dictó un plazo de investigación de 120 días, y la próxima semana se realizará una audiencia para un eventual traslado del penal y para analizar la cautela de garantía.