Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
El delito ha afectado, principalmente, a personas que se encuentran vendiendo algún producto por redes sociales y es realizado utilizando el código de verificación de la aplicación.

Con el aumento de dinero circulante tras los bonos de gobierno y los retiros del 10%, los delincuentes han ido perfeccionando su accionar para despojar a más de algún incauto. Por esta razón, se debe estar alerta a la estafa que están ocupando vía la aplicación WhatsApp, que en las últimas semanas en la región ha dejado varios afectados.

La denominada “estafa de los seis números”, permite a los delincuentes “robar” la cuenta de la víctima para, de este modo, suplantar la identidad y solicitar dinero a sus contactos de confianza.

 

Modus operandi

La mayoría de los afectados son personas que se encontraban vendiendo u ofreciendo algún producto por redes sociales y que fueron contactados por un supuesto comprador, quien se muestra interesado en concretar la transacción.

El delincuente le señala al vendedor que para asegurar el producto le depositará cierta cantidad de dinero, por lo que le solicita le envíe sus antecedentes. Luego, le indica a la víctima que recibirá un código de seis dígitos de su banco para poder efectuar el supuesto depósito o que recibió el mensaje por error, y que debe ser enviado de vuelta.

De esta manera, el usuario al entregar su propio código de verificación pierde el control de su cuenta de WhatsApp, y el antisocial puede, de esta forma, utilizar la aplicación para cometer delitos de estafa en contra de los contactos de confianza.

También, el individuo puede pedir el código de seis dígitos aduciendo que es para “activar” el GPS y poder reunirse con el vendedor y ver el producto en cuestión.

 

Aumento de denuncias

Cristián Alarcón, jefe de la Brigada de Delitos Económicos de la PDI de La Serena, reconoce que con la entrega de bonos y los retiros de 10% ha aumentado este tipo de denuncias.

“Los delincuentes bajan la aplicación de WhatsApp utilizando el número de la víctima y lo que hace la aplicación es mandarle un código de 6 dígitos a la persona dueña del número, que en este caso es la víctima. El delincuente le dice que el código es para validar su cuenta y realizar el depósito o pago. Pero, lo que está haciendo es validar el cambio, con esto toman el control de la cuenta”, detalla Alarcón.

El jefe de la Brigada de Delitos Económicos de la PDI explica que de esta forma piden dinero a los contactos de ese teléfono.

“Como es un amigo el que supuestamente está solicitando el dinero por una necesidad y desde el teléfono que tienes registrado como de él. Muchos no dudan en realizar el depósito al antisocial pensando en ayudar a su amigo. La mayoría usa una cuenta de “palos blancos”, generalmente de personas en situación de calle y usan chip para hacer un par de estafas y los botan”, manifestó el oficial.

Alarcón reitera que los casos han aumentado en las últimas semanas en la zona. Ante esto, “la recomendación es no dar códigos o datos que le lleguen. Tampoco subir demasiada información privada a sus redes sociales, los delincuentes hacen mal uso de esos datos. Además, si fue estafada debe denunciar, dirigirse a la PDI a la Brigada de Delitos económicos y denunciarla para nosotros reportarlo al Ministerio Público para que se pueda iniciar una orden de investigar y poder indagar los hechos”, finaliza.

 

Verificación en dos pasos

Para evitar caer en este tipo de engaños, los expertos recomiendan activar la verificación en dos pasos de WhatsApp.

En la pestaña de “Ajustes / Configuración”, situada en la esquina derecha superior de la pantalla pinchamos en “Cuenta” y luego en “Autenticación de doble factor” o “Verificación en dos pasos” y continuar con los datos solicitados. Con esto se pedirán dos claves para realizar el cambio.

Según explica Tomás Zañartu, experto en Riesgo Operacional y Tecnológico, si hay algo que todos los ataques cibernéticos tienen en común es que utilizan la naturaleza humana para su beneficio y se aprovechan de los temores, curiosidades e incluso de nuestro deseo de ayudar a otros. “Este tipo de manipulación (humana o automatizada) se conoce en seguridad como la ingeniería social. Esta es una herramienta clave utilizada por los ciberdelincuentes en más del 90% de sus ataques, y que ha demostrado ser muy exitosa para pesquisar nuestra información, manipulando correos electrónicos, mensajes, llamadas telefónicas, y monitoreando las redes sociales para entender nuestros hábitos digitales. ¿Con qué objetivo? conectar con nuestras emociones, intereses y necesidades personales, para, de esta forma, hacernos confiar de un simple mensaje o correo electrónico”, señala.

 

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