“Por un futuro mejor”: las promesas de pareja que traficaba migrantes en la región

La detección de un minibús con 13 trabajadores extranjeros ilegales en el sector de Pan de Azúcar en medio de fiscalizaciones en predios agrícolas, que realizó el personal del Departamento de Migraciones y Policía Internacional La Serena, dejó al descubierto una problemática que ha afectado a cientos de personas en los últimos meses.

Estos migrantes habrían sido engañados por una pareja, conformada por un chileno y una boliviana, que sin escrúpulos jugaron con sus sueños de un mejor pasar, trasladándolas en muy malas condiciones y con una oportunidad laboral que si bien existía, dejaba mucho que desear.

Los detenidos, aprovechando los contactos de la mujer, quien tendría familiares en Santa Cruz de La Sierra, Bolivia, comenzaban a reclutar a temporeros, quienes creían ciegamente en la gran oportunidad laboral que se les ofrecía. Claro que todo sería a cambio de un pago, cifra que aún no ha sido determinada por las autoridades.

En este contexto, la mujer era la encargada de recorrer los campos y realizar los contactos en las áreas agrícolas del altiplano. Apuntaban a personas con escasa preparación, de manera que no comenzaran a cuestionar el trato. El chileno, por su parte, se dedicaba al traslado de los interesados con su vehículo.

Según se pudo determinar, el hombre tenía una visa de trabajo en Bolivia que le permitía movilizarse sin ningún tipo de problema al vecino país.

La oferta para los migrantes era tentadora, ya que una vez en Chile los trabajadores recibirían alimentos, un lugar para vivir y un atractivo sueldo por sus labores. Sin embargo, pero al llegar, la realidad era completamente distinta, ya que se cambiaban las condiciones de pago sin aviso y con suerte terminaban en un lugar con un techo para pernoctar.

Los trasladaban en un minibús por pasos no habilitados, en las cercanías de Colchane, bajo condiciones climáticas hostiles y con muy pocos alimentos.

Una vez ingresados al país, el hombre, con residencia en la comuna de La Serena, era quien contactaba a las empresas agrícolas, principalmente, del sector de Pan de Azúcar, y ofrecería la mano de obra, recibiendo los pagos por los trabajos y cancelando una cifra mucho menor a los extranjeros.

Según fuentes a las que tuvo acceso El Día, al llegar a la zona los trabajadores se daban cuenta de que si bien existía un contrato por el sueldo mínimo, les pagaban solo según su rendimiento en la plantación. Recibirían alrededor de $300 pesos por un tarro lleno de limones, por lo que debían esforzarse considerablemente para acceder al pago mínimo que establecía el contrato firmado.

En este contexto, la PDI se encuentra indagando las condiciones en que estaban viviendo en la zona, ya que estas de igual manera serían precarias.

La cantidad de migrantes que podrían haber llegado a la zona engañados con estas ofertas laborales aún no ha sido determinada.

Investigación de meses

El proceder de estos sujetos venía siendo seguido desde hace unos dos meses, cuando la PDI denunció a decenas de extranjeros que estaban en el Terminal de Buses de La Serena y mediante la labor de análisis criminal e inteligencia policial, a través de un nuevo control en Coquimbo, pudieron establecer el tráfico de migrantes y se detuvo a la pareja, presuntos líderes de esta banda.

Al respecto, el subprefecto Germán Cerda, jefe del Departamento de Migraciones y Policía Internacional La Serena, señaló que “los detenidos estaban en el minibús con los trabajadores cuando se trasladaban a un fundo en el sector de Pan de Azúcar, muchos de ellos contratados por una empresa para prestar servicios agrícolas de temporada en fundos de la zona”.

Primer caso en la zona

Este es el primer caso que se detecta en la región de Coquimbo, y los antecedentes fueron puestos a disposición del Ministerio Público que participó en la audiencia de control de detención de ambos imputados y el juzgado de Garantía accedió a la ampliación de la detención, medida que fue solicitada para el desarrollo de nuevas diligencias.

Al respecto, el delegado presidencial regional de Coquimbo, Ignacio Pinto, indicó que “han jugado con los sueños de estas personas, ofreciendo distintas alternativas laborales en la región en condiciones precarias, provocando un tremendo daño a ellos y asociado además al lucro de los que se dedicaban a este delito. Hacemos un llamado especialmente a los empleadores al momento de contratar personal extranjero, revisando que cumplan con todas las formalidades, porque se exponen a multas y están cometiendo infracciones que deben ser sancionadas”.