Robos se concentran en viviendas y ocurren mayoritariamente en horario de toque de queda

Hay antecedentes que preocupan desde la perspectiva de la seguridad ciudadana. Pues como hemos publicado en ediciones anteriores de diario El Día, una de las problemáticas que han marcado la pauta informativa son los robos en lugar habitado, específicamente en viviendas particulares. 

Ya conocimos hechos como el sucedido el pasado miércoles en el sector de El Milagro, específicamente en la calle del mismo nombre, donde una familia sufrió una violenta intromisión a la privacidad y el robo de diversos artículos personales.

Pero también han sido afectados otros vecinos, como en el sector del Rosario de Peñuelas, en Coquimbo, donde la sola organización vecinal no ha sido suficiente para alcanzar buenos resultados en materia de seguridad.  

Bajo ese prisma, es que surgió un interesante estudio por parte de la empresa Verisure, experta en materia de seguridad, que indica que a nivel nacional los robos, tanto en residencias como en negocios, tienen ocurrencia principalmente entre las 22:00 horas y las 04:00 de la mañana, lo que es más alarmante considerando que éstos hechos tienen lugar precisamente durante el toque de queda. 

Pero específicamente, en la Región de Coquimbo, las cifras arrojan que los robos se dan principalmente en hogares, con un 57%, versus el 43% en negocios. Los horarios con más intrusiones son de lunes a viernes, de 02:00 a 04:00 horas de la madrugada.

Carlos Cifuentes, director de Operaciones de Verisure, dijo que “hemos revisado la tendencia mirando el comportamiento de enero a marzo del año pasado -período de la medición- y si bien los robos en pequeños locales comerciales siguen teniendo la mayor cantidad de delitos, en estos meses la balanza se inclina levemente a los hogares”, explicó.

VISIÓN INTEGRADA

Desde los municipios afirman que se ha trabajado a conciencia para contrarrestrar la sensación de desprotección, la que, aseguran, no se condice necesariamente con las cifras oficiales. 

Gonzalo Arceu, director de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de La Serena, en conversación con diario El Día, recordó que si se analiza la situación desde el punto de vista de los números, el principal factor a considerar son las denuncias recibidas, y no los delitos que tienen ocurrencia.

“Bajo esa perspectiva, es que fácilmente se puede interpretar que la percepción de las personas es mayor respecto a lo que verdaderamente sucede. En 2020, por robo en lugar habitado hubo cerca de 400 denuncias, y a la fecha, son cerca de 25 las que hemos recibido. En realidad son menos de la mitad respecto del año pasado, lo que no es siempre bueno, porque cuando la sensación de inseguridad es mayor, los números no son bien recibidos”, argumentó.

A juicio de Arceu, y en eso hay que estar muy atentos, no se trata - en todos los casos- de hechos que hayan llegado a cometerse en forma efectiva, porque en más de alguna ocasión “llegan hasta el antejardín, lo que igual desde el punto de vista legal es un robo en lugar habitado”.

En ese aspecto, ha sido clave en La Serena la implementación de un sistema de cámaras, que se han instalado en diversos barrios, y que ha sido una solicitud constante de las organizaciones vecinales.  

PLANIFICACIÓN

El alcalde de Coquimbo, Marcelo Pereira, subrayó que “sabemos que la seguridad pública es una función y una política de Estado, pero también tenemos claro que nuestros funcionarios y funcionarias actúan como un apoyo fundamental”, señaló.

Por tanto, subrayó que “estamos ejecutando el proyecto “50 y 50”, una estrategia que nos permite trabajar en conjunto con nuestros vecinos para hacerle frente al flagelo de la delincuencia. Asesorados técnicamente por funcionarios de la Dirección de Seguridad Pública, son los mismos vecinos quienes se organizan, juntan el dinero y compran las cámaras de seguridad que se requieren para cubrir los puntos estratégicos de su barrio y el equipo de Seguridad Municipal se encarga de instalarlas y dejarlas operativas”, concluyó.