Crédito fotografía: 
You Tube | Película "Helen"
Si bien se trata de un medicamento que apunta a tratar trastornos psicológicos, hay jóvenes que lo utilizan sin mediar cuidados y hay quienes lo adquieren en el mercado ilegal, ya que es más barato que con prescripción médica.

A mediados de esta semana se conoció el caso de dos jóvenes, de 19 y 20 años respectivamente, que fueron detenidos tras ser sometidos a un control de detención, donde se les sorprendió con 63,39 gramos de Cannabis Sativa y un blíster con 10 pastillas de Clonazepam. Estas personas fueron detenidas por infracción al artículo 4 de la ley 20.000 de drogas, lo que fue ratificado por el subprefecto de la Bicrim de Los Vilos, José Carmona.

Es bien sabido que la cannabis sativa es ampliamente perseguida por las autoridades, por tratarse de una droga de carácter ilegal y que tiene una enorme penetración desde el punto de vista de su comercialización, sin embargo, algo diferente sucede, puntualmente revisando este caso, con el clonazepam, fármaco correspondiente al grupo de las benzodiazepinas y que actúa directamente sobre el sistema nervioso central y que debe ser prescrito por un profesional médico. Es en definitiva un estabilizador del estado de ánimo, causa el olvido temporal de situaciones, pero puede producir alta tolerancia. Es, principalmente usada para el tratamiento de trastornos de ansiedad, del tipo epiléptico, crisis convulsivas, trastorno bipolar y síndrome de abstinencia alcohólica.

Sin embargo, existen redes de comercialización que facilitan su adquisición. Esto fue comentado en Radio Mistral por el comisario jefe de la Brigada de Antinarcóticos de La Serena, Marcelo Chepillo, quien se refirió a las redes que se involucran para acercar a las personas a esta instancia.
“El clonazepam es un antidepresivo y tiene, por supuesto, un riesgo implícito para las personas. Está pensado para el tratamiento de varias enfermedades y al no estar con prescripción médica se utiliza para muchas cosas. Muchas veces permite, mezclada con otras sustancias, la fabricación de la chicota, que es conocida como la cocaína de los pobres”, indicó Chepillo.

Cabe destacar que en casos habituales, las benzodiazepinas son usadas en la medicina como relajantes o calmantes, pero con alcohol pueden causar efectos devastadores en la percepción de la realidad de quien las consume. Y su mayor consumo, en términos ilícitos, está en los estratos bajos y en personas muy jóvenes que buscan experimentar emociones.

Lo utilizan mucho los adolescentes cuando no tienen acceso económico a otro tipo de drogas. Pero este negocio no es algo nuevo. “Estas pastillas no son de origen local, ya que se internan mucho desde el lado argentino o desde Perú y Bolivia.  También lo es en la zona norte y en algunos pasos fronterizos como Los Libertadores, donde es posible encontrar este tipo de medicamentos”, dice Chepillo.

Aunque desde la PDI manifiestan su preocupación por estos temas, en la región es un tema marginal. “Pero eso no significa que no se dé. Se observa mucho en personas jóvenes o en quienes no tienen los recursos económicos y que se medican para tratar alguna enfermedad y no tienen dinero para obtener la receta. Ahí es cuando optan por esta vía, pasando a transformar esta medicación en una automedicación. Ahí está el peligro”, concluyó la autoridad policial.

ES UN PELIGRO SI NO SE CONTROLA

Cristian Vargas, médico cirujano, jefe de la División de Atención Primaria del Servicio de Salud Coquimbo, indicó las consecuencias de una ingesta no adecuada del clonazepam, independiente de si la persona lo hace por razones médicas o recreativas.

“Las benzodiazepinas son un producto terapéutico que se utiliza, pero bajo vigilancia y control de quien lo prescribe. No es un medicamento para automedicarse. Tiene el poder  degenerar una dependencia y una adicción importante. Y eso desde el punto de vista terapéutico es peligroso, ya que si se retira este medicamento es muy complejo, sobre todo en los adultos mayores, que muchas veces se automedican, y si se les saca, puede provocar trastornos en el sueño y en las capacidades mentales. Esto puede generar problemas en la conducción. También es riesgoso en niños o adolescentes que pueden atentar contra su vida”, comentó.

Este medicamento podría ocasionar un síntoma de depresión respiratoria y llevar a la muerte. Por eso su venta es con receta retenida y debe ser diagnosticada por un médico.

 

EFECTOS DEPRESORES
Cuando el clonazepam se transforma en otras drogas, como la mencionada chicota, esto puede mutar generando otros estados mucho más complejos. “Hay personas que no saben la interacción que puede llegar a tener con otros medicamentos y hacen caso a recomendaciones de vecinos o familiares. Esto puede producir efectos mucho más depresores en el sistema nervioso central. Por desconocimiento, puede provocar la muerte. Incluso, si se usa para dormir y una dosis no adecuada, puede causar complicaciones”, indicó el doctor Cristian Vargas.

 

Suscríbete a El Día y recibe a diario la información más importante

* campos requeridos

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

 

 

 

 

 

Diario El Día

 

 

 

X