• Patricia Alfaro, Alicia Galleguillos y Alicia Acuña, integrantes de la agrupación "Hijos y Madres del Silencio"
Crédito fotografía: 
Guillermo Alday
La naciente entidad convoca a quienes tengan sospechas de irregularidades en los nacimientos de sus familiares a asistir a una reunión que se realizará este sábado 21 de abril en La Serena. 

“No estamos buscando culpables; buscamos saber qué pasó con nuestros hijos, todas las madres tenemos el derecho de saber qué pasó con ellos”. Con estas palabras, Alicia Galleguillos hace un llamado a quienes tengan información acerca de adopciones irregulares en los hospitales de La Serena y Coquimbo en la década de los 70 y 80 a entregar información.

Ella vive en carne propia la sospecha de que su hijo nacido en el año 1977 haya sido entregado en forma irregular a otra familia. Galleguillos cuenta que ese año era profesora de un colegio de Las Compañías y que cuando caminaba junto a compañeros de trabajo en dirección al establecimiento, debió ser derivada de urgencia al hospital San Juan de Dios.

“El doctor determinó que se me hiciera una cesárea”, agrega la mujer, quien cuenta que tras el parto “a mi papa le informaron que mi hijo era un varón y que estaba en una incubadora, pero no se lo quisieron mostrar, ni ese día ni después (...) Cuando yo pedí verlo en forma insistente, escuché hablar por telefóno al doctor quien pronunció estas palabras que nunca olvidaré: “ah que pena y a qué hora fue?. Así supe que quizás se había muerto””.

“En el hospital, me dijeron que ellos se harían cargo de la sepultación, pero nunca me dijeron dónde estaba enterrado (...) Yo nunca me olvidé de esta situación porque un hijo nunca sale del lado de su madre”.

La mujer reconoce que desde el nacimiento de su hijo, tuvo la duda de qué había sucedido con él. Más cuando con el transcurso de los años, surgieron rumores de que “algunos niños habían sido vendidos y dados en adopción ilegalmente”.

Hoy, al igual que otras familias, integra la agrupación “Hijos y madres del Silencio” con el objetivo de descubrir la verdad del destino de su hijo. “Yo tengo mucha esperanza de poder encontrarlo y decirle que no lo abandonamos, que sepa cuáles son los orígenes, y que si hubiese estado con nosotros, hubiese crecido en un lugar lleno de amor”, expresa.

La periodista Alicia Acuña, quien también es miembro de la agrupación, señala que en el año 2014 y luego de que Ciper Chile destapó los casos de adopciones irregulares del Cura Gerardo Joannon, “muchas madres se comenzó a dar cuenta que habían tenido hijos, a los cuales tras el parto nunca pudieron ver o tener en los brazos”.

Acuña asegura la duda se instaló en un amplio grupo de familias que atravesaron por situaciones similares a lo largo del país. “Hay familias que recorrieron cementerios y nunca hallaron los cuerpos de sus familiares; hay madres que se hicieron pruebas de ADN con los supuestos cadáveres de sus hijos para comprobar que éstos correspondían a animales; también algunas personas han descubierto que fueron adoptadas en forma irregular y que fueron sacadas de hospitales o hogares del Sename”.

La agrupación -detalla- nace de la necesidad de reencontrar a las familias y que en el transcurso de su gestión ha logrado reagrupar a 85 familias en el país. Para ello la entidad realiza un fuerte trabajo en las redes sociales y publicaciones en la prensa. Además, mantienen contacto con especialistas del extranjero, los que han facilitado la realización de pruebas de ADN. 

En la región, hasta el momento la agrupación ha logrado registrar diez casos de familias que afirman sus parientes fueron entregados en adopción en forma irregular, pero se estima que existe una lista oculta de personas que no desean hablar por temor “o se quieren guardar la duda o el dolor dentro de ellos”. 

El caso que comprueba que hubo adopciones irregulares en la región de Coquimbo es aquel que afecta a Patricia Alfaro, quien nació en el año 1974 y quien fue retirada por sus padres adoptivos en el hospital San San Pablo.  

“Siempre sospeche que era adoptada y ya adulta me atreví a preguntarle a mi madre adoptiva, quien me reconoció y me dijo “yo te fui a buscar recién nacida al hospital de Coquimbo el día 14 de noviembre de 1974 (...) Ella no sabe nada más: se casó a los 16 años y su esposo, un hombre machista, un día le dijo que tendrían una hija”, relata.

“Lo único que recuerda mi mamá es que la hicieron pasar adentro del hospital y que en una sala muy grande llegó un señor mayor, quien me traía envuelta y me entregó en sus brazos (...) con mi papá adoptivo, quien en ese tiempo era su esposo, me sacaron del hospital y me llevaron para la casa”

A cuatro días del nacimiento de Patricia, su padre adoptivo la inscribió como hija biológica en el Registro Civil. Ella ha consultado a su padre adoptivo, pero él se niega a darle información.

“Este es un tema muy complicado porque si bien es tengo a mi madre adoptiva, quien me entregó mucho amor, necesito saber mi verdad. Quizás mi madre biológica me vendió o me regaló, no sé, pero de todas formas necesito saber qué sucedió. Solo queremos saber la verdad. Nos buscamos conflictos, tenemos que cerrar el círculo de esta etapa en la vida”, concluye.

Reunión 

La agrupación Hijos y Madres del Silencio se reunirá este sábado 21 de abril a partir de las 16 horas en la sede de la Casa de los Derechos Humanos, ubicada en la Avenida Francisco de Aguirre N°420, en La Serena Además, quienes deseen tomar contacto con ellos pueden escribir al mail hijosymadres4@gmail.com o llamar al fono +56994614748. 

 

 

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