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Un deportista ovallino encontró un perro abandonado y atado a menos de 15 centímetros de un árbol, en un sitio eriazo cercano a Ovalle Casino Resort, en el sector norte de la ciudad. Al lugar concurrió personal de la Oficina de Higiene Ambiental, quienes atendieron y salvaron al animal de una muerte segura.

Un caso de maltrato animal se registró, lamentablemente, en Ovalle. Un perro fue encontrado atado a menos de 15 centímetros de un árbol, sin agua y sin comida y con evidentes signos de haber sido abandonado, en un sitio eriazo cercano a Ovalle Casino Resort.

El animal fue encontrado por Víctor Malefanti, quien, frecuentemente, trota por el sector que une a la Ruta D 43 con la localidad de Huamalata. “No sé cómo es posible que un ser humano sea capaz de tanta maldad, dejar a su mascota amarrada y sin ninguna posibilidad de sobrevivir en este lugar escondido,condenado a morir; si no es porque ingreso a correr con mi mascota al interior de este sitio, nadie más lo hubiese visto”, señaló Malefanti.

Ante la alerta, y tras estos hechos el joven acudió en busca de ayuda a diversas instituciones públicas y privadas contando con el apoyo de la unidad de Higiene Ambiental del Departamento de Salud,  rescatando al canino, logrando además el apoyo e intervención del Programa MIAACO del Departamento de Medio Ambiente de la municipalidad de Ovalle. 

Finalmente, el animal pudo ser liberado, y trasladado a un refugio transitorio de la Sociedad Protectora de Animales “Cachupines sin Hogar”, quienes le dieron resguardo, para luego ser esterilizado. Lo positivo de este lamentable episodio fue que el perro será entregado a una familia adoptante, que gestionó uno de los funcionarios municipales, quienes se preocuparán de darle una buena vida a esta mascota”.

“Nos encontramos frente a un hecho de maltrato y crueldad animal, tipificado en la nueva ley de Tenencia Responsable de Mascotas, Código Penal, y otras normativas jurídicas pertinentes en la materia”, señaló el médico veterinario del Departamento de Salud e Higiene Ambiental, Pedro Muñoz, quien agregó que “la intención de la persona que realizó este acto, no solamente fue la de abandonar a su mascota, si no cerciorarse con el amarre, que no volviese a su casa, y condenarlo a morir, pero al liberarlo no podíamos dejarlo ahí, ya que lo más probable es que hubiese regresado con su dueño, y quizás qué destino hubiese tenido en manos de este irresponsable”.

 

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